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Calma

Shigaraki se miró tranquilo durante todo el interrogatorio de Todoroki, sabía que lo menos que debía hacer era dejar que el otro pudiese saber de  sus intenciones.  Izuku había sido inteligente, aunque algo tonto como para no haber notado que entre todo ese equipo del que presumía, había alguien ayudándolo.

No pudo evitar que su estómago se le retorciera cuando vio a Izuku sonreír alegremente cada vez que Todoroki le pedía que brindará su punto de vista.

Se suponía que Toga iría por él, sin embargo ya se había tardado.

—¡Maldita sea!—Gritó.

Todos estaban siendo tan incompetentes, incluso Bakugo, negándose a estar con él.

Cuando pudo ver el carro acercarse subió con premura. Su sorpresa fue grande al ver dentro a Toga junto a Bakugo y Akihiro.

—Lamento la tardanza, la señora Mitsuki me pidió que llevara a Bakugo y al pequeño a su hogar.

Al fin algo de paz en su día. Sin embargo fue demasiado breve.

Lo sabía, sabía que no duraría cuando por el rabillo del ojo vio aquel peculiar cabello.

—Mi hijo y yo nos bajamos aquí.

Y se había ido. Bakugo no había dudado en bajar.

—No importa, —Intento autoconvencerse—Llévame a la oficina de Monoma, creo que ya es tiempo de dar instrucciones.

Toga asintió y partieron en marcha.

Sin embargo,  durante todo ese viaje Shigaraki se limito a recordar el día que había conocido a Bakugo.

Siempre pensaba en ese dia de la mosma forma, cual si fuera una película.

Salón de Artes, a las 11 de la mañana.

Se suponía que el iría a dejar una pintura, se suponía que participaría en un concurso. Entonces, escucho un grito prominente y espantoso.

—¡Ya dije que no tocaré con nadie, sigue citandome aquí y te golpeare tan fuerte que no recordarás tu nombre!

Pudo ver a uno de sus compañeros ahí, siendo tomado del cuello por lo quién a sus ojos parecía un ángel.

—Este no es lugar para eso.

El rubio volteo a verle con el ceño fruncido.

—Este rarito no para de joder.

—Shigaraki te juro que solo se lo pedí una vez.

Maldita sea, ahí estaba entrometiendose nuevamente ese sujeto. No dudo en mirarlo con disgusto y acercarse a él.

—Cállate, es más lárgate. Mira que hacerle la vida imposible a alguien con tus estupideces.

Y fue entonces que pensó que sin intentarlo demasiado ya se había ganado al rubio, aquella muestra de valía y lealtad le parecieron suficientes.

Busco las redes sociales del chico, lo siguió a casa, a sus clases, estuvo viéndolo fuera de su academia de inglés,  paso mucho tiempo observando, supo lo que le gustaba y lo que odiaba, algunos gestos...

Hasta que finalmente decidió que quería pasar más tiempo a su lado.

Tuvo que hablar con el solo unas cinco veces más y a la sexta Denki ya lo había invitado a sentarse con ellos.

Todo había salido bien ¿no?

Por supuesto que no.

Porque ya había notado esa molestia que siempre estaba junto a Katsuki, aquella que lo había hecho rabiar cundo vio que el rubio le había dedicado una sonrisa.

Y no solo eso, aquella molestia le había hecho arrancarse el cabello de enojo cuando beso los labios del rubio.

—Solo quiero que desaparezca.

Toga suspiró, tras escuchar aquello, sabía que Shigaraki solía divagar así, pero no podia permitirle que lastimara a Izuku, quien habia sido el causante de que ella le apoyará.

—Dijiste que no lo lastimarias, no si quieres que tu adorado Katsuki siga ileso.

Shigaraki al escuchar aquello no dudo en reírse.

—Tenemos un jodido trato, solo estaba fantaseando. No lo tomes tan personal.

||♡||

Izuku sonrió al ver la escena frente a sus ojos, Katsuki cargando a su pequeño.

—¿Como les fue con Shoto?

¿HABIA INTERES? Ciertamente estaba sorprendido.

—Relativamente bien, Shoto es muy bueno intimidando...

—¿El tío Shoto intimida? Papá, ¿qué es intimidar?

Su Aki era tan tierno.

—Pues mira intimidar es que da miedo, pero lo hace a propósito. —Bakugo tratando de explicarle también—Ciertamente tu tío puede serlo.

Akihiro solo asintió.

—¿Vinieron a recogerme? ¿o es coincidencia?

Bakugo sonrió.

—Silo tiempo de calidad en Familia para Akihiro,  últimamente no lo has visto mucho tiempo...

—Papá, silencio

—¡Hiro, no seas así con papá!

El menor sólo puchereo pero para Izuku y Bakugo aquello sería el umbral de calma para una tormenta que no tardaba en avecinarse.




ALFAS BOBOS 💚 KATSUDEKU 🧡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora