ALFAS BOBOS 💚 KATSUDEKU 🧡

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Recuerdos de Juventud

Cuando eran jóvenes su vida no era más fácil pero el amor que se demostraban les era suficiente o eso al menos en aquel entonces, cuando Shigaraki Tomura ingreso a sus vidas.
Un omega el cual se había hecho amigo de Bakugo, el chico de piel blanquecina, cabello celeste algo largo y ojos ligeramente carmesí era prácticamente el sueño de la mayoría de alfas en su instituto o al menos a sus quince años.

Katsuki era fiel a Izuku, jamás intento algo más con aquel gran amigo, cosa que para Tomura era tan atrayente, el físico de Bakugo era un deleite para él y su personalidad brusca y bestial era cautivante, no era como el resto de alfas. Lo supo al ver la forma tan delicada con la que Bakugo trataba a Izuku, aquello le sofocaba; sin embargo estaban en secundaria asumió que Bakugo se aburriría tarde o temprano aunque aquello se veía lejano.

Con el paso del tiempo había conseguido conocer a la madre del rubio, era alguien sobreprotectora y aunque tardo meses en conocerla y convencerla de que era una persona de fiar, logró volverse cercano a ella, tanto como para que un par de veces esta tuviese la confianza de contarle sus preocupaciones respecto a Bakugo, pero nunca había intentado nada, al menos hasta ese dia...

Aquella tarde, estaban los tres reunidos en la entrada del instituto y Denki no tardaba en llegar, Tomura no quería presenciar aquellos actos mimosos de aquel par, pero era hasta cierto punto obsesivo su gusto por ver aquel comportamiento tierno en Bakugo.

-Izuku, debes cuidar bien de Bakugo.

Aquellas palabras que parecían tan inofensivas eran más una advertencia. Bakugo se veía curioso por aquel ¿consejo? ¿Sugerencia?, no sabía como llamarlo pues había salido de la nada.

-Por supuesto que cuidare de Kaachan, es el amor de mi vida,-Bakugo beso la mejilla del pecoso.

-Por cierto Deku, Shigaraki y yo tenemos un trabajo en equipo ¿Quieres venir?

-Si Tomura no tiene problema...

La respuesta era un claro: NO.

-Izuku, será otro día. Este proyecto es importante y Bakugo es muy distraído, si tu estas presente no hará nada.

Bakugo estuvo dispuesto a refutar, pero Izuku asintió con seguridad ante aquello y se volteo a darle un beso rápido para después correr hacia la escuela mientras gritaba:

-¡Estaré con Denki y Shinso hoy en la biblioteca, ustedes terminen ese proyecto!

Aquello le saco una pequeña risa a Katsuki, su novio era tan tierno. Ambos emprendieron camino a casa del rubio, ya que ahí probablemente estarían más tranquilos que en una cafetería; de las cuales solían sacar a Bakugo por hacer escándalo casi siempre tras desesperarse por algo insignificante y gritar.

Al llegar Masaru abrió la puerta y los envió a la habitación del rubio, prometiendo llevarles unas galletas en un rato más.

Se sentaron en el suelo para trabajar, pues Bakugo Tenía una pequeña mesa en su habitación para poder hacer tareas.

Treinta minutos en silencio fueron abrumadores para Shigaraki, quien dejó de escribir y lanzó los cuadernos lejos.

-Bakugo, ¿Qué es lo que te gusta de él?

-¿De quien? ¿De Izu?-Shigaraki asintió.-Desde que lo conocí tuvo algo que me llamo la atención, pero si pudiese describir exactamente lo que me gusta de él seria que es la persona más pura que he conocido, incapaz de dañar a alguien.

-¿Y si te lástima a ti?

Bakugo rió sonoramente, era imposible que Izuku lo lastimase.

-A todo esto, ¿Porqué lo preguntas?

-Me gustas, no creo poder ocultarlo más. Tu madre lo sabe y me apoya totalmente en que Izuku no es la persona indicada para cuidar de ti.

Aquello lo molesto, ¿Su madre sabía de esas intenciones y no había hecho nada? Peor aún; ¿Estaban de acuerdo?

-Izuku no debe cuidar de mi, no soy un bebé. El estará para mí siempre y cuando yo lo necesite; y viceversa, es mi pareja no mi maldita niñera.

-Aún así... Yo daría lo que sea por ti, por nosotros.

Un fuerte olor dulce; similar al de las orquideas, comenzó a ofuscarlo. Eran feromonas, lo más probable que fuesen de celo o que hubiesen sido liberadas con el único fin de seducir. Le aterraba aquello, desde el principio sabía que los omegas eran una perdición, controlaban a los alfa sin siquiera esforzarse. Por ello se negó a aceptar a Deku en su momento sin embargo sabía y quería que aquel pecoso fuese el único omega en su vida, no necesitaba más.

Sin dudar dos veces salió de la habitación con una erección rumbo al baño, dejando a un Shigaraki molesto y confundido; que no se rendiría fácilmente en obtener a quien quería y añoraba con tanto fervor.