Akihiro también es mi hijo
Izuku a penas y podía dormir, sabía que había hecho mal al irse así, alimentar, cuidar, dormir al bebé y diez minutos antes de la llegada habitual de Katsuki tomar sus cosas.
No había dejado cartas, no había dejado rastro sabía que Katsuki lo buscaría en su casa días después, al día siguiente o incluso esa misma noche, pero no podía más. Aquel cuarto pequeño y sucio era menos de lo que él y su hijo requerían, pero su padre no aceptaría a su hijo porque el alfa que había escogido no era suficiente.
No era suficiente porque no tenía más dinero que el alfa con el que había sido comprometido, Bakugo Katsuki era el amor de su vida y sabía que él también había renunciado a todo, la madre de Bakugo le había dado la espalda en cuanto supo del embarazo, solo eran ellos dos. Dos jóvenes de 17 años que no sabían que harían con un bebé.
El poco dinero de Bakugo lo habían obtenido vendiendo lo "menos indispensable", los celulares eran un ejemplo de ello.Deku aún recuerda lo mucho que dolió dejar a su alfa e hijo atrás, después de eso su omega no volvió a ser el mismo. Durante sus celos solo pensaba en su alfa, tenía recaídas ansiosas por no tener a su hijo cerca cuando este sentía miedo o tristeza. Pero no se sentía merecedor de buscar a Bakugo.
Por eso no lo detuvo cuando lo vio irse por la puerta del hospital con su hijo en brazos. ¿Como no le había prestado atención a ese cosquilleo? Si claramente el niño que había visto en el jardín era la viva imagen del alfa, salvo por las pecas, su color de ojos y claro; el cabello rizado.
Sabía que Todoroki lo haría ir a la consulta para que hablaran, pero no sabía que le iba a decir. Uraraka e Iida habían ayudado mucho al sacarle un poco de información a Denki, a veces Izuku pensaba que ellos dos habían tenido algo, luego volvía su sentido común. Bakugo repudiada a los omegas, incluso le había costado trabajo aceptarlo a él.
Su teléfono sonó; era Uraraka.
—Ya pasaron tres días, ¿Te ha marcado ese doctor?
—No, no lo ha hecho; sin embargo, dijo que si Bakugo no iba, se encargaría de obligarlo.
Uraraka suspiró, ella no estaba del lado de ninguno, conocía lo que había sufrido Izuku y eso le era suficiente para darle apoyo moral. No era como Denki, quien en cierto momento le había dicho que :"Era demasiado egoísta si volvía por perdón después de dejar a Bakugo sin nada ni nadie".
—¿conseguiste la dirección de su casa?
—Monoma está en eso, ¿Sabias que solo tardo dos años más en mudarse a un lugar mejor?—Las lágrimas amenazaban con salir.—Yo solo pensé en mi y él lidió de forma tan fácil con el peso de ambos.
—No te mientas Izuku. Fue difícil para él, porque estuvo totalmente solo con un pequeño de un año y medio.
—Lo sé, es solo que... es como si desde un principio mi bebé no me hubiera necesitado.
No le dio tiempo de hablar y colgó la llamada, autoengañarse era más fácil para él que aceptar la verdad, esa verdad en la que él había dañado a su pequeño con su simple ausencia.
Podía enmendar su error ¿cierto?
Pedia por que Katsuki le permitiera enmendarse, le permitiera conocer a su hijo y que si era posible, le permitera entrar nuevamente en su vida.Akihiro Bakugo también era su hijo y Bakugo era su alfa.
Si, su alfa. Porque Deku nunca había podido superar a Kaachan, Deku no había permitido que su padre lo diera a alguien que no fuera él.
Por ello siempre cargaba con aquel pétalo rojo con una pequeña mancha en la base, estaba bien conservado, se había encargado de cuidarlo con su vida. Pues era un recuerdo de aquel primer celo del alfa, la primera vez que estuvo entre los brazos de Katsuki.
Miro las pastillas en su buró, le dolía demasiado el estómago y tomarlas le aliviaría, pero tal y como había estado haciendo durante todos esos años, no las tomaría, porque tenía que enfrentarse a ese dolor como castigo.
Recordar todas esas noches, todos sus gritos y lágrimas, solo le darían fuerzas para hacer lo que debía.
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ALFAS BOBOS 💚 KATSUDEKU 🧡
FanfictionKatsuki Bakugo, un alfa "divorciado" de 24 años con un pequeño hijo de 7, hacia tres años que pudo terminar su carrera y comenzar a trabajar formalmente. Aunque no se quejaba de su tiempo sabía que si no controlaba al pequeño demonio que tenía como...