Historias de Terror

Historias de un ex-Convicto (1/10)

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Buenas buenaaas, antes de empezar con este recopilatorio de historias solo quiero recalcar que son varios capítulos y en cada capítulo se relatan 4 relatos aproximadamente, así que la lectura es bastante extensa.

La verdad les recomiendo leer todo atentamente y no saltarse algunas partes porque todo continúa en un hilo para unirse al final, y espero que lo disfruten tanto como lo disfruté yo ;)

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Mi padre pasó 14 años encerrado detrás de las gruesas puertas de acero de la Penitenciaría Estatal de Barry Telford ubicada en las afueras de Texarkana, Texas. Recientemente me interesé en los eventos más oscuros que les sucedieron a varios miembros de la familia y me senté para preguntarle si tenía alguna historia o experiencia escalofriante que pudiera compartir sobre el tiempo que pasó encarcelado, cualquier cosa que no me hubiera compartido antes...

Estaba a la vez complacido y horrorizado cuando durante las siguientes dos horas divulgó algunas historias realmente escalofriantes y grotescas. Solo te dejaré saber ahora que algunas de estas historias son gráficas y si tienes un estómago débil te aconsejo que no sigas leyendo. Para el resto de ustedes, no escatimaré detalles y los expondré exactamente como él me los expuso a mí.

Mi papá fue enviado a la unidad de Telford unos meses después de cumplir 21 años, sentenciado a 20 años por robo a mano armada. Es una prisión de máxima seguridad diseñada para albergar principalmente a presuntos pandilleros y delincuentes violentos.

"El primer día es un shock total para tu sistema. Te desnudan y te registran las cavidades entrando y saliendo de cada habitación, tienes un horario para dormir, te cronometran las comidas y te arrojan a una celda con otros 3 reclusos que te dicen las reglas de la casa y qué litera es la tuya. Luego, acostado en la cama esa primera noche... ahí es cuando te das cuenta de que este es tu hogar, que esta es tu vida ahora. De todo lo que puedo recordar, ese sentimiento de impotencia y desesperanza, esa pérdida de libertad, esa es la parte más aterradora de la prisión".

Me dijo que a medida que pasan los meses te acostumbras a tu rutina, empiezas a necesitar la estructura, incluso a desearla. Dijo que decidió aprovecharlo al máximo, aprender tantas habilidades como pudo y mantenerse lo más ocupado posible. Una de sus habilidades vocacionales que aprendió fue la plomería, y pronto se convirtió en el plomero interno del edificio 'A'.

Ahora, la forma en que está configurada la prisión es que hay un edificio A y un edificio B. Dentro de cada edificio hay 10 casas de celdas, cada casa de celdas contiene 12 celdas que pueden albergar de 1 a 4 reclusos cada una. En el medio de cada casa de celdas está la sala de recreación donde se abren todas las celdas y aquí es donde los reclusos pasan la mayor parte de su tiempo libre.

Además de las celdas, cada edificio también contiene varias alas solitarias, etiquetadas de 'A-Seg' a 'Z-Seg'.

"Cuando llegué allí por primera vez, todos bromeaban diciendo que si me salía de la fila, los guardias me enviarían a 'M-Seg'. Un día le pregunté a un amigo, que ya había estado encerrado durante 15 años cuando llegué allí, por qué la gente seguía hablando de 'M-Seg' y no de las otras alas de seg".

"Mira", le dijo su amigo, "las personas que tienen estadías prolongadas en M simplemente no regresan igual, algunas ni siquiera regresan. Los guardias lo saben, es por eso que siempre llenan M al final, o ponen allí a los nuevos que creen que pueden ser alborotadores. Una noche en M y te arreglarás muy rápido. Nunca he estado allí, pero hablé con un par de reclusos que sí y ambos me dijeron lo mismo, algo malvado vive en ese lugar".