— ¡Anne!¡Nos vamos!¡Date prisa! — grita mi madre, siempre está gritándome del otro lado de la casa.
— Ya voy... — digo con pesadez, acabandome de vestir.
"Ya voy" en mi vocabulario significa: dame cinco minutos, o mejor diez, ¿podrían ser 20?
10 minutos después...
— ¡Anne Williams!¡Baja ahora mismo, si no quieres que suba y te baje yo misma! — disculpad a mi madre, si ve que llegamos tarde a algún sitio se pone histérica.
— ¡Que ya bajo! — exclamo, poniéndome los zapatos y cogiendo el móvil a toda prisa.
— Ya estoy — digo bajando las escaleras, plántándome en la puerta de casa.
Nos dirigimos a casa de mis abuelos donde nos encontramos con todos mis tíos, tías, primos y primas, somos una familia bastante grande.
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— ¿Vuelves a tener novio ya? — me pregunta mi tío.
— Ya empezamos, siempre con la misma pregunta, no puedes preguntar cosas normales: ¿Cómo te va en el instituto?¿Cómo llevas los exámenes? — digo con cansancio, repitiendo lo que muchas veces le he dicho a mi tío — Tienes que molestar siempre, ¿no?
— Es más divertido así, bueno, no has contestado — dice sentándose.
— Su novio es su mejor amigo, Josh, siempre están juntos — dice mi primo, Sergi, que tiene 13 años.
— Pues yo el otro día la vi con un chico muy guapo y alto... — le dice mi tío.
— ¡Queréis dejar de inventar! — digo molesta, aunque como siempre acabo riendo de cada tontería que sale de su boca.
— No inventamos, especulamos — dice mi tío.
— Tu padre nos dijo que le gastaste una broma a Walter — dice mi primo.
— Si, ¿tenéis alguna idea para otra broma? — digo.
— Podrías pintarle unos bigotes mientras duerme — dice Sergi.
— Eso ya lo hice el mes pasado... — le digo.
— ¿Y si le pones pegamento en la silla de su escritorio y cuando se siente, no va a poder despegarse? — propone mi prima, uniéndose a nuestra conversación.
— Pues mira, no estaría mal... ¡Me gusta la idea! — exclamo con entusiasmo.
— ¿Porque no de paso lo pegas a la pared? — dice mi tía, qué pasa por nuestro lado aportando algo a nuestra conversación.
— Mira, tampoco está tan mal tu idea... — le digo con una sonrisa malvada.
— ¡Ay, Anne! — dice mi tía cubriéndose la cara con la mano y negando con la cabeza.
— ¡A comer!¡A comer! — gritan mis primos y primas pequeños, supongo que la abuela les habrá pedido que nos llamen a todos.
— ¡El que no se lo coma todo se queda sin postre! — exclama mi abuelo.
Todos nos sentamos en la mesa, los grandes en la mesa grande y los pequeños en la de los pequeños (tenemos dos mesas porque no cabemos en una, jajaja).
— Mamá, no quiero comer más... — se queja mi prima Marta, de 5 años.
— Come un poquito más de carne — le dice mi tía.
— Pero es que no quiero más — repite mi prima haciendo un puchero.
— Si no comes un poco más, no hay postre... — le digo a mi prima.
— ¿Que hay de postre? — pregunta mi prima, interesada.
— ¡Helado! — grita mi primo, Luis, de 7 años.
Viene caminando hacia la mesa con todos los potes de helado.
— No saques el helado tan pronto que se va a derretir... — se queja Sergi.
— Pero yo quiero helado — le dice Luis haciendo un puchero.
— Pues te esperas a que acabemos de comer, como todo el mundo — le contesta Sergi serio.
— Me da igual lo que me digas, ¡me lo voy a comer igual! — le dice Luis abriendo el helado y empezando a comer.
— Está hablando con el novio... — le susurra mi primo Sergi a mi tío.
— ¡Que no estoy hablando con ningún novio listos, estoy hablando con Elena! — exclamo, enseñándoles la pantalla.
— Hay una notificación, tienes un mensaje de... Kilian — lee mi primo.
— Ese es el vecino, ¿no? — dice mi tío.
— Yo creo que esos dos están liados o algo, tanta pelea es muy sospechosa — dice Sergi.
— Y dale, ¡que pesados sois! Me voy a sentar en el otro sofá... — digo, levantándome.
Otro de sus comentarios se escucha cuando me dirijo al otro sofá
— Claro, quiere estar sola para que no veamos de qué habla — dice mi tío — Algo oculta...
Me siento en el sofá y dejo de hacerles caso, esos dos cada vez están más mal de la cabeza, pobres.
Miro los mensajes de Kilian y le contesto.
Siempre tan simpático el niño, si es que da gusto hablar con él (Mentira, estoy siendo sarcástica).
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Os gusta la familia de Anne?
El tío y el primo son un poco pesados y les gusta molestar, pero bueno, así son ellos. Me he inspirado en mi tío y mi primo xd. Ellos son igual de pesados o más 😑😑.
Pero se les tiene cariño 🥰🥰.
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TE ODIO, PERO TE QUIERO (Del Odio Al Amor Hay Solo Un Paso) #1
RomanceAnne Williams es una chica rubia de ojos azules, sarcástica y un poco (bastante) vengativa, con una familia muy peculiar y divertida. Y Kilian Walter un chico de pelo castaño y ojos color miel, es su odioso y molesto vecino, al que conoce desde que...