TE ODIO, PERO TE QUIERO (Del Odio Al Amor Hay Solo Un Paso) #1

9. LO QUE DICEN LAS MIRADAS

Hay algunos saltos en el tiempo, así que cuidado. 

Narra Kilian:

— Mamá, hoy va a venir Anne a hacer un trabajo de clase — le digo a mi madre que está en la cocina. 

— Vale, pero nada de bromas y peleas vuestras que os conozco — me dice mi madre, mirándome seriamente. 

— Por mi parte estaremos en paz, por la suya lo dudo mucho... — digo poniéndo los ojos en blanco. 

— Kilian, no hables así de la gente, no sabes que harán, tal vez pueda sorprenderte algún día su actitud — reflexiona mi madre. 

— Lo dudo mucho... — declaro. 

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Oigo la puerta de abajo, así que supongo que es Anne. Oigo pasos subiendo las escaleras. 

— Kilian, Anne ya está aquí — me informa mi madre que acaba de entrar en mi cuarto — Oye, ponte algo, no vayas sin camiseta...

— Ya voy — le digo con pesadez. 

Me pongo una camiseta blanca y luego Anne pasa a mi habitación con cara aburrida.

— Hola, siéntate — le digo, sin sonar muy autoritario. 

— Acabemos de una vez — dice.

— Acabamos de empezar, no te quejes — 

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— ¿Has acabado tu parte ya? — le pregunto.

Decido romper el silencio y rezo para que esto se acabe ya. 

— Casi, me falta una pregunta — me dice ella, mirándo sus papeles. 

Un minuto después ya ha terminado, que rápido. 

— Ya he terminado — me dice ella entregándome el trabajo.

Miro sus preguntas, para ver si están bien. 

— ¿No te fías de mi? — ironiza. 

— No, la verdad es que no — le digo sin vacilación. 

Acabo de revisar sus preguntas y parecen todas correctas.

— Revisa tu las mías, yo me voy al baño — le digo.

Cuando salgo del baño, Anne se despide y se va. Me quito la camiseta, para estar más cómodo y me siento en la silla de mi escritorio, para hacer los pocos deberes que me quedan. 

Minutos después cuando quiero levantarme... ¡No puedo! ¿Porque no puedo? Toco la silla y mi dedo se queda pegado a la silla, me han puesto pegamento en la silla, corrijo, me ha puesto pegamento en la silla. Ha sido ella, sé que ha sido ella.

No tengo pruebas, pero tampoco dudas. 

— ¡Maldita seas, Anne Williams! — le grito desde mi cuarto. 

Cuando logro despegarme, para eso he tenido que quitarme los pantalones, que se han quedado pegados a la silla.  Sé que voy en bóxer, pero en ese momento me da igual. Salgo al balcón y salto al de al lado. Entro por su balcón hecho una furia. 

— Hola, creo que se te ha perdido algo — me dice señalando mi cuerpo desnudo, vale ahora si que sé que voy semidesnudo. 

— Tú has tenido algo que ver, ¿no? — le digo furioso — Yo para que pregunto, si ya se que has sido...

— Espera un momento, tengo que reírme — dice y empieza a reírse a carcajadas — Ya puedes seguir hablando, ¿que decías?

Mientras ella se ríe puedo observar que lleva puesto un pijama de manga corta, lleva unos pantalones bastante cortos.

— Que mi venganza va a ser peor que esto, Wiliams — alego acercándome a ella — Cuidado conmigo, Williams...

— Que vas a hacerme, ¿eh? — su voz tiembla un poco, nuestras caras están a escasos centímetros de distancia, un paso más y nuestras narices se rozan. Estamos tan cerca que puedo sentir su respiración chocar con la mía.

Ahora mismo, muchas cosas... Pero mis planes no implican una broma, te implican a ti y una cam...

¿Se puede saber en que estoy pensando?¿Hacer eso con ella?¿Que le pasa a mi mente, se me ha muerto una neurona o que?

Nos miramos a los ojos desafiantes, pero allí hay algo más, algo... Que no sé descifrar.

¿Será deseo?¿Atracción?¿Por eso mi mente piensa esas cosas? 

Miro sus ojos azules, son de un color azul cielo. Nuestras miradas siguen conectadas, parece que no quieren separarse, pero los dos cortamos el contacto visual a la vez. 

— Bueno, estás avisada — le suelto, dándo media vuelta. 

Salgo al balcón de su casa y salto al mío. Me tumbo en mi cama y miro el techo. 

¡¿QUE HA SIDO ESO?!

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¿Que os ha parecido este capítulo? 

¿Que os parecen estos dos? Están un poquito ciegos, ¿no? Bueno, esperemos que no lo estén por mucho tiempo :)