TE ODIO, PERO TE QUIERO (Del Odio Al Amor Hay Solo Un Paso) #1

8. EL TRABAJO

Creo que me puedo ahorrar mi despertar y las primeras clases, ha sido todo un aburrimiento. Menos en el patio que ha venido Kilian a recordarme lo del trabajo, ¡que pesado es, por Dios!

— ¡Williams! — me grita Kilian, para que lo oiga. 

Siempre me llama por mi apellido, bueno, yo también lo llamo a él por su apellido. Lo he oído, ¿pero sabéis que? 

Lo voy a ignorar. 

— ¡Williams! — vuelve a gritar. 

Yo no he oído nada... Uy, ¡una mosca! 

— ¡Anne! — grita mi nombre y viene hacia mi un poco enfadado — Estás sorda, ¿o que?

— Mira, pero si te sabes mi nombre y todo... — le digo con burla. 

— Muy graciosa — me dice — Acuérdate de que hoy tenemos que hacer el trabajo. 

— Que si pesado... — digo con cansancio. 

— Como no aparezcas... — amenaza. 

— Que si voy a venir, ¡pesado! — le digo y me alejo de él.  

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— ¡Mamá! ¡Me voy a casa de Kilian a hacer un trabajo! — grito desde la puerta para que pueda escucharme. 

Poco después llega ella. 

— Anne, sabes que tienes piernas y puedes usarlas para venir a decírmelo sin tener que gritar... —me dice mi madre. 

— Es que es más cómodo decirlo así — replico, encogiéndome de hombros. 

— Que es más cómodo, dice... Espera, ¿has dicho Kilian? — dice mi madre confusa y curiosa. 

— Si, no te hagas ideas... — le digo, porque sé como es. 

— ¿Yo?¿Ideas?¡¿Pero que dices?! Pásalo bien, e intentad no mataros... — me dice mi madre sonriendo. 

— Pásalo bien... Si me lo voy a pasar divinamente cuando le haga la próxima broma — digo bajito para que no me escuche, pero es en vano. 

— No estarás planeando una de las tuyas, ¿no? — intuye mi madre. 

— ¿Yo?¡¿Pero que dices mamá?! ¿Me ves a mi capaz de hacer algo así? — digo indignada, con una mano en mi pecho. 

— Si, hija mía, si que te veo capaz... — dice, pero antes de que empiece a hablar me despido y cierro la puerta. 

Voy a la casa de al lado y toco el timbre. Me abre Mary, la madre de Kilian. 

— Hola Mary — la saludo. 

— Hola Anne, ya me ha dicho Kilian que vendrías para hacer un trabajo — me dice Mary con una sonrisa — Pasa, cariño, pasa. 

Entro y Mary me guía a la habitación de Kilian. No es la primera vez que vengo aquí, he venido otras veces, porque nuestros padres organizaban cenas o comidas juntos, algunas acabaron un poco mal gracias a Kilian y a mi. 

— Kilian, Anne ya está aquí — le dice su madre que ha entrado en su cuarto — Oye, ponte algo, no vayas sin camiseta...

— Ya voy... — oigo que le dice Kilian. 

Su madre le dice un par de cosas más que no llego a oír. Unos minutos después su madre sale y me dice que puedo pasar. Entro y veo a Kilian sentado en una de las sillas de su escritorio (con camiseta por cierto). 

— Hola, siéntate — me dice Walter, con cara de amargado. 

— Acabemos de una vez — digo. 

— Acabamos de empezar, no te quejes — replica él. 

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— ¿Has acabado tu parte ya? — me pregunta Kilian, sin alzar la vista de su trabajo. 

Hemos estado en silencio hasta ahora. 

— Casi, me falta una pregunta — le digo, siguiendo mi cometido.

Un minuto después ya he terminado.  

— Ya he terminado — le digo entregando el trabajo. 

Él mira mis preguntas. 

— ¿No te fías de mi? — ironizo. 

— No, la verdad es que no — me dice él. 

Acaba de revisar mis preguntas. 

— Revisa tu las mías, yo me voy al baño — me informa Kilian, y es mi oportunidad perfecta para hacer una cosita...

Cojo mi mochila y saco el pegamento transparente que compré ayer por la tarde con Elena y mi prima. Pongo un poco en la silla de Kilian. Espero que no se note. Repaso un poco las preguntas y cuando sale del baño, me levanto y me despido. 

Unos minutos después... 

Estoy tranquila en mi cuarto leyendo, cuando...

— ¡Maldita seas, Anne Williams! — exclama Kilian, desde su cuarto. 

Música para mis oídos...

Sabía que iba a gritar mi nombre, pero lo que no sabía era que iba a entrar por el balcón de mi cuarto hecho una furia, sin pantalones y sin camiseta. 

— Hola, creo que se te ha perdido algo — le digo señalando su cuerpo semidesnudo. 

Que por cierto está buenísimo.

Que alguien me diga que no acabo de decir eso.

— Tú has tenido algo que ver, ¿no? — pregunta furioso — Yo para que pregunto, si ya se que has sido... 

— Espera un momento, tengo que reírme — le digo haciéndolo callar y empiezo a reírme a carcajadas — Ya puedes seguir hablando, ¿que decías? 

— Que mi venganza va a ser peor que esto, Williams... — me dice Kilian acercándose mucho, demasiado a mi — Cuidado conmigo, Williams... 

— Que vas a hacerme, ¿eh? — mi voz tiembla por su cercanía, nuestras caras están a escasos centímetros de distancia, un paso más y nuestras narices se rozarán. 

Los dos nos miramos a los ojos desafiantes, pero allí hay algo más, algo... Que no sé descifrar.

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¿Os ha gustado el capítulo? 

Vaya dos. ¿Que será eso que Anne no logra descifrar? Bueno, todos lo sabemos ya, los únicos que no se enteran son ellos, pero paciencia, ya se darán cuenta.