-¿¡Acaso te has vuelto loco?! irás a un lugar sin siquiera saber que tipo de gente son!- gritaba un exaltado tailandés.
-Sé que es arriesgado pero no tengo otra opción, quizás nunca vuelva a tener otra oportunidad así y verdaderamente necesito ese dinero.-
-Trato de comprender eso pero cuando hay condiciones tan extrañas se debe de pensar en todos los posibles riesgos.-
-¡Por favor pichit! creo que estás exagerando la situación.-
-¿¡Eso crees!?.-
-De cualquier manera ya tomé la decisión, hoy en la tarde vendrán por mi.-
-¡Eres un idiota!.- respondió pichit cada vez más furioso.
-¡Deja de llamarme asi!.- protestó el japonés.- tú no sabes lo que vivo, he pedido varias prórrogas y el crédito vence en ocho meses, si no tomo este empleo no podré liquidarlo, ¿y sabes como lo pagaré? ¡con cárcel! ya que no tengo nada más con que responder.-
Pichit se quedó callado, evidentemente no había reflexionado en ello.- yo...siento tanto no poder ayudarte, ahora que mi madre enfermó la mayoría de nuestros recursos se destinan a ella.-
-Lo sé, y te lo agradezco mucho pero no tengo otra opción.-
-Sólo espero que no haya nada malo detrás de todo esto.- dijo Pichit con preocupación.
-Estoy seguro que no, además yo confió en beka.-
-¿Y ya hablaste con el señor Pavlov?.-
-Ya lo hice y dijo que no había problema, al parecer es amigo de mi futuro jefe.-
-¿Y con tu casero también hablaste?.-
-Sí, ya le avisé.-
-¿Entonces ya todo está listo?.-
-En realidad sí.- afirmó el japonés con satisfacción.
-Pues te deseo mucha suerte.- dijo el tailandés levantándose dispuesto a salir del departamento del japonés.
-Gracias Pichit, pero te agradecería que dejaras esa cara, no es como que me vaya a ir a otro planeta.-
-Por supuesto que no, pero apuesto a que ni siquiera sabes a donde te van a llevar.-
Yuuri no respondió de inmediato ya que Pichit acababa de decir una verdad.- confió en Beka.- fue su única respuesta.
Después de que el tailandés se marchó, Yuuri pasó el resto del dia ordenando el departamento para dejar todo perfectamente limpio y poder entregar las llaves a su casero, además de que sacó a la basura gran parte de sus cosas personales pues sólo se llevaría una pequeña maleta, cerca de las cinco de tarde un auto azul marino se detuvo frente al edificio del que descendió el Kazajo haciendo una señal a Yuuri que desde hacía una hora estaba atento viendo por la ventana del edificio, enseguida tomó su maleta y entró al viejo ascensor no obstante antes de salir pasó al departamento del casero para despedirse y entregar la llave de su vivienda.
-Hola Beka.- saludó al Kazajo que rápidamente abrió la cajuela para que metiera su maleta.
-Hola Yuuri, ¿estás listo?.-
-Estoy listo.- afirmó.
-Vámonos entonces.- dijo Otabek.
Rápidamente se acomodó en el asiento trasero del vehículo, ahí se encontró con el ya conocido chico de los ojos verdes y también con otro sujeto de cara seria y aspecto oriental que estaba colocado al volante.
-Te presento a Seung Gil Lee, él es uno de nuestros chóferes.- dijo el chico rubio.
-Yuuri Katsuki, es un placer conocerte.- se presentó el japonés.

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Black Velvet
FanfictionYuuri katsuki un inmigrante japonés llegado a Rusia desde la infancia queda en la quiebra con solo una impagable deuda, sin embargo pronto recibirá una extraña pero tentadora oferta de trabajo la cual toma sin pensarlo lo que no imagina es que su vi...