Cap IX- Enemigos.

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Dos modestos autos se detuvieron ante una descuidada casa ubicada en uno de los distritos más pobres de Moscú habitados en su mayoría por migrantes de los países de la ex Unión Soviética, de uno de ellos bajó el poderoso Viktor Nikiforov acompañado de su séquito formando por Yura, Beka, Georgi y Seung, así como de un par de hombres más. Al entrar a la casa ya un hombre de aproximadamente 40 años con cabello entrecano, de baja estatura, complexión delgada y ojos grises los cuáles se ocultaban detrás de unos lentes negros esperaba sentado ante una vieja mesa cubierta misteriosamente por periódicos, ¿su nombre? Lev Andreev, máximo lider del movimiento pro ruso en Ucrania.

-Es un honor conocerlo, señor Nikiforov.-

-Gracias.- respondió el peliplata sentándose en una silla ante el sujeto al mismo tiempo que Yura y los demás hombres se colocaron detrás de él atentos a cualquier movimiento al igual que al menos cinco sujetos hicieron con Lev Andreev.

-¿Seguramente se preguntará la razón por la que le rogué por esta entrevista?.- dijo el sujeto.

-A decir verdad si me extraña que me la pidiera, siempre hemos hecho negocios por medio de intermediarios pero hoy quiso que nos viéramos personalmente. Asi que dígame; ¿qué es lo que quiere?.-

-Verá, me he dado cuenta de que usted le vende armas a Fiodor Mendeiev el jefe de la guerrilla ucraniana.-

-¿Y?.-

-Yo como líder del movimiento pro ruso en Ucrania veo esto con preocupación.-

- Eso a mi me tiene sin cuidado, y aunque mi madre era en parte ucraniana no pienso meterme en sus disputas. - respondió el ruso con altanería.

-Obviamente, para usted esto es sólo un negocio.-

-Precisamente, esa es la razón por la que tanto le vendo armas a usted como a Mendeiev.-

-Sin embargo me gustaría proponerle un negocio que seguramente le interesará.- añadió Andreev disimulando su disgusto por lo que acababa de oír.

-Entonces lo escucho.- Viktor podría tener dinero a raudales pero no podía perder la oportunidad de otro posible buen negocio.

-Como usted puede imaginar mantener una guerrilla contra un estado tan poderoso como es Rusia es una empresa casi imposible para una organización como la nuestra, eso nos ha obligado a recurrir a diversos metodos para obtener fondos, entre ellos la venta de drogas, este mercado es cada vez más importante, de hecho en Ucrania ya casi tenemos el control por completo, sin embargo nuestra meta es llegar aquí para ampliar nuestro mercado y para eso necesitamos de su ayuda.-

-¿Y cómo sería eso?.- cuestionó el ruso con interés.

-Lo que necesitamos es protección, usted tiene numerosos hombres a su servicio, en cambio nosotros somos pocos, por ello si usted quisiera ayudarnos a quitar obstáculos podríamos adentrarnos a Rusia y...-

-En pocas palabras lo que usted quiere es que mis hombres les abran camino.- lo interrumpió.

-Es correcto, lógicamente usted sería partícipe en las ganancias.-

-Seré claro; no me interesa el mercado de las drogas, mí abuelo inició esta organización con el tráfico de armas y así pienso conservarla-

-Pero señor Nikiforov, está dejando ir un magnífico negocio.-

-No lo creo, el mercado está dominado por traficantes en su mayoría de Asia y de América latina, así que no le veo futuro a sus planes. Al menos no en Rusia.-

-¿Entonces rehusa apoyarnos?-.

-Si.- respondió el ruso con determinación.

-Bueno, supongo que será inútil insistir.-

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