Cap.VII- Deseo.

305 46 27
                                        

En uno de los distritos más elegantes de San Petersburgo un auto se detuvo frente a una casa de tres plantas, de el bajó un sujeto de aproximadamente 40 años de cabello rojizo y ojos verdes con mirada fria y una gran cicatriz cruzandole el rostro lo que le valió el apodo de "Scarface" tal como el personaje cinematográfico, su nombre: Igor Koslov.

-¡Vaya! veo que has aprendido a llamar antes de entrar.- exclamó un hombre de 60 años desde su sillón al otro lado de un inmenso escritorio cuando Koslov entró al lugar.

-Aprendo rápido.- respondió sentándose sobre un sofá.

-Lo sé, de lo contrario no te habría nombrado mí futuro sucesor.

-Gracias señor Stepanov.-

-Sinceramente estoy muy satisfecho con tu trabajo aunque por esta vez cometiste un error al atacar a Georgi Popovich cuando a lo único que te envié a Moscú fue a investigar las conexiones de Nikiforov con los nuevos funcionarios de la ciudad y descubrir si realmente lo protegen.-

-Lo siento jefe, admito que fue un error.- se disculpó el tipo bajando la cabeza.

-Acepto tu disculpa, por otro lado tu idea de decir que te sublevaste en mí contra fue magnífica, así podrás acercarte más a ellos sin que sospechen de mi.-

-Se lo dije, ¿asi que ese imbécil de Giacometti se tragó el cuento?.-

-Por completo, además le dije que aceptaba colaborar con ellos y con eso se quedó convencido.-

-Después de todo ese idiota de Nikiforov no es tan listo como parece.- dijo Kozlov con una risa burlona.

-Es un estúpido, lo único que realmente sabe es revolcarse en la cama con cuanto chico se le pone enfrente. Su madre también lo hacía pero ella al menos consiguió provechosas alianzas las cuales necesito saber si siguen vigentes.-

-Lo están, logré averiguar que el alcalde Plisetsky le da protección total. Y no sólo eso, también le ha ayudado a contactarse con Orlov el ministro de la defensa al que ha dado generosos sobornos para que le permita seguir operando en el sur de Rusia incluso hasta la frontera con Ucrania.-

-¡Ese desgraciado! si nos confiamos pronto Nikiforov tendrá el control de todo el tráfico de armas en Rusia y sus alrededores, eso nos dejará sin mercado.-

-Pero no vamos a permitirlo, ¿no es asi jefe?.-

-Desde luego que no, sólo debemos buscar un punto débil para atacar.-

-Deme un poco mas de tiempo y lo descubriré.-dijo kozlov con una tétrica sonrisa.

-Lo harás ya que tú nunca me decepcionas. cambiando de tema, es una lastima que Davydenko haya sucumbido ante ese infeliz de Popovich.- (se refiere al chico espía que Viktor mandó matar)

-Le advertí que no actuara por su cuenta pero no me hizo caso.- añadió Kozlov.

-Sólo espero que no haya hablado de más.-

-No lo creo, era uno de mis hombres mas leales.- concluyó kozlov para tranquilizar a su jefe.

-Dentro de una semana viajaré a Moscú para encontrarme con Nikiforov, obviamente me mostraré colaborativo eso es lo que mas nos conviene por el momento.-

-¿Pero lo ha pensado bien?-.

-Claro que si, que mejor que conocer a fondo al enemigo para saber cómo derribarlo desde abajo.-

-Tiene usted razón jefe, derribaremos a Nikiforov y lo obligaremos a arrastrarse ante nosotros.-

Ambos sujetos sonrieron con la esperanza de algún dia ver a Viktor derrotado, pues en Mijaíl Stepanov tenía a su mayor enemigo el cuál sería clave en el futuro del ruso.

Black VelvetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora