Cap XXXII- Carrera contra la muerte.

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--¡No puede ser!.-- gritó el pelinegro al ver a Rostov escapar.

Rápidamente y sin reflexionar en el peligro se agazapó detrás de los arbustos para evitar que Viktor lo detuviera aprovechando que este se encontraba distraído, se alejó un poco para poder cruzar el camino evitando la débil luz de los vehículos y se internó entre la maleza tomando uno de los senderos, en su interior tenía la seguridad de que Rostov si había sido alcanzado por una de las balas asi que no podría ir lejos, ¿pero por qué Viktor y los demás no hicieron lo mismo que el japonés?, no lo hicieron porque sabían que en aquella zona había muchos sitios donde ocultarse y además Rostov podría pedir refuerzos y ya que algunos de sus hombres cayeron en la lucha ahora eran ellos los que podrían ser presas de una emboscada en un momento vulnerable. No así el pelinegro que creyó que si no acababa de una vez con Rostov ya no habría otra oportunidad.

Recorrió unos metros mientras las voces de Viktor y de los demás se escuchaban cada vez mas lejos, el bosque estaba sumido en una tenebrosa penumbra que disminuía un poco gracias a la blancura de la nieve. Por el momento no había señal de Rostov por lo que creyó había tomado el sendero equivocado no obstante el sonido de algo similar a un gemido doloroso lo hizo ponerse alerta. Se deslizó por detrás de un árbol y vio entre la penumbra una silueta tambalearse por lo que parecía alguien herido de una pierna. Cuidadosamente siguió al sujeto con su arma en la mano lista para ser accionada, en ese instante un solitario búho alzó el vuelo entre las copas de los árboles que se balanceaban al ritmo del viento que anunciaba una nueva tormenta, ahí fue cuando perdió de vista al sujeto aunque estaba seguro de que rumbo había tomado, reanudó su andar con cuidado de no pisar las ramas secas que cubrían el sendero hasta que más adelante un fragmento de muro de piedra parte de una vieja cabaña derrumbada le hizo pensar que quizás ahí estuviese escondido, se acercó con sigilo pero en ese momento el crujido de una rama a sus espaldas lo hizo girar rápidamente aunque también con la misma rapidez recibió un fuerte golpe en la cabeza que lo derribó bruscamente causando que su arma se escapara de sus manos y cayera entre unos arbustos en una zona bastante oscura

--¿¡Así que me has seguido!?.-- dijo Evgeni Rostov con la voz llena de furia.

--¿Acaso pensaste que te dejaría ir.-- respondió el nipón con la misma cólera aunque luchando por levantarse ya que el golpe lo había aturdido.

--¡Vaya!, veo que no eres muy fuerte que digamos apenas un golpe y ya estás en el suelo, ¿y asi Nikiforov piensa convertirte en su sucesor? es claro que para lo único que sirves es para revolcarte con él como una p**a.-- Rostov dijo aquello con el mas profundo desprecio.

--¡Pues ya verás que no sólo sirvo para eso!.-- Yuuri se incorporó movido por su indignación y su furia.

--Eso lo veremos.-- contestó el ruso desafiante.

Yuuri dirigió un fuerte puñetazo al rostro de Rostov que no tuvo oportunidad de esquivarlo aunque enseguida le respondió con un puñetazo en el abdomen el cual hizo tambalear al nipón por el dolor.

--¡Desde hace semanas tú y Koslov están cazandome pero no caeré tan fácilmente como creen!.--

--¡Jajaja, no me hagas reír!.--

Yuuri como respuesta lanzó otro golpe que por desgracia fue esquivando y en cambio él fue quien recibió un terrible impacto directo a su rostro.-- Si yo caigo tú lo harás conmigo.-- el nipón dijo aquello con una mirada terrible mientras limpiaba el hilo de sangre de su labio.

--Entonces terminemos con esto.-- Rostov sacó algo que a pesar de la penumbra brillo claramente dejando ver que se trataba de una navaja abierta.

Lo que enseguida ocurrió fue terrible; ambos hombres rodaban por el suelo alternando quien se posicionaba sobre el otro a la vez que se lanzaban fuertes golpes sin contar con que Rostov había intentado usar la navaja sólo que Yuuri pudo arrebatarsela rápidamente aunque también la perdió, pero lo más grave era que conforme pasaban los minutos la balanza se inclinaba a favor del ruso ya que para Yuuri era claro que no podría contra la fuerza física de aquel sujeto casi de la misma estatura de Viktor pero más corpulento, era simplemente una pelea dispar. En medio del forcejeo los broches del chaleco del nipón se soltaron lo que hizo que sus movimientos se entorpecieran así que en una fracción de segundo se despojó de el, en ese instante vio la pistola de Rostov entre la nieve así que estiró la mano para alcanzarla mientras intentaba quitarse de encima al sujeto, lo que no sabía era que dicha arma sería inútil ya que estaba descargada por eso el ruso la había usado sólo para golpearlo en la cabeza cosa que comprobó cuando la accionó sin éxito, ahí fue cuando sintió un fuerte impacto en la espalda debajo del omoplato derecho a la vez él también golpeó la cabeza de Rostov con la pistola dejandolo visiblemente aturdido, aprovechando la oportunidad se levantó tambaleante para buscar su propia arma entre la hierba y la nieve cosa que logró para sin más tardanza acercarse al ruso que luchaba por incorporarse.

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