LA FIESTA.—¿qué te parece?
Meneo la cabeza en negación —¿no es muy de señora?
Talina me mira y luego hecha un vistazo al vestido rosa pastel floreado que sostiene, sulta un bufido y lo lanza al montón de ropa que hay en su cama.
—¿tu que te vas a poner?— dice mientras se sienta a mi lado.
—un jean negro, un top blanco una chamarra y tenis, algo básico.
—¿esta bien si uso esto?— camina a su armario y saca un jean azul, una blusa blanca de manga larga y un par de tenis.
Sonrió por su elección —esta perfecto.
Empaca su ropa en una mochila junto con maquillaje y más cosas para ir a mi casa.
—venga, vamonos.
Las dos salimos de su casa y tomamos un taxi para ir a la mía, en el camino nos tomamos las fotos pre-fiesta, estoy segura que el chófer hasta se canso de nosotras.
Bajamos y entramos a mi casa y luego a mi habitación para comenzar a arreglarnos, pasan los minutos que se convierten en horas cuando ya estamos listas.
Nuestros maquillajes son naturales, el cabello de Talina lo ondulo y yo alacie el mío, en este tiempo he resivido más de veinte mensajes de Zaid pidiendo que lo perdone y simplemente lo ignoro pero aún estoy insegura.
—Tali— habló distrayendola de ponerse máscara de pestañas.
—¿tienes miedo?— odio que sepa lo que me pasa tan rápido.
Agachó la cabeza —si.
Siento que pone su mano en mi hombro y me abraza —no estas sola, sabes que si quiere volver a tocarte, no se lo voy a permitir y si no estoy yo serás tú quien se lo impida— deja de abrazarme y toma mi mano —eres fuerte Ruth, muy fuerte, y se que esto lo puedes enfrentar, yo te ayudaré.
Le doy una media sonrisa —gracias.
—no me tienes que agradecer, sabes que no quiero que te hagan daño, suficiente tienes con tu mamá— mira la hora de su reloj y su sonrisa se amplía —¿nos vamos?
Asiento con la cabeza y salimos de casa para ir a la fiesta.
Según esto es para festejar que ganamos el partido final y para tener pretextos de poder tomar y alborotarnos como locos, llagamos a la casa de la fiesta y es una de las más grandes de la ciudad.
Le pertenece a una de las porristas, en especifico la capitana, la casa está repleta y tambien hay personas afuera, todos los autos están en todo el parqueadero de esa zona y la casa está que explota.
Ambas entramos y dos chicas «también porristas» nos resiven con un envase de cerveza que nosotras aceptamos, nos adentramos más a la fiesta y esta hecha una locura.
La chica es millonaria y eso lo aprovecha al máximo, en el patio donde está la piscina al borde hay un inflable en forma de resbaladilla llena de jabón donde muchos se lanzan.
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Recuerdos De Diciembre©
Teen FictionQuien imaginaria que todo empezó con un cliché "el trabajo en pareja" pero no uno normal, tal vez la maestra estaba mal de la cabeza como para esposar a los alumnos durante una semana y con la persona que más odiaban. Así comenzó esta historia entre...