APUESTA.
—Te amo Ruth.—Yo también te amo.
Lo miro a la cara y tiene una sonrisa perfecta, mientras el viento hace que su cabello se despeine un poco.
—prometeme que nunca me harás daño.
—te lo prometo Ruth— dice mientras besa mi frente.
...—¡SUELTAME!
—¡ENTIENDE QUE NO TE VAS A IR!
—ya no quiero estar contigo, eres un maldito loco.
Siento mi mejilla arder y es porque el me ha dado una bofetada muy fuerte, sostengo mi mejilla con la mano mientras mis ojos se empañan y mi ser quiere salir de ahí.
—perdoname Ruth, no te quería lastimar— dice mientras se acerca a mi con intención de abrazarme.
—quiero que te vallas...
—no Ruth, no por favor, te he pedido perdón, entiende que te amo y por eso te celo, no sabes lo que me causa que otros hombres te miren.
—me amas... ¿Y por eso me haz golpeado?
—Ruth...juro que no volverá a pasar.
—claro que no volverá a pasar— el sonríe esperanzado —porque te quiero fuera de mi vida ahora.
Trato de ir a la puerta pero siento un jalón y luego solo hay obscuridad...
Me despierto alarmada, estoy sudando frío y mi respiración es agitada, son las dos treinta de la madrugada, sigo con el uniforme y la sudadera de Nick puestos.
Miro mi entorno y una vez más me tranquilizó sabiendo que solo fue un sueño. Un horrible sueño de mi pasado.
Necesito aire fresco.
Me levanto de la cama y me quito el uniforme junto a la sudadera, me pongo una pijama y busco un vape en mi cajonera, «hace mucho que no lo consumo» me paro frente a la ventana y la abro haciendo que la brisa del aire fresco golpee mi cara.
La calle está desolada e iluminada solo por unas cuantas luces, todas las casas están en silencio y el ambiente es más agradable que de costumbre.
Me recargo sobre el marco de la ventana y la doy una calada al vape, cierro los ojos alzando la cabeza y después de unos segundos dejó escapar el humo de mis labios lentamente.
Abro lo ojos y veo el cielo estrellado y limpio bajo poco a poco mi mirada hasta encontrar a un chico en su balcón con pantalón de cuadros rojos, una playera negra y su cabello despeinado apuntando a todas las direcciones posibles, su piel pálida destaca entre la obscuridad y sus ojos negros adormilados me observan.
—odiosa— su voz sale casi en un susurro profundo llenando el silencio de la madrugada.
—creido— le respondo aunque mi voz no es como la de él.
—¿insomnio?— pregunta mientras talla sus ojos con pereza.
—si, algo asi— más bien una pesadilla —¿y tu?
—igual.
El espacio entre nosotros queda en un silencio casi sepulcral, el recarga sus manos en la orilla del balcón y agacha su cabeza por un momento mientras yo lo observó y le doy otra calada al vape.
El vuelve a subir su mirada y observa mis labios y el humo que sale por una pequeña abertura.
—¿me das?— señala lo que tengo en la mano.
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Recuerdos De Diciembre©
Fiksi RemajaQuien imaginaria que todo empezó con un cliché "el trabajo en pareja" pero no uno normal, tal vez la maestra estaba mal de la cabeza como para esposar a los alumnos durante una semana y con la persona que más odiaban. Así comenzó esta historia entre...