❄️Capitulo 29

1.6K 106 41
                                    


ESQUIAR.

Una ráfaga pequeña de aire golpea mi cuerpo desnudo apenas cubierto por una delgada sábana, abro lentamente los ojos viendo la ventana abierta por la cual se cuela el aire.

Volteo mi mirada a un costado y miró a Nick durmiendo pacíficamente boca abajo, se ve como un ángel tal cual, su piel pálida y tersa como la porcelana es demasiado atractiva, su cabello negro está completamente desordenado y en sus labios se torna una tenue sonrisa. Sigo mirándolo como una acosadora hasta que el siente mi mirada y abre los ojos aún adormilado encontrándose con los míos.

—buenos días vampirina.

—buenos días gasparin.

Me sonrie calidamente y se acerca a mi para darme un pequeño beso en los labios, su mano envuelve mi cintura y asciende por mi espalda tocando mi piel delicadamente.

Mi cuerpo vibra en alto ante su tacto y si por mi fuera estaría todo el día así con el, me muevo en la cama para juntar de nuevo nuestros cuerpos y sentir nuestras pieles en contacto. Su mano sigue subiendo y bajando por mi espalda mientras sus ojos y los míos transmiten tanto con solo miradas. 

Algo que jamás había sentido.

Junto nuestros labios en un beso tierno lleno de pasión, en un movimiento Nick se ha subido encima de mi sin aplastarme, puedo sentir su sexo sobre mi vientre; al mismo tiempo que se va endureciendo, el beso se torna más salvaje y mis pezones se han puesto erectos.

Tal parece que lo de anoche no fue suficiente y nuestras hormonas piden más. Pero entonces una llamada al celular de Nick arruina el momento.

Bufa con frustración pero aún así se separa de mi y contesta la llamada —¿qué pasa?, ¿Ya tan pronto?, Vale entiendo, en una hora llegamos, bye— cuelga la llamada y se voltea hacia mí —es hora de irnos hermosa.

—¿tan pronto?— miró la hora en su celular —apenas son las ocho treinta de la mañana.

—si, tenemos que irnos porque tu regalo de cumpleaños aun no acaba— toca la punta de mi nariz y me sonrie como un niño pequeño.

—Nick, no tenienes porque hacerlo.

—claro que tengo y más vale que no repreches, así que ahora vístete, Talina te dejo algo de ropa por ahí— señala una mochila en una esquina.

Hago puchero pero de todos modos me levanto de la cama con la sábana envuelta en mi cuerpo y camino para tomar mi ropa y ponermela, Nick hace lo mismo, también ato mi cabello en un moño, tomamos todo lo que es nuestro y bajamos hasta el estacionamiento de aquel castillo, metemos todo al auto y salimos antes de que se abra como atracción al público.

En el camino a casa solo hablamos de cosas irrelevantes y cuando llegamos cada uno se va a su casa para darce una ducha, desayunar algo y salir de nuevo «por sierto el vestido de cenicienta y los zapatos me los he quedado yo»

Mi madre al parecer ni siquiera se dio cuenta que no pase la noche aquí y si se dio cuenta no le importo.

De nuevo nos montamos en el auto y ahora el maneja hacia las colina del otro lado de la ciudad donde en estas fechas de nieve el paisaje es maravilloso y es un punto maravilloso para poner unas cuantas atracciones. El clima es más frío por esta zona y mi aliento lo comprueba a todo momento, llegamos y ahí nos esperan ya Sam, Talina, Mateo, Helen, Cassandra e Iker, todos con equipos de esquí.

Recuerdos De Diciembre©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora