❄️Capitulo 21

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ELLA Y YO.

NICK.

—te deseo Nick.

Oírla decir eso fue una bendición para mis oídos, había tenido que aguantar mucho tiempo y ahora estamos mus cerca de hacerlo.

Mis labios se estampan con los de ella y disfruto el sabor de ellos, chocolate y fresa, ella está tan desesperada como yo sus manos viajan a mis hombros y ahí da un tirón a mi suéter para sacármelo.

Me separó de ella un momento porque necesito aire, el tiempo ella lo aprovecha para cerrar la puerta de la habitación con seguro, vuelve a paso apresurado a mi y una vez más vuelvo a besar sus deliciosos y carnosos labios.

Mis dedos van primero a su corbata, le deshago el nudo y la lanzó por algún lado de la habitación, luego voy a los botones de su camisa y con la velocidad que puedo los desabrocho dejando ver su sostén rosa que cubre sus pechos y resalta el pequeño diamante que tiene entre ellos.

Ella hace lo mismo pero lo hace con lentitud y sensualismo haciendo que el bulto en mi entrepierna cresca y se endurezca más, tan solo me imagino lo que sería estar dentro de ella, dentro de sus estrecheces. Nos quitamos las camisas mutuamente dejando nuestros torsos desnudos.

La empujó sobre la cama y ella cae de espaldas, me subo arriba de ella sin aplastarla y vuelvo a besarla con lujuria, mi mano se desliza por uno de sus muslos de arriba a abajo por debajo de su falda disfrutando su suave piel, nuestras lenguas chocan una y otra vez disfrutamos este momento y ninguno de los dos quiere que se acabe pronto. Dejó de frotar mi mano sobre su muslo y asciende hasta el inicio de su falda, tomó con mis dedos esa parte y la deslizó hacia abajo para sacársela, la lanzó y justo cae en su mesa de noche a un lado de la cama tirando algunas cosas de ahí.

Sulta una risita y se estira para ver lo que se cayó, un despertador, chicles, un bolígrafo y un vaper, estira su mano para alcanzar este último, lo toma entre sus manos, se vuelve a acostar y se lo lleva a la boca inhalando el humo sus ojos penetrantes me observan y de un momento a otro pasa su mano por mi nuca y me atrae hacia ella, no junta nuestros labios los deja a una distancia muy corta y se lo que pretende hacer, abro un poco mi boca dejando un orificio y ella suelta el humo sobre mis labios, lo mantango un momento y bajó mi cabeza a la altura de sus pechos para ahí soltar el resto del humo.

Sigue mirándome con esos ojos llenos de deseo y perversión y sinceramente me gusta demasiado, se levanta de nuevo y me da la vuelta ahora ella quedando arriba de mi, se inclina para volver a juntar nuestros labios mientras frota su intimidad sobre mi miembro de arriba a abajo, llevó mis manos a su espalda y busco el broche de su sostén, en cuanto lo encuentro lo desabrocho y vuela a alguna parte de la habitación.

Sus pechos quedan al aire, ella se separa de mí con brusquedad quedando sentada en mi regazo y se cubre con una mano con inseguridad.

—¿qué pasa? ¿Quieres dejarlo?

—no no— niega rotundamente —solo que...bueno...se que haz visto a muchas mujeres y yo...pues no tengo pechos tan grandes como ellas...

Sonrió un poco y le aparto el mechón de cabello que estorba en su cara —son los más bonitos que he visto.

—no mientas.

Me levanto quedando levemente sentado y recargado en el respaldo de la cama, mi mano agarra la de ella y la aparta de sus pechos dejándolos a mi vista, llevo sus dos manos atrás de su espalda y no dejó que las mueva. Acercó mi cara a su pecho y pasó la punta de mi lengua por uno de sus pezones erectos.

Recuerdos De Diciembre©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora