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Independientemente de que su conversación suceda mientras él se estaba quedando dormido, Jackson tiene la tenacidad de un bulldog y, como la mayoría de las cosas, no lo dejará pasar.

—Han pasado como, ¿qué, dos semanas? Por favor, déjalo —suplica Jinyoung, a dos pasos de arrodillarse y juntar las manos.

Jackson solo se ríe y gira descuidadamente en la silla de su escritorio, poniéndose de pie en su última rotación para descansar sobre la cama de Jinyoung.

El otro había estado tratando de leer con Jackson jugando, ya que se había invitado a sí mismo, de nuevo, sin ninguna razón real en mente. Lo que no le habría molestado, excepto por el hecho de que había sacado a relucir casi de inmediato su encuentro con el súper rico playboy Lim Jaebeom.

—Sí, han pasado dos semanas. Dos semanas de ti deprimido y mirando tu teléfono como si estuvieras pensando en llamarlo

Jinyoung siente que su rostro se enrojece ligeramente al ser descubierto, pero lo niega con vehemencia de todos modos.

—No lo he hecho

—Y yo no soy chino —resopla.

Con un chasquido irritado de su lengua, Jinyoung se inclina hacia atrás y patea el tobillo de Jackson, alejándolo del pie de la cama. Pero Jackson solo se ríe, triunfante al exponer el extraño deseo de Jinyoung de llamar al hombre que básicamente le ofreció un trabajo como prostituto.

—A veces me arrepiento de decirte estas cosas, ¿sabes? —se queja, pero solo saca su teléfono mientras Jackson lo observa con entusiasmo. —Relájate, asesino —dice girando el teléfono para que Jackson pueda ver la hora en la pantalla en letra blanca. —Son casi las 11:30 p. m., de todos modos es demasiado tarde para llamarlo ahora

—Es un tipo rico y es sábado. ¿Qué más crees que está haciendo? Probablemente todavía esté despierto —pone los ojos en blanco.

—Tal vez esté ocupado

Jackson vuelve a rodar los ojos, más exagerado que el primero. Se está volviendo más teatral.

—¿Ocupado cómo? Es un playboy, rico y además es sábado. No está ocupado

—¿Cómo lo sabes?

—No lo sé

Jinyoung se recuesta con una sonrisa, pero su triunfo no dura cuando Jackson se adelanta para tomar el teléfono de su regazo.

Chilla, agarrándolo con las manos, pero Jackson ya tiene una mano en su hombro y el teléfono extendido en la dirección opuesta fuera de su alcance. Éste hojea los contactos y se ríe cuando ve que Jinyoung ya le había creado uno.

—No sabes lo que está haciendo, pero —dice, y el corazón de Jinyoung cae en su estómago cuando Jackson presiona para llamar. Rápidamente sostiene el teléfono con una risa en los labios. —Pronto lo sabrás

Jinyoung solo lo mira como si no pudiera creer que sea real, con Jackson todavía riéndose de él en silencio.

Oye débilmente el timbre de la línea y vuelve a la acción. Agarrando el teléfono, casi lo deja caer en su fervor por quitárselo a Jackson y colgar, pero algo parecido a una terrible curiosidad lo hace acercar lentamente el teléfono a su oreja.

Jackson se ve engreído, con los brazos cruzados y sonriendo como si hubiera ganado una medalla. Jinyoung quiere patearlo.

La línea sigue sonando y Jinyoung hace un ruido.

—¿Ves? —niega con el teléfono aún pegado a la oreja. —Nada...

Pero luego, la línea se corta en medio del timbre y una voz baja responde.

Bendita sea mi mala suerte [Bnior/JJP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora