¡Shut up!... Just go

10

Al día siguiente le dieron repentinamente de alta a Juls, el abuelo de Shelly había hecho una que otra llamada y en parte ya se había desintoxicado de aquella droga, casi por completo. Solo debía guardar reposo y aunque eso quisiera hacer, solo tenia en mente el volver a Londres Santes de que sus padres viajen.

En ese aspecto Owen ya estaba haciendo los preparativos del viaje de los 3. Claramente Shelly también venía, pues el señor Scott no la dejaría sola en Corea; aunque seguramente "sola con Jay" quiso decir el abuelo, inmediatamente Shelly y su abuelo tuvieron un tipo de disputa hasta que le explicaron el hecho por el que volvían, esta de una u otra forma lo aceptó. Pero siempre trató de ocultárselo a los amigos que con el tiempo habían hecho en Corea.

Juls
Al despertar gracias una alarma que decía "Hoy regresamos a Londres" inmediatamente me libré de toda pereza para levantarme de la cómoda cama. Aunque un brazo tomó mi mano a penas dejé mi lugar, aquel brazo me atrajo nuevamente a la cama; llevándome a recostarme un rato más.

–No me quiero ir Juls... el destino no me quiere definitivamente —Dijo Shelly, quien había pedido dormir conmigo. Desde que comenzamos a planear el viaje, esta había estado decaída y depresiva. Por lo que no pude negarme a su petición de dormir juntas. Aunque durmió luego de explicarme entre llantos el hecho de todo lo que habían vivido Jay y ella desde que llegamos a Corea.

–Hey, todo está bien. Mira si tú crees que no podrás despedirte, no lo hagas; al fin y al cabo yo si lo haré. Nadie te culpa de nada querida –Dije acomodándole su cabello a un lado, estábamos recién levantadas y no veíamos un poco mal. Además de que no dormimos temprano para tener un poco de energía para el largo viaje. 

Shelly solo sonrió y se dispuso a dejar la cama. Yo fui detrás de ella caminando hacia la cocina, donde de escuchaba algunos utensilios chocando (¿el señor Scott está haciendo el desayuno?) dije a mis adentros. Shelly solo soltó una gran carcajada cuando al fin vimos quien hacía el desayuno.

–Saca la cámara Juls, esto es impresionante –Dijo Shelly sin parar de reír. Yo me encontraba en un mini shock admirando a Owen cocinar con vergüenza y las risas de Shelly no lo hacían sentir mejor en absoluto.

–El plan era terminar antes de que despertaran... –Dijo en voz baja cuando llegué a su lado, (chinga tu madre Owen. Eres lo mas tierno del mundo) mencioné para mis adentros.

Shelly Gracias a Dios notó la tensión y desertó de la cocina, dejándome con Owen a solas. Este cocinaba una especie de pancake negro...¿Negro? Seguro se le quemó.
Lo aparté con un pequeño empujón y saque el pancake de aquel horno de carbón en el que lo tenia el Rubio. Dejé lo que pude salvar en un pequeño plato para después voltear a ver a quien se apodera de mis pensamientos a toda hora.

–No me voltees a ver si no es para darme un beso de buenos días –Dijo con enojo fingido, quería ganar algo sin hacer nada a cambio?... hombres.

–Bueno, al menos yo no iba a envenenar a unas chicas con pancake's quemados.. –Contraataqué y inmediatamente colocó una mano en su pecho, con dramatismo; articulando un "You are so bad" y inventando una lagrima falsa.

Ahora era mi turno de reírme, no se podía evitar; con Owen siempre había una nueva aventura. Ya sea buena o mala.

Este se encontraba sentado en el gran mueble del living viendo tv, después de haber hecho la escena de drama en la cocina. Yo llegué con mi plato de pancake y un vaso de jugo a hacerle compañía. Con maldad, tomé asiento sobre sus piernas acomodándome perfectamente entre estas.

–Enserio le cortaste la parte quemada. No estaba tan mal...–Refutó rodeándome en un abrazo desde atrás, proporcionando pequeños besos en mi nuca.