¡Shut up!... Just go

15

-Juls

Pasaron los minutos y poco a poco se iba oscureciendo, la invitación de Owen a su apartamento  al inicio no la iba a aceptar, pero sin percatarme ya me estaba arreglando para ir a su apartamento; realmente no dijo una hora exacta lo cual me provocaba más nervios, pero bueno mis padres estaban ya plácidamente dormidos en su departamento y yo no tenía mucho para hacer.
Me di un último vistazo en el espejo del living para después encaminarme al departamento de este. Sin embargo me tomo algunos segundos para analizar el asunto, llevaba mi pijama de avengers puesta, íbamos a tener una pijamada pues era de noche.
(O al menos eso tengo en mente, no tengo idea de que planee Owen).
Di algunos toques en la puerta y atendió Owen inmediatamente, al parecer se había duchado y estaba incluso sin suéter, sospechas correctas.

–Perfecto, viniste, conociéndote ya me estaba preparando para traerte a la fuerza –Dijo este con gracia para después con un gesto como de la realeza me daba paso dentro del departamento.

–Por eso mismo vine, si me ponía a gritar por lo intenso que eres, a lo mejor y terminarías tras las rejas –Bromeé junto a él, mientras tomaba asiento o más bien me tiraba en el gran mueble del living.

–Estás en tu casa querida –Dijo Owen mientras reía por mi acción despreocupada. Los nervios anteriores ya se habían pasado.

–Cariño, ¿vamos a ver películas? –Pregunté con tono empalagoso sin despegar la vista del rubio a ver si lograba adivinar lo que planeaba.

–Ésta vez no, vamos a el balcón. Traeré algunas mantas, ya está la comida ahí. Dame unos minutos –Dijo rápidamente y sin dejarme responder lo perdí de vista al entrar a una de las habitaciones.

Sin perder tiempo hice caso y caminé hasta el balcón, la noche al parecer estaba demasiado estrellada y siendo una ciudad bien iluminada, no interfería con el brillo de aquellos astros.
El balcón tenía algunas lámparas no tan brillantes en sus esquinas y habían algunas cajas de comida China y té encima de una pequeña mesa, el ambiente era acogedor encima había una alfombra en el piso por lo que no dude mucho en sentarme para entrar en calor.
Absorta en el paisaje estrellado no note la presencia de Owen hasta que este posó una cobija en mis hombros, inmediatamente me envolví en esta haciéndome una bolita en el suelo.

–Te tomaría una foto ahora mismo, de lo tierna que estás, Juls –Dijo este con dramatismo mientras se agarraba el pecho como si le diera un ataque.

–Será una imagen mental entonces, Owen Dios mío, siéntate aquí ahora mismo y dame calor –Dije tiritando, y este no perdió el tiempo, inmediatamente se sentó a mi lado con su cobija pero sin camisa aún –¿No tienes frío?...

–Claro que si, pero venía a entrar en calor contigo –Sonríe con astucia para después rodearme con sus brazos, acabe entre sus piernas mientras estábamos sentados en el piso.

Pasaron los minutos y seguíamos en aquella posición hablando de cualquier estupidez mientras comíamos, aunque como este me mantenía caliente mientras me abrazaba, yo le ofrecía la comida con el fin de que no me soltara.
Aunque lo notaba ansioso viendo de seguido el reloj colgado en la pared, sin embargo sumida en el ambiente no pregunté nada al respecto.

–Morenita, ya es hora –advierte este sacudiéndome con suavidad, al inicio no entendía a que se refería pero este seguía con la mirada fija en el cielo por lo que lo imité– Juls, escúchame con atención, cariño. Aunque el cielo esté repleto de estrellas, ninguna será capaz de igualar el brillo de tus bellos ojos...–Deposito un beso en mi mejilla al terminar aquello, el momento era tan conmovedor que de no ser tan seca, un gesto tan simple pero amoroso volvió a sacarme de mis pensamientos– Cambiaría el cielo y todas sus estrellas por un beso de tus labios, morenita.

La tensión estaba aumentando y poco a poco nos acercamos hasta que sucedió, fueron contados los besos que nos hemos dado, pero este es totalmente special y el se esforzó por que lo fuera.
Sus labios se mueven contra los míos en sincronía suave pero con pasión, en eso este me voltea sin esfuerzo tomándome de la cintura, ahora estaba sobre sus piernas. Sin soltar el agarre de la cintura nos mantiene unidos durante el beso, una vez que mis manos vuelan hacia su cabello y cuello para versarle con más ansias, en los cristales del balcón logro ver unos destellos brillantes cayendo como lluvia en el cielo.
Era una lluvia de estrellas, de ahí recobraban sentido las palabras de Owen. Nos separamos jadeando y este me advierte.

–Asegúrate de pedir tu deseo –Sonríe risueño a lo que doy un casto beso a sus labios para luego juntar nuestras frentes rozando un poco nuestras narices.

–Claro, el deseo... Deseo que jamás escapes de mi, ahora – me sincero, pero según no puedo contar el deseo por lo que lo dije hablando en español para que este no entendiera.

–Yo deseo y me encargaré de que tu deseo se cumpla –Añade el rubio para después sonreírme con picardía; provocándome, este aún estaba sin suéter y era un gran incentivo en el momento. Pero si seguíamos nada iba a pararnos.

–¿Vamos a dormir? Estuve tan nerviosa en todo el día que terminé cansándome... ¿pijamada? –Pregunté con inocencia aun abrazándome a su torso desnudo mientras seguía sobre sus piernas. Definitivamente funciona mucho para entrar en calor.

–¿Enserio creías que te dejaría ir a tu departamento esta noche? –Preguntó con coquetería dejando un beso en mi mejilla, solo reí a aquello y asentí – Igual y vienes preparada con tu pijama lista.

–Preparada para todo, ya me conoces –Dije con gracia, ya me estaba separando de este pues luego de decir que me sentía cansada, de verdad empecé a sentir el cansancio. Aunque no llegue a pararme de sus piernas totalmente pues en un ágil movimiento me levantó en la posición en la que estábamos, conseguir una pareja siendo alta era difícil pero Owen estaba en la magnitud correcta, me cargaba sin problema alguno.

–Vamos a mi habitación –Dijo mientras cerraba la puerta del balcón, todo lo hizo mientras me tenía colgada como un koala pues estaba aferrada a su cuello con mis brazos y con mis piernas rodeaba su cadera, mientras este me apoyaba con una mano para estabilizarme.

Más cómoda no podía esta, realmente era la mejor noche de mi vida desde que me mudé a Londres, con Owen siempre tuve buenas experiencias, aunque antes no le gustaba románticamente siempre se preocupó por mi incluso siendo tan terca con él. Mucho que agradecer pero nunca me saldrán las palabras. O tal vez esta noche si.
Ya estábamos ambos en la cama y al final decidimos simplemente acostarnos sin ver alguna película, estaba dándole la espalda y este me cubría con su brazo rodeándome por atrás, ya parecíamos una pareja.

–Descansa, morenita –Dijo este luego de soltar un suspiro de total comodidad, al parecer mi presencia para el era muy cómoda.

–Buenas noches, ricitos de oro. Gracias por todo... –No hizo falta el especificar el porqué del agradecimiento pues este lo entendió y en respuesta, dejó un tierno beso en mi nuca, aquel toque fue furtivo y demasiado inesperado. Ya sus acciones me afectaban sentimentalmente, cualquier toque o palabra dulce de su parte me ilusionaba en potencia.

Creo que estoy enamorada de Owen Knight...