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Juls

La puerta a penas se entre abrió, por lo que extendí mi mano hacia dentro, para que este cogiera sus prendas. Más su mano en vez de tomarlas, se dirigió a mi brazo jalando de mí hacia el baño, solté un respingo por lo inesperado que había sido eso. Al estar dentro, mi espalda chocó con su pecho y este terminó rodeándome en un gran abrazo que casi cubría todo mi cuerpo. Giré mi cabeza hasta poder ver su expresión, se veía apacible y calmado. Con sus ojos cerrados y algo de su pelo cubriendo sus ojos ya que su cabeza estaba inclinada hacia mí. 

-- Un romántico empedernido... --Dije en susurro audible para él, que al escucharme soltó una dulce carcajada. No me quedé estática y cubrí sus brazos que me rodeaban, con mis manos para pegarme más a él.

-- Si algo te tiene mal, no dudes en acudir a mí, así sea para sentirte apoyada ¿Okay?-- Dijo este en tono de regaño, pero aún apegado a mí.

Una sonrisa cruzo mis labios, ante lo dicho por él. Le comprendía, mi humor siempre estaba igual, pero hoy a causa de uno de mis amigos, no fue así. Tomé un suspiro y me giré entre sus brazos quedando frente a frente; este observaba mi rostro, buscando alguna respuesta en él, pero no podía hacer más que sonreír ante su demostración de amor.

-- Estoy bien, bueno, ahora si lo estoy...

Poniéndome de puntas, logré dejar un beso en la punta de su nariz, mientras que este al sentir mi toque, relajó sus facciones pareciendo disfrutar mi cercanía. Tomé su mano y le sonreí, luego tomé la ropa que casualmente este aún no vestía y reí mientras este volvía a notar que estaba desnudo.

-- Debería cobrar por esto...--Dijo el rubio fingiendo enojo por no monetizar su imagen desnudo. Solté una carcajada más fuerte y empujé la ropa hacia el para que la tomase, en serio quería dormir, pero si seguía jugando con él, jamás ocurriría. 

-- Te espero en la cama...-- Dije coqueta, caminando de modo sexi hasta la cama, y sabía que incluso con ese outfit, este me seguía con la mirada en mi caminar, seguramente recorriéndome el cuerpo. Paré antes de llegar a la cama y volteé a verlo; este estaba efectivamente con su expresión neutral y con la mirada perdida en mi cuerpo. 

Reí suavemente ante aquello y salté suavemente a la cama para luego cubrirme con las sábanas para esperarle. Luego de aquel show, este cerró la puerta y al instante salió vestido; caminó hasta la cama bajo mi mirada y se recostó en el lado vacío de está pegándose lo más posible a mí. Su cercanía me hacía sentir completa y tal vez era lo que necesitaba justo ahora, no me gustaba pasar mis momentos de estrés sola, pues simplemente me consumía en pensamientos y no lograba nada.

-- Amo esto...-- Dijo suspirando a mi lado, al final, terminó con su cabeza apoyada en mi pecho y nuestras piernas entrelazadas para estar más cerca. Sus facciones eran como las de un niño en su mejor día, cosa que me generó ternura y lo estrujé entres mis brazos para repartirle múltiples besos en el rostro, cosa que lo hizo reír bajito.

El momento pasó rápido pues caí dormida casi al instante de dejar de besarle, estaba cansada o tal vez mi cerebro solo quería desconectar un rato y nada mejor que una siesta para ello. Siesta que duró unas tres horas, que, de no ser por Owen, jamás me hubiese despertado, o tal vez el hambre lo habría hecho.

Cuando aún estaba en cama, Owen como el salvador que era, me recordó de la reunión con los chicos que era en aproximadamente una hora, porque tuve que empezar a arreglarme o llegaría tarde, con mi parte latina aún funcionando; no dudaba llegar tarde.

-- Morenita, ya ha pasado una hora y aún no estás lista...-- Dijo Owen entrando a la habitación con una expresión exasperada, pues me había dejado sola por mientras me arreglaba y mi tardanza parecía haberle alterado un poco, se notaba que nuestras culturas eran diferentes.

¡Shut up!... Just goDonde viven las historias. Descúbrelo ahora