¡Shut up!... Just go

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Los integrantes de Light Cavalry restantes en Inglaterra, mantenían un riguroso entrenamiento dirigido por el entrenador del mismo equipo; y al tener todos horarios diferentes para entrenar, las veces que Juls y Owen mantenían contacto eran pocas, incluso la última vez que se vieron fue para despedir a los padres de la morena que volvían más tranquilos a su país, para no ser una carga para Juls. Pero, para colmo con la situación, la reacción del entrenador ante la relación no fue nada buena, tanto que se había encargado él mismo de separar los horarios de la joven pareja; para que el contacto siempre fuese mínimo y según él, no haya impedimentos durante el entrenamiento.

Juls por su parte, se encontraba saliendo de la gran empresa del patrocinador de Light Cavalry, luego de hacer los trámites para estudiar en corea y por ende también mantener entrenamientos en Corea y por la importancia del asunto, fue complicado para esta convencer a los directivos y encima al CEO quien era el padre de Owen, pero con argumentos válidos, todo se puede.

Sin embargo, en la entrada del edificio Juls no se esperaba encontrar una horda de personas que eran apartados por la seguridad del edificio, con curiosidad del personaje famoso que acababa de llegar al lugar; la morena se acercó con curiosidad a ver de quien se trataba, hasta que distinguió la figura de quien era su novio salir de un auto protegido por guarda espaldas. El inicial plan de la morena era evitar la horda y dirigirse hacia el apartamento a descansar lo que quedaba del día hasta el momento de viajar, pues no habría más entrenamientos.

- ¡Ahí miren, es Juls Montana! - Gritó una persona de la prensa e inmediatamente todos giraron hacia donde se encontraba Juls, quien trataba de caminar con sigilo, pero, sin pensarlo y no queriendo dejar pasar una foto de la morena, los paparazis comenzaron a rodearla a ella esta vez, aunque la mitad se quedó con Owen para no desaprovechar la oportunidad de entrevistarlo rápidamente. 

Pero como era de esperar y por sorpresa para Juls, el rubio solo tenía la atención puesta en esta, pues esta, no lograba salir de la multitud y con dificultad rechazaba los pedidos de fotografiarla por parte de los camarógrafos.

Mientras que Owen por impulso y sin importarle mucho el hecho de que empezarían rumores, trató de adentrarse entre el gran grupo de personas, hasta que finalmente llegó hasta Juls y con dificultad por el reducido espacio; la cargó como a una princesa, acto que impactó a los paparazzi quienes dejaron el camino despejado para Owen, de esa forma empezaron una competencia de quién tendría la mejor foto de los deportistas en esa amorosa fase.

Pero al adentrarse por completo en la empresa y cerrar las puertas, Juls creyó que hasta ahí había llegado el recorrido como princesa e intentó bajarse de los brazos del rubio, pero este se negó rotundamente a soltarla y siguió caminando con ella en brazos, quien no podía ocultar su curiosidad al no saber a dónde se dirigía Owen y no tenía opciones para bajarse, por lo que caminaron teniendo la mirada de todos los agentes de la empresa sobre ellos; hasta llegar a una de las salas de descanso y cuando al fin entraron a la habitación desolada, Owen dejó a Juls suavemente en el suelo recorriendo con una mirada llena de preocupación el cuerpo de Juls, pues muchas veces los paparazis eran extremos y rudos.

- Me encuentro bien. . .- Dijo Juls suspirando al comprender por qué Owen la miraba así, para después tomar asiento en uno de los muebles de la sala, se aseguró de sentarse en uno de los más grandes para después con un gesto de su mano; invitar a Owen a tomar asiento a su lado.

El rubio más relajado llegó hasta el mueble donde tomó asiento más cerca de Juls de lo esperado, estando ahí esperaba algún tipo de permiso para acercarse aún más a su pareja; Juls por su parte solo sonrió con dulzura y aprovechando la cercanía rápidamente tomó asiento sobre las piernas del rubio rodeándolo en un abrazo que este correspondió inmediatamente sonriendo, al parecer esa había sido la sonrisa más sincera de Owen en toda la semana; este se sentía feliz y a gusto en brazos de la morena quien también lo había extrañado.

- No debimos habernos visto, siento que no te soltaré jamás. . .- Habló el rubio por fin con la cara enterrada en el cuello de esta y sin disimular se impregna del aroma de Juls.

Esta sonrió con amor tomando el rostro de Owen entre sus manos para después dejarle dos castos besos en los labios, realmente el reencuentro no fue pasional. Pero era tan íntimo que la sola presencia del otro los hacía sentir llenos y al fin libres de tantas cargas del ciclismo. Por un momento, Owen solo observó el rostro de su chica, perdiéndose en los ojos oscuros de esta, de alguna forma esos ojos tenían unos pocos brillos que los hacían hipnotizadores.

– Dios mira la hora, después de la hora del té, debemos estar en el aeropuerto– Mencionó la morena en sus piernas mientras se alejaba del rubio, dejando un calor en Owen que solo lo hizo suspirar y empezar a extrañar la cercanía de ella.

Por ello, caminó hasta la morena acorralandola desde atrás, mientras posaba suavemente sus manos en la cintura de esta para lograr girarla y así quedaron frente a frente; Owen no perdió el tiempo y se encargó de apresar los labios de su pareja, quien correspondió el repentino beso torpemente... Al pasar sus brazos por la nuca del rubio provocando que sus cuerpos chocaran, Owen inmediatamente la levantó tomándola de sus muslos; aunque sus manos terminaron posicionadas en el trasero de Juls, provocando que esta tuviese que rodear el torso del rubio para estabilizarse y profundizar el beso. Esta juró sentir sonreír al rubio durante el beso, Owen Knight era todo un pervertido.

– Iremos juntos Juls, me importa una mierda lo que diga mi padre. . .– Terminó por decir para luego besarla nuevamente, pero esta vez por menos tiempo, Juls no tuvo tiempo de reaccionar en todo el camino a la salida del lugar, pues Owen la mantenía sumisa a sus besos repetitivos, hasta que al estar casi llegando al auto de Owen que ya tenían preparado; una horda de camarógrafos llegó apuntando sus cámaras a la pareja.
Juls quien hasta ahora había estado muy cómoda, se abrazó con fuerza al cuello de Owen como si así no la fueran a ver los paparazzi y como si Owen leyera su mente, solo forzó el agarre al trasero de esta; aquella acción solo llamó más la atención de los camarógrafos quienes empezaron a formular preguntas con respecto a la relación de los ciclistas.

El transcurso de tiempo hasta llegar al apartamento fue extremadamente largo lleno de llamadas que le llegaban a Owen pues su padre buscaba la forma de contactarlo, pero este rara vez leía los mensajes o atendía al punto de simplemente bloquear el teléfono y mantenerse sumido en sus pensamientos hasta llegar al fin al apartamento, en todo el camino estos no habían hablado por lo que entablar una conversación en el momento era algo incómodo para Juls; y por lo mismo, al llegar a los apartamentos, esta se dispuso a abandonar el auto sin despedirse. Juls era una chica que, en vez de indagar en los sentimientos del resto, esperaba hasta que la estos acudiesen a hablarle primero.
Y así fue ya que antes de adentrarse al edificio que Owen la detuvo llamando inmediatamente la atención de la morena, quien con un gesto con la cabeza con lo latina que era, le invitó a hablar.

–Se que no te gusta mucho la Atención de los paparazzi, cariño –Dijo este por fin mientras se acercaba a Juls hasta agarrar su mano, y ella realmente no había pensado mucho en eso ya que estuvo más concentrada en Owen que en su alrededor; cayendo en cuenta en las fotos tomadas por los camarógrafos, cubrió su rostro con sus manos soltando un suspiro de estrés total.

– Voy a atentar contra mi vida – Dijo con exageración mientras divisaba algunos flashes a la distancia lo cual significaba que los estaban siguiendo.

– Bueno, será diferente en corea. Prepárate para empacar yo haré lo mismo – dijo y entrelaza sus dedos con los de la morena, para después caminar hacia el pent-house.

Al sentir el tacto de su pareja Juls le sonrió enternecida, mientras veía uno que otro flash desde distintas partes, claramente trataban de tener una buena toma de aquella pareja de ciclistas; más no le dieron mucha importancia a ello y ya dentro del pent-house, al ambos estar en el piso de sus apartamentos se separaron para preparar sus cosas para el viaje a Corea. ..

Continuará