¡Shut up!... Just go

13

Pronto volvieron a la habitación, para terminar lo que había comenzado antes como una broma, Owen no soltaba a Juls ni siquiera en el recorrido a la habitación más cercana; con la incertidumbre de que fuera a desaparecer sin razón alguna. Cosa que sabía perfectamente que Juls no haría, pero sentía que en cualquier descuido algo podría destruir lo que con esfuerzo estaban empezando a desarrollar ambos.

–Owen, yo la verdad no creo que esto sea correcto... –Dijo de repente la morena, al llegar a la habitación. Ya iban a profundizar más el acto y aunque aquello desconcertó a Owen, tenía que escuchar lo que quería decir Juls.

–¿Que pasó? ¿Hice algo mal?– Preguntó este, sin saber realmente qué estaba pasando. Pues Hace un momento estaba todo bien. Pero al no escuchar Yam respuesta rápida de Juls, este volvió a hablar –Juls ¿estas insegura aún? –

–Mira, Owen. Yo estoy segura de mi, pero no de ti. ¿Que quieres que piense cuando pareces un perro rabioso al rededor de Shelly y Jay? Esto ya se está pasando un poco –Respondió al fin Juls, para después  empujar a Owen lejos. Pues en todo el momento habían estado demasiado unidos.

–Yo... vamos Juls, Shelly es como mi hermana. Puede que me haya gustado en el pasado. Pero creo que todo habría podido ser diferente si me hubieses dicho desde mucho antes, que te gustaba –Respondió sin tapujos, cruzando los brazos indiferente. Con el momento arruinado, era asegurado que no habría acción. Por lo que pronto, se encontraba buscando las pocas prendas que se quitó.

–Vamos, creo que hasta Shelly cree que aún gustas de ella. Y lo siento por no haberme entrometido en tus sentimientos por Shelly desde antes –Dijo con sarcasmo Juls mientras también se volvía a vestir. (Estupido Owen, aún no entiende el punto). Pensó esta a sus adentros.

–Bien! –Dijo por último el rubio, antes de salir de la habitación y tomar su respectiva maleta. Para tomar rumbo a su apartamento.

–Bien... –Dijo Juls desgastada, aunque sin importar eso, jamás se dejaría ganar por el rubio. Sobre su tumba –Sigue huyendo de tus problemas, como siempre– mencionó la morena con enojo y suficientemente fuerte para que el rubio escuchara. Y al final del pasillo se logró escuchar un fuerte portazo que estremeció los cristales de las ventanas.

(Una pelea más con Owen a la lista) pensó Juls, mientras iba por su toalla al baño para tomar una ducha fría. Esta no era de las que rondaba un problema por su cabeza todo el tiempo, pero incluso durante la ducha helada; le llegaron palabras que podría haberle dicho a Owen para dejarlo callado.

–Malditasea ¿porque las palabras no salen cuando discuto con el? –Muchos golpes mentales después, esta estaba seca viendo una película de los vengadores mientras comía helado. Era de noche y sus padres volverían al día siguiente, tenía que descansar con tranquilidad antes del tsunami de regaños de su madre.

A lo largo de la noche intentando conciliar el sueño, sin resultados; fue por algunos snacks a la alacena, pero esta estaba bacía. Ahí está recordó que usualmente descansaba en el departamento de Owen y la alacena de este, estaba repleta de los dulces que ella misma compraba para cuando se quedaba ahí (lo cual sucedía muy seguido).

Pero tal vez, este ya estaba descansando por lo que entrar por algunos snacks no sería difícil, menos teniendo en su poder las llaves del rubio; que este le entregó por si ocurría una emergencia.

Ya preparada para el robo y con sigilo, se encaminó a la puerta de la entrada al departamento de Owen. Trató siempre de ser cuidadosa hasta con el sonido de las llaves, he incluso dudó en hacerlo o no. Pero ya era muy tarde pues estaba en el living del departamento.

Juls
Tenía que ser lo más sigilosa posible, pero había un problema. No veía mucho en la oscuridad y encima seguramente si encendía la luz, Owen se percataría de mi.
Pero me detendré a pensar en las posibilidades, según como recordaba mentalmente el departamento podría supuestamente caminar sin tropezarme.