¡Shut up!... Just go

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A la mañana siguiente

|Owen
Desperté gracias a que algo se encontraba molestándome la nariz, era suave y olía a durazno, estaba tan cómodo como en un campo de frutas, pero ese algo pero me empezaba a generar cosquillas, terminé estornudando con fuerza, demasiada tal vez pero a penas abrí los ojos me di cuenta..; no debí estornudar.

Escuché un grito al instante de haber estornudado, era Juls quien había despertado y asustado por mi culpa; cuando volteé a verla inmediatamente su puño impacto en mi mejilla, fue tan fuerte que de no tener la cabeza pegada, seguro habría girado. Intente aliviar el dolor masajeando el lugar del impacto mientras renegaba por las punzadas en mi mejilla.

–¡Oh, por Dios! OWEN NIGTH NO ME VUELVAS A ASUSTAR ASÍ... –Gritó la morena, pero supe que había visto mi cara roja ya que inmediatamente sus facciones de enojo cambiaron a unas de preocupación.

–Lo siento... debí ser más rápido. No sabía que salía con una boxeadora profesional –Lo último lo dije con sarcasmo, la morena sólo sonrió aún con preocupación. No me dejó ni decir algo más cuando salió de la habitación rápidamente, me dispuse a seguirle inmediatamente hasta escuchar su voz nuevamente.

–Quédate quieto. –Dijo a lo lejos y como un perro haciendo caso a su amo, me senté en la cama con las piernas juntas y mis manos sobre mis rodillas esperando.

–Si señora –Respondí al instante por su tono demandante, no me tomo más de 2 segundos darme cuenta de lo que hacía –Que idiota..–Me regañé a mi mismo mientras tomaba una posición más cómoda.

Al minuto de acomodarme, llego Juls con una bolsa de hielos para aliviar la hinchazón. Su rostro reflejaba preocupación, algo que jamás había visto, es decir Juls ya me ha golpeado más de una vez y nunca parecía arrepentida de haberlo hecho, antes era más como un logro para ella; estoy seguro.

–Quita esa cara, el próximo lo voy a esquivar. Prometido –Traté de calmarla aunque no funcionó, esta estaba al pendiente de colocarme cada cierto tiempo el hielo para que no fuese doloroso.

El tiempo pasó rápido y debíamos desayunar para poder empezar con las actividades del día. Juls había entrado en la ducha con su ropa de cambio, que consistía en una camisa mía y un short suyo, muy creativa y perezosa pues no quiso ir por una muda de ropa a su departamento.
Caminé, por la habitación buscando que hacer mientras Juls salía y en el momento escuché el tono de llamada de mi teléfono, con mala gana respondí, es decir podría ser el entrenador o mi padre, tal vez Shelly que realmente no había escuchado mucho de ella en un tiempo.

|Juls

–Hello?...–Escuche a Owen atender su llamada mientras salía del baño ya arreglada. Al escuchar su forma de responder el teléfono, evite reír, el acento británico era tan refinado y atrayente hasta en palabras simples.

–Quién es, cariño? –Pregunté en voz baja al ver que estaba totalmente pálido, lo mas pálido que su tono de piel le permitía. Este giró su rostro hacia a mi cuando comenté la incógnita y tapó con su mano la parte del micrófono del teléfono para dirigirme palabra.

–Es Shelly, dice que está en Corea y decidió vivir ahí hasta graduarse ¿Puedes creerlo? Dile algo –Indignado me entrega el teléfono mientras se posicionaba detrás mío para abrazarme por la cintura y así escuchar la conversación pegándose a mi.

–Shelly, querida!~ te extraño demasiado, oh no, no te preocupes por Owen, es que te fuiste sin avisar y.... De no ser porque tu abuelo me dijo, estuviese igual de preocupada –Para mantener a Owen a ralla, decidí hablarle en coreano, cosa que Owen no entendiera la conversación por completo, Shelly capto la indirecta y siguió el juego.