【Capítulo 25】

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(Advertencia de contenido sensible, continué bajo su propia responsabilidad)

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—Fue un buen primer día, ¿verdad Silvia?

Dije echada en mi cama luego de que me teletransportarán por pasar de ronda.

—Logramos ayudar a Rose y nos dimos cuenta que Isabella es fuerte por sí misma, ya debería de haber conseguido su tercer brazalete así que no hay necesidad de preocuparse, en vez de decir que fue un buen día, yo considero que fue un día bastante tranquilo, en nuestro caso

Comentó Silvia.

—Fue interesante conocer a ese chico llamado Oscar, espero verlo en la segunda ronda, si es que lo logra

—El chico a mi opinión tiene un cincuenta por ciento de lograrlo

Oh, esperaba que tenga un poco menos.

—Entonces solo queda desearle suerte, cambiando de tema, quiero ir a ver cómo está Rose, pero de seguro está bien, no la sentía herida cuando la teletransporte, así que no tengo ninguna preocupación, significando que es momento de descansar

Con gran destreza, comencé a meterme dentro de la cama para dormir calientita.

—¿Qué estás haciendo Leonor?, levántate, debemos entrenar

Ordenó Silvia.

—Ah...—Suspiros—. A sus órdenes maestra.

Respondí.

Ya me esperaba que ella dijera eso...que flojera tengo, ¿mínimo merezco un descanso no?

Sin ganas de entrenar, me levanté de la cama y junto a Silvia nos teletransportamos lejos de la academia.


***


Punto de vista de Rose:

Me está doliendo la cabeza..., no sé el por qué, no tengo ninguna herida, me toqué por todas partes y no tengo ni un rastro de sangre, mucho menos algún corte, no entiendo.

Pensaba mientras me agarraba la cabeza con las dos manos por el insoportable dolor.

De pronto recuerdos aparecen, brotando como una fuente de agua oculta en el suelo, como si fuera bombardeada de recuerdos y más recuerdos.

—¡¡...!!

No podía hablar, el dolor no me dejaba, ahora con los recuerdos apareciendo sin parar, el dolor ya estaba en su clímax, hasta que...paró repentinamente.

Ya no había dolor y con mis recuerdos recuperados en su totalidad, es que entiendo el por qué de mi dolor de cabeza.

—Q-qué es esto...—Asustada—. No...NO, ¡NOOO!, Yo...Yo...¡¡¡YO NO SOY UNA ASESINA!!!

Grité con lágrimas en mis ojos, mientras me encontraba sola en la enfermería.


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RE: UN MUNDO DESDE CERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora