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— Elisandra, bájate de ahí, te vas a lastimar. — Regaño Takemichi a su hija mientras comía una porción de pan.

— Voy. — Aceptó.

— ¿Cómo estuvo tu día? — Pregunto Naoto mientras la pequeña hacia un puchero para acercarse a la mesa y comer pan cómo su padre. — Bien, el doctor dijo que mi papi había olvidado cosas, pero yo creo que está fingiendo, porque hace las cosas igual, solamente que ahora me pregunta más lo que quiero comer y eso es bueno, porque no me da verduras. — Susurro parte de su travesura, Naoto negó con la cabeza, recuerda que en cuanto llego la mañana del día que Takemichi volvió, lo primero que hicieron fue ir al doctor, necesitaban la excusa de pérdida de memoria para no confundir a la menor, más de lo que ya podía estar. También en estas dos semanas había notado algo interesante, Takemichi aprendía lo que nadie le enseño en cuanto a la crianza de su hija. Lo que había aprendido en sus cuatro años, lo estaba aprendiendo en dos semanas, obviamente tenía sus fallas, pero era sorprendente y admirable. No mintió cuando dijo que el sentimiento por su hija seguía con él, realmente seguía manifestando su amor por ella.

— ¿Qué investigaste? — Pregunto Takemichi.

— ¡Papi! — Regaño la pelinegra a su padre, se había saltado algo importante.

— Ay, lo siento, estoy listo. — La menor asintió feliz. Lista para el interrogatorio diario.

— Mi color favorito.

— Azul. — Respondió con facilidad.

— ¡Mi comida favorita! — Grito emocionada.

— Las papas fritas.

— ¿Mi animal favorito?

— Los unicornios.

— ¿Qué no me gusta? — Pregunto entrecerrando los ojos, logrando la risa de Naoto.

— Los takiyaki y doriyaki.

— Y las verduras. — Agrego Naoto. — ¿Su edad? — Pregunto él.

— Cuatro años.

— ¿Fecha de cumpleaños?

— Treinta de abril.

— ¡Persona que más quiero!

— ¡YO! — Exclamó emocionado de sentirse querido por su hija, está negó entre risas y respondió.

— ¡Es Na-chan! — Grito mientras se aferraba a los brazos del Tachibana.

— Naoto, ¿planeas robarme a mi hija? — Pregunto con rencor.

— Tal vez. — Respondió alborotando los cabellos de la menor.

— ¡No puedes, yo fui quien la hizo y me dolió a mí!

— Ni siquiera lo recuerdas. — Le reprocho lo obvio. — Muy bien, Eli-chan, hasta aquí llega la sesión de preguntas, tu papá y yo necesitamos hacer un trabajo. — La menor asintió y corrió a sus juguetes mientras Naoto sacaba unos documentos de su portafolio. — Esto es lo que obtuve. — Mencionó mientras entregaba los papeles.

— Desaparecí prácticamente unos tres meses, con la excusa de irme de vacaciones, durante dos años estuve reservando estás y ahorrando. — Naoto asintió con la cabeza ante esa información. — Cuando volví, no dije nada, tampoco explique nada, pero después de eso, exactamente dos meses después, me desmaye en un supermercado, en los exámenes de sangré comprobaban tres meses de gestación. — Tachibana volvió a asentir con la cabeza. — Decidí continuar el embarazo y bueno, cuatro años después Elisandra sigue haciendo de las suyas.

— ¿¡Yo qué papi!? — Grito la infante al haber escuchado su nombre.

— Que no te pongas ese traje de unicornio, está sucio, debo lavarlo, en tu armario están los demás.

— ¡Sí!

— Ahora, la incógnita es, ¿Quién es el padre?

— Bueno, tengo información de qué estuviste en contacto con viejos amigos tuyos en ese tiempo.

— A ver, dime.

— Bien, empezamos con Mitsuya. — Takemichi observo sorprendido.

— ¿¡Es de Mitsuya!? — Pregunto incrédulo. — Ok, confieso que si tuve un ligero amor platónico por él, pero descubrí que era admiración, fue lo mismo para Draken y Baji. — Se justificó. — Aunque eso explica el buen gusto de Eli. — Reflexionó.

— Cállate, aún no terminó. La lista empieza con Mitsuya.

— ¿¡Hay una lista!? — Preguntó incrédulo.

— Es Takashi Mitsuya, Rindou Haitani, Inui Seishu, Chifuyu Matsuno, Ken Ryuguji, Kazutora Hanemiya y Keisuke Baji. — Terminó de leer la lista.

— Naoto, mátame. — Se lamentó. — ¿En qué diablos estaba pensando mi yo anterior? — Se quejó.

— Dudo que pensará, pero de momento es lo que tenemos, dime, ¿Qué piensas hacer?

— ¿Hablar con ellos? — Preguntó dudoso.

— Ajá, ¿Qué les vas a decir?

— ¿Si tuvimos relaciones sexuales cuándo los vi? — Naoto le miro incrédulo por sus palabras.

— Entiendo que sean tus amigos, pero realmente no sabes cómo fue eso, posiblemente estuvieron borrachos o algo así, posiblemente hasta por el tiempo que pasó ni recuerden si tuvieron algo contigo.

— Ay, maldición, tienes mucha razón. ¿Qué podría hacer?

— Exámenes de ADN, también te puedes acercar a ellos con la excusa que perdiste la memoria y así.

— Bien, por el dinero para los exámenes no me preocupo, pero, ¿Cómo debería hacer para llevarlos al laboratorio?

— No necesitas llevarlos, un poco de su saliva o cabello, sangre, algo así.

— Muy bien. — Aceptó un poco nervioso.

— Aquí tengo la lista de los números de ellos, tendrás que ponerte en contacto con ellos para empezar esto.

— Muy bien, el plan para saber quién es el padre de Eli inicia.

¿Quién es el padre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora