Ultimas palabras.

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"Una hija no debería tener que suplicar a su padre por una relación".

Termine, gracias a los que leyeron, comentaron y votaron. Realmente gracias. Espero que el final no sea tan malo.

Ahora debo decir unas cosas. Elisandra no iba a terminar así, Kenji no iba a tener esa personalidad y muchos no iban a morir, pero esa niña y ese niño hicieron lo que quisieron y el Mikey que cree fue por ese camino, lo último que tengo para ustedes son los fragmentos del primer final y cierta parte que fue excluida.

¿Cómo iba a terminar Elisandra? Ella iba a estar enterada de los viajes en el tiempo de Takemichi al final y se iba a terminar lanzando, de esa manera iba a descubrir que ella heredo esa habilidad sin explicación, pero en lugar del pasado ella se iba a mover en otras realidades, iba a interactuar con otra hija que tengo en un borrador, obviamente Mitake.

¿Cómo era Kenji al inicio? Un niño súper dulce, pero no, él solito formo esa personalidad y sí, es ilógico, yo soy la autora, pero es que ellos van tomando esa independencia de nuestras ideas.

¿Quienes no iban a morir? Souta y Chifuyu, pero lo terminaron haciendo.

¿Qué paso con los Haitani? Nahoya cumplió su amenaza, cuando el conflicto por Boten termino hizo tanto mal contra Rindou que este escogió morir, Ran murió a manos de Nahoya. ¿Por qué si estaban en la protección de Elis? Lo estaban mientras estaba el conflicto, al menos Ran fue alguien importante para ella, pero debe tener a su gente bien y contenta antes que poner en primer lugar sus deseos y necesidades, saben lo que Nahoya quería.

¿Por qué Rindou termino así? Porque realmente tuvieron el suficiente tiempo de crear un habito y sus sentimientos, arriesgaron mucho por el otro y al menos este Rindou si quería muchas cosas con Souta, al final si fue un duro castigo el que le dio Mikey, la perdida de ese amor del cual jamás se pudo reponer.

Con Takemichi, Mikey no uso la hipnosis para insertarle otros recuerdos, la uso para algo más, de ahí que Takemichi obedece y se lanza a proteger a Mikey sin dudar.

¿De dónde vino la idea? De la canción de Mother Mother - Hayloft II. Cuando la escuché por primera vez estaba empezando a trabajar en el borrador de otra historia y dije: Debo hacerlo. En sí yo tengo dos versiones, una donde Mikey es una mierda de padre y otra donde si es buen padre, obviamente saben que tipo de padre fue aquí.

Primer final.

Contexto: Esto sucede después de que Elisandra saliera de la hipnosis, cuando ella recuerda todo va por Mikey, lo cita en un edificio abandonado, en el tercer piso, mismo piso donde ella se hubiera suicidado.

— Cuánta agresividad tienen tus ojos padre.

— Deja de jugar Elisandra, no tengo paciencia para ésto.

— ¿Jugar yo? — Se burló apuntando a todos los presentes, sus movimientos parecían inestables, pero en un parpadeó tomó la posición correcta, sin dejar de apuntar a su progenitor, logrando un jadeó de su progenitor pelinegro. — Ésto no es un maldito juego Manjiro.

— Elis, amor, espera. — Trató de razonar con la teñida, pero está negó violentamente con la cabeza, lágrimas querían escapar de sus orbes.

— Hoy recordé todo y me las vas a pagar. — Amenazó y Mikey entendió que ella había salido de la hipnosis. — A ti maldito bastardo jamás te dolió verme asustada. Por eso voy a morderte la cara y esperar que poco a poco te mueras. — Todos se sobresaltaron al escuchar la primera bala ser disparada. Manjiro mostró sorpresa en su rostro, su ropa rápidamente se manchaba de su sangre.

— ¡Mikey! — Gritó aterrorizado, pero antes de poder actuar había sido tacleado.

— ¡No puedes ir Takemichi! — Exclamó mientras forcejeaba con su amigo.

— ¿Y ahora qué? — Pregunto aburrida de no escuchar alguna queja del peliblanco. — No pidas ayuda, nadie te va a escuchar, así que ni lo intentes. — Una segunda bala había sido disparada. — Todo ese dolor vuelve multiplicado. Por cada día sufrido, por cada recuerdo, por cada llanto. — La tercera bala había sido demasiado, sus piernas habían cedido a su peso.

— Elisandra. — La llamó con dificultad. La sangre salía de su boca en una dolorosa tos, el llanto incontrolable de Takemichi perturbaba a todos.

— Te metiste en mi razón. Nunca me dejaste ser, decidiste por mí. Y ahora estamos aquí. — Señaló el lugar en ruinas, aunque se congeló al ver a su moribundo padre. — Hoy voy a matar tu mente suicida, podrida. — Trató de consolarlo, aunque secaba con furia sus lágrimas, en cualquier momento ella se iba a quebrar más de lo que ya estaba. — Vas a arrepentirte de lo que me hacías, que bueno tenerte de frente. Quiero ver como pagas el precio lentamente. — Soltó la cuarta bala, pero ella terminó cayendo al suelo al ver al pelinegro que la engendró recibir el impacto en el pecho, había cubierto al desgraciado de Manjiro.

— ¡Papá! / ¡Takemichi! — Koko guardó silencio ante los gritos de los demás, Chifuyu había reaccionado tardé después del golpe que le había proporcionado Hanagaki. Elisandra se arrastró a su padre, Manjiro seguía respirando con dificultad y Takemichi hacía lo posible por acercarse a él, aún agonizante, parecía que la bala había dado en algún órgano importante.

— Elis, mi amor, no llores. — Le pidió con dificultad, aunque no veía a su hija, por intentar estar lo más cerca del Sano. — Nunca te lo dije, pero tú eres el cielo amor, eres infinita, grandiosa, por eso te di mi corazón desde el primer momento en que te ví. — La menor se arrastraba entre los escombros, sus piernas no tenían suficiente fuerza para levantarse, Koko tragó saliva mientras intentaba acomodar a la pareja, ambos estaban tendidos en el suelo, viendo el techo, aunque el color en ambos empezaba a ser más gris conformé los segundos pasaban. — Perdóname por no haber hecho más. No importa si me destrozas, tu sigue adelante amor, por favor. — Suplico y soltó sus lágrimas al ver el rostro sucio de lágrimas en su primogénita. — No te culpes por esto, nosotros somos los culpables.

— Papá. — Gimoteo, las lágrimas no paraban y la respiración del pelinegro era cada vez más lenta.

— Eres un cielo, no te culpes por favor, te amo tanto a ti y a tu hermano. Los amo.

— Perdóname por no haber sido un padre para ti. — La dificultad para hablar se notaba en Mikey, Koko sostenía su mano, mientras Elisandra se aferraba a la ropa de su padre pelinegro, derramando sus lágrimas en su pecho. — Aunque siempre supe que tú me matarias, siempre lo supe. — Elisandra negaba con la cabeza por las palabras de Mikey. — Elisandra. — La llamó y la menor levantó la cabeza, el nudo en su garganta y estómago se hacía más grande y jura que nunca podrá descansar en paz al ver la expresión de sus dos padres, sonriendo a su persona, el enojó de Manjiro había desaparecido y solamente tenía una gran paz, mientras su otra mano era sostenida por la de Takemichi. — En otra vida por favor, permíteme ser tu padre, juró que lo haré bien, juró que está vez lo haré bien. — Manjiro dejó derramar sus lágrimas y observó el inerte rostro del pelinegro, Takemichi hace un rato se había marchado y lo había dejado sólo. — Discúlpame Takemichi. — Pidió cerrando sus ojos, destrozando más a la joven.

Fragmento descartado:

Contexto: Mikey no iba a encerrar a sus hermanos, ni a Draken, solamente iba a dejar a Emma irse, pero ella los encontraría cuando los hombres de Mikey se estuvieran llevando a Takemichi y sus hijos, recuerden que Emma y Draken tiene un hijo, mismo infante que Mikey iba a matar.

— ¿¡Me escuchaste!? — Grito en agonía, mientras era sometida por otros hombres y él empezaba a ser escoltado. — ¡Ojalá tengas una pena mil veces peor que la mia! ¿¡Me escuchas Takemichi!? — Emma seguía forcejeando, deseaba soltarse, sus palabras estaban llenas de dolor y tristeza. — ¡Mi hermano! ¡Aquel de quien estás enamorado es un asesino! — Takemichi le dio la espalda, su expresión demostraba sorpresa e incredulidad. — ¡Un hombre que mató a su propio sobrino! ¡Él no mostrara misericordia por tus hijos! ¿¡Me escuchaste!? — Emma dejo de luchar y los hombres permitieron que el asfalto fuera su soporte, el grito que soltó estremeció a todos, era la representación misma del dolor de una madre.

¡Gracias a los que leyeron hasta aquí y espero que deseen leer las siguientes historias!

"Los hijos se convierten para los padres, según la educación que reciben, en una recompensa o en un castigo". — Petit-Senn, J.

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