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Advertencia, el siguiente capítulo tiene contenido Rindou y Souta, de no ser de su preferencia tendrán que esperar hasta el viernes. También debo aclarar que a partir del próximo capitulo las cosas serán aceleradas. Espero que les gusten los capítulos largos porque el capítulo 15 es largo. ¡Gracias por leer y gracias a los que comentan!

[...]

Suspiró con decepción al pensarse abandonado, sorbió de su bebida aburrido, pero la aparición abrupta de su cita le alegro. — Llegaste. — Festejó, su tono de voz lo delataba, pero una mano en su rostro y las palabras detuvieron su acción.

— No te levantes. — Exigió. — Estás rodeado Rindou Haitani. — Rindou formó una mueca y miró su alrededor, esperando la aparición de los oficiales.

— Realmente confíe en ti. — Le reprochó a la expectativa de ver a algún uniformado.

— Yo vengo con la intención de confiar en ti. — Aclaró, tomando el asiento disponible. — Rindou tenía una mueca en su rostro, posiblemente molestó o decepcionado. — Pero tenía que asegurarme que no intentarían algo como otro secuestro conmigo.

— No iba a intentar eso, nadie sabe que estoy aquí y realmente no sabes las consecuencias que tendré por estar con la policía, yo no tengo permitido estar siquiera cerca de ti.

— ¿Cuál consecuencia?

— No pienso hablar con un traidor. — Souta terminó formando un puchero.

— Realmente no hay ningún policía, solamente estaba probando tu sinceridad, después de unas semanas, casi el mes, vuelves a contactarme con una ubicación, una fecha y una hora exacta, recordando tus palabras sobre que no debía decirle a nadie.

— ¿Qué esperabas? — Rindou se cruzó de brazos, realmente seguía molestó. — Que por mensaje te dijera todo con detalles incluidos.

— Sí. — Souta frunció el entrecejo al escuchar la risa seca de su contrarió.

— Eres un imbécil entonces.

— Agh, el imbécil eres tú. No tengo idea de porque vine, eres un fastidió. — Hartó de la actitud se levantó, listo para irse, aunque el nombramiento de la menor le hizo detenerse. — ¿Qué? — Inquirió.

— Vi a la niña, no había tenido la oportunidad de verla detenidamente, pero cuándo la vi, estaba llorando y asustada. — Souta volvió a su lugar, asustado del motivo por el cuál la menor estaba así.

— ¿Qué le hicieron?

— A los dos días de haberme separado de ti, regresamos con Mikey, fue cuando la vi, por lo que escuché, Sanzu la había asustado, supuestamente intentando jugar. No funcionó y ella le tomó cierta aberración.

— Está enfermó.

— No lo niego, pero por unos segundos ella me miró y no pude evitar recordarte, aunque estaba asustada y molesta posiblemente, seguía teniendo ese brillo retador. — Rindou soltó un grito ahogado y revolvió su cabello en frustración. — Realmente no sé cómo explicarlo, pero verla y tener tus palabras presentes me hicieron tomar una decisión.

— ¿Cuál?

— Ayudarte, bueno, ayudarlos a ellos, logré hacer que pudieran salir de la guarida.

— ¿Por qué? — Rindou miró a un molesto Souta. — Sabías que estaban detrás de tu hermano y tú, ¿Verdad?

— Sí.

— Entonces hubieras mantenido a Takemichi y Elisandra ahí, Naoto los hubiera podido rescatar. — Rindou negó con la cabeza.

— Hubiera sido una masacre.

¿Quién es el padre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora