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Este capítulo contiene  contenido +18, así que si decides bajar y leerlo siendo menor de edad, queda totalmente bajo tu responsabilidad.

~Si las personas se morían por hacer esto, justo ahora yo me declaraba culpable.




•••

Los ojos de Zayn aún seguían sobre los míos, mientras que por dentro me debatía internamente si debía ceder o no.

Su respiración rozaba mi barbilla, y lentamente podía sentir como las yemas de sus dedos llegaban a mis labios y los deslizaba poco a poco sobre la parte inferior de estos. Mi cuerpo estaba sudando,y mis manos a mis costados, cada vez me imploraban por más. Estaba nerviosa, eso era un punto menos a mí favor, y su cercanía estaba empezando a tentarme en lanzarme al vacío.

— Zayn no creo que debamos...— mis palabras quedaron entrecortadas al ser introducido uno de sus dedos en mi boca. Su dedo sabía a dulce, y la textura de éste se sentía extraño alrededor de mi lengua. Sus movimientos eran suaves y precisos. Quería más, pero no sabía si era lo correcto.

— Hueles delicioso— su rostro se inclinó sobre el mío y se perdió por la curvatura de mi cuello. Estaba perdida, y la húmeda de su lengua al deslizarse por mi barbilla estaba volviéndome loca.

Crucé las piernas bajo su cuerpo sintiendo una leve electricidad cruzar por el centro de mi piernas. Mi corazón latía demasiado, mi boca en cambio, quería devorar la suya  de una vez por todas, pero a pesar de querer hacer hacerlo, algo me detenía. La realidad no me dejaba seguir su ritmo.

— Zayn, necesitas descansar— me esforcé en decir a pesar de los mordiscos que recibía por parte de su boca. Mis dedos se enredaron en sus mechones oscuros, al mismo tiempo que sentía como poco a poco aumentaba la humedad en mi entrepierna.

No iba a poder resistir por mucho.

— Jo, mírame— sus movimientos en mi cuello se detuvieron y sus ojos volvieron a los míos. Justo ahora que volvía a verlo pude notar que el alcohol empezaba a alejarse de su sistema, y este volvía a su normalidad— te necesito— sus dedos acariciaron mis mejillas—Ayúdame a olvidar...
Solo está vez, solo en este momento. Quiero dejar de pensar.

— ¿Es lo que quieres?— pregunté, a pesar de yo quería lo mismo.

— Sí, lo quiero...— susurró a escasos centímetros de mis labios, y justo en eso, me dejé caer en los suyos.

La sincronía de estos sobre los míos era como lo recordaba, suave, lenta, profesional. No había prisa, no había tiempo que pudiera detenernos. En este momento solo éramos él y yo, y era más que suficiente para ser perfecto.

Su mano bajó por el centro de mi abdomen y con una simple mirada de autorización, sus dedos se perdieron entre piernas.

— Estás tan húmeda— uno de sus dedos se introdujo de un tirón en mi interior, ocacionado que casi pegará un grito.

— ¡No grites!— sus ojos me advirtieron con la mirada.

— ¡Entonces cúbreme la boca!— incliné mi parte baja más hacia adelante, de manera que su dedo quedó más presionado en mi interior. Dios...— si me sigues tocando así es lo único que ocacionaras.

Sabía que su mirada de sorpresa me daba entender que me desconocía, puesto que ahora mismo ni yo misma sabía quién demonios era. Estaba drogada; drogada por el olor de su piel, dominada por el color de sus labios e impaciente por el curso de sus movimientos. Necesitaba tenerlo, o de lo contrario mi cuerpo explotaría.

Como si fuera WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora