|Capítulo 2|

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∞Si amas de verdad a una persona, no tienes porque hacerle daño, y si alguna vez lo hiciste, entonces tú amor no era tan fuerte como pensabas.





— ¿Y ya has pensado que carrera vas a cursar?

Saboreó el sexto bocado de su cerial favorito, a la vez que veía la cara de espanto que justo ahora ponía su querido hermano mayor.

Sus padres lo veían a ambos costados de la mesa con la misma mueca que la suya: Impaciencia.


Los ojos grises del  papá de Zayn lo miraban con desaprobación al mismo tiempo que no paraba de negar con la cabeza. Su Madre por otra parte era menos intensa que el primero, y en vez de exigirle una clara respuesta, solo respiraba un par de veces a la espera de escuchar lo que quería.

Desde mucho antes, Zayn tenía claro que sus padres no eran exigentes en cuanto una carrera en específico. Su padre siempre había puesto la única condición, de que sus hijos podían escoger la carrera que ellos quisiesen, siempre y cuando esa misma tendrían que terminarla una vez la empezarán. Ya Zayn sabía que ese no era su caso, puesto que desde los doce años siempre ha tenido claro cada cosa que ha querido hasta ahora en su vida, pero su hermano James…,pues, digamos que es un caso aparte.


— Creo que estudiaré Derecho— James dijo con una sonrisa.


Sus padres suspiraron aliviados, en cuanto esa cuatro palabras salieron de sus labios, y estaban apunto de volver a ingerir sus respectivos alimentos hasta que el gracioso de su hijo, soltó lo siguiente:



— ¿O medicina?, ¿Educación? ¡¿Oh, que tal y si estudio criminología?! Apuesto lo que sea que puedo aparecer en Investigation Discovery.


— James...— dijeron ambos al mismo tiempo.


— Esto es demasiado para mi— Zayn rodó los ojos— ya debo irme, nos vemos.



Tomó su bolso rápidamente con una de sus manos y salió disparado por la puerta en dirección al colegio.


El día estaba soleado y los rayos del Sol le pegaban con fuerza en la cara. Buscó un par de lentes dentro de uno de los bolsillos de su bolso y los puso sobre sus ojos. El día prometía calor y cansancio.



La ruta desde su casa hasta su colegio no era tan extensa como había pensado cuando llegaron a la ciudad. Muchos de sus compañeros llegaban más rápido gracias a la ayuda del auto de sus padres, otros, tenían la facilidad de una bicicleta o una motocicleta, pero en cambio Zayn, la mayoría de las veces se decicaba a caminar. Suave y pausadamente, ya que, ¿De que sirve estar en el mundo si ni siquiera te dedicas unos cuantos segundos para admirarlo? La vida está llena de cosas maravillosas, pero siempre serán  más especiales los pequeños detalles que está puede ofrecerte.


Mientras veía a los lejos la preparatoria, Zayn pensó por unos cuantos segundos en Jo. La noche anterior apenas había podido lograr conciliar el sueño, puesto que aún no asimilaba del todo que ella vivía justo a su lado. Y poca veces se preguntaba, ¿Seré capaz de acercarme?


Bien él sabía que era lo que quería desde el instante en que sus ojos llegaron a verla, pero aunque ese pensamiento seguía latiendo en su interior, tenía miedo de arruinar las cosas, es decir, no la conocía de nada, apenas siquiera y sabía su nombre y su apellido, y que ahora viviría a puerta con puerta de su casa. No sé atrevía a solo improvisar con un simple hola. Zayn necesitaba un poco más de información para poder intervenir.




Entró al colegio como todos los días, y como supuso, el timbre ya había tocado hace un par de minutos, pocos eran los chicos que aún permanecían por los pasillos, de seguro fastidiando la existencia de algún profesor o haciendo cualquier barbaridad.


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