|Capítulo 1|

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PARTE №1


18 de octubre de 2019.

∞Despues de todo Ken tenía razón, sin importar cuantas

Barbies existieran en el mundo, nada se compararía con ella.  








1, 2, 3...

Intentó por cuarta vez consecutiva realizar el dibujo para la asignatura de arte, pero para su desgracia casi siempre el resultado le parecía menos perfecto que el anterior, y faltaba poco para que su cabeza estallará y todo se volviera un caos.

¿Por qué mierda no podía hacer las estúpidas líneas perfectas? Pensó.

El dibujo consistía en realizar un retrato cualquiera, y aunque se había empeñado en crear uno a base de su imaginación, poco tiempo después se dió cuenta que sería un caso perdido, por lo que luego se dió por vencido y decidió dibujar una cara en particular, como en el caso de su madre, quien mantenía siempre  una pequeña fotografía en su escritorio. Intentó pintar esa, y al principio pensó que sería algo sencillo, pero al paso de las horas el dolor de cabeza se estaba sumando hacer uno de sus tantos problemas, le evitaba concentrarse. La líneas de los ojos no le quedaban como había pensado, y en pocas palabras, estaba a nada de dejar todo tirado e irse a escuchar un poco de música, sin importar que sacará un "0", bastante grande como calificación.

— ¡Hey, Hey!— escuchó la risa ruidosa, de su hermano mayor James, aproximándose, y supo que su paciencia acabaría ahí — ¡ZAYNNN!

Ignóralo, ignóralo. Se repitió un par de veces cuando intentó rehacer por quinta veces los putos ojos. Al parecer el último intento le estaba saliendo como esperaba. La sombra de ellos estaba pronunciada en el lugar correcto, y estos se veían sobre el papel grandes y fugaces como si fueran en realidad de verdad, un poco más y quedarían perfecto…

Mordió sus labios suavemente, gesto que solo utilizaba cuando se hallaba consentrado, y justo, cuando deslizó lentamente el lapiz sobre un ángulo en específico,  la puerta se abrió de golpe y la punta de el lápiz se rompió, haciendo que una larga línea sobresaliera en el centro del ojo, arruinando todo el trabajo.

— ¿Por qué me ignoras?— sintió la presencia de James a tan solo unos metros de su espalda— ¿Acaso no me oyes?

La respiración de Zayn estaba agitada, sus puños se apretaron ligeramente bajo sus costados, el ambiente se puso tenso en cuestión de minutos, y solo a través de sus ojos grises podía ver rojo. Iba… iba … 

— Dios, cambia esa cara ni que no fueras capaz de volverlo hacer.

James miró su dibujo y luego volvió a su rostro con una sonrisa burlona.

Ahí valió todo.

— ¡Hasta aquí!— Zayn se abalanzó sobre él en cuanto esté emprendía una carrera fuera de la habitación, estuvo cerca de tocarlo pero a diferencia de él, James estaba en forma, era una perdida de tiempo pensar que lo alcanzaría, pero supongo que precisamente bajo el estrés sobre cargado y la furia, valía mentirse así mismo.

— ¡Te voy a matar, animal!

Bajaron las escaleras a base de empujones y casi jaladas de pelo, James llevaba la delantera pero Zayn le pisaba los talones. Uno gritaba y casi estaba apunto de echarse a llorar mientras recordaba su dibujo dañado, mientras que él otro no dejaba de gritar y reír como si fuera lo más divertido del mundo.

Como si fuera WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora