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Abrí la puerta de mi habitación lentamente, mientras rezaba mentalmente a Dios y a todos los dioses del mundo—que de seguro ya ni me quieren por mis insistencias— para que saliera bien librada de esta situación.  El cuerpo impaciente de Skayler me esperaba del otro lado con una sonrisa, y solo esperaba que mi cabello y mi bata— ahora arrugada— no me hiciera ver tan evidente.

Zayn por favor ni respires. Le ordené con la mirada cuando  deje pasar a mi hermana, y de lejos ví como su cuerpo se acomodaba torpemente bajo mi cama. La cama era un desastre pero supongo que eso ya formaba parte de mi vida desde mucho antes, y  gracias al cielo el ambiente olía a mi perfume habitual.

Me giré para encararla y noté que traía algo en las manos.

¡Ay Dios santo! ¿Acaso eso era...?

— ¿Qué hace este envoltorio acá?

— ¿Eh?

Me fijé bien, y era ¡El envoltorio del condón!

— ¿Quién estuvo anoche acá,Jo?

Si las miradas matarán sin duda yo estuviera enterrada en estos momentos. Mi cuerpo se tenso de arriba abajo, y mi voz al parecer no quería ser acto de presencia. Estaba acabada, mi vida había llegado a su fin, tantos años de aguantar a este ser, se han agotado. Mi plan de asesino serial jamás llegará a ejecutarse, nunca conoceré lo que Reik tiene por decirme. Nunca podré tener una relación  con Zayn. No llegaré a graduarme, no llegaré a la universidad, jamás voy a casarme, no tendré hijos, no seré ... No seré...



— Jo— Skayler, me acusó con la mirada— ¿Qué hacía un condón en tu habitación?

¿Se puede fingir una muerte repentina?


— ¡Es mío!— escuché la voz de Melanie salir de no se donde y llegar a la habitación. Su mirada cruzó con la mía, en cuanto lentamente llegaba a mi lado. Skayler abrió los ojos con sopresa pero aún así mantuvo su postura. Ambas tenían un duelo de miradas que sinceramente no lograba entender, pero poco tiempo después ví como el cuerpo de mi hermana se acercaba hasta mi mejor amiga, y le ponía el envoltorio en las manos.


— ¿Por qué has traído un condón, Mel?— le preguntó, y casi tuve que morderme los labios para no salir en su defensa.

— Las mujeres necesitamos estar preparadas para cualquier emergencia— dijo está con una sonrisa, cuya me hizo abrir los ojos exageradamente. ¡Está loca!


— Aún así — Los ojos verdosos de Skayler nos miró, como una madre prematura. En cierta parte lo era, aunque muy pocas veces mostraba su lado protector hacia nosotras, la mayoría de las veces nos trataba como una amiga más— no es agradable venir y encontrarte con esto en el piso. Es bueno que se cuiden chicas, pero sean inteligentes y sepan guardar estás cosas— agitó el envoltorio sin condón sobre nuestras narices— Y tú— su mirada se posó en mi, y casi sentí que me desmayaría— Te quiero en mi cuarto en una hora, aún tienes un chisme que contarme.

Asentí con la cabeza un par de veces por lo aliviada que me sentía por no ser descubierta. A mí lado la indiscreta de mi amiga no paraba de sonreír como una estúpida y sus ojos recorrían por todas partes, cada rincón mi habitación. Sabía lo que buscaba.


— Si me disculpan debo ir hacer unas compras— ambas vimos como Skayler llegaba hasta la puerta— luego nos vemos— cerró la puerta tras su espalda, y sentí que volví a la vida.


— ¡No puede ser!— Melanie gritó como una loca cuando Zayn salió de su escondite. De acuerdo interrogatorio acá te espero.


— Eso estuvo cerca— Zayn sonrió mientras terminaba de vestirse. Gracias al cielo logró ponerse en menos de un segundo su pantalón, sino en estos momentos Melanie estuviera viendo su bolsa de campaña.


Como si fuera WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora