|Capítulo 7|

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Los labios inexpertos de Zayn comenzaron a besar los de ella. Scarlett lo sostenía con fuerza mientras se hacía una idea de que no lo dejaría escapar. Ambos eran novatos en cuanto a relaciones se trataban, y justo ahora, el beso que compartían era torpe e inocente, a penas y si sus lenguas se tocaban y sus manos se deslizaban por la curva de sus cuellos. Mentalmente Zayn no sabía que hacer pero los labios de ella sabían tan bien que se rehusaba a separarse de ellos. Sus ojos se hallaban cerrados y frente a él, podía sentir el agitar del pecho de Scarlett chocar contra el suyo. No estaba ebrio, no estaba drogado, estaba besándola, estaba besando a una chica que no era ella, y por más que intentará hacerse creer que no le gustaba, ciertamente lo estaba disfrutando.

— Quiero ir a otro lugar— ella sonrió sobre sus labios. Los suyos sabían a cerveza bajo una combinación de dulce de cerezo, y justo ahora que miraba sus labios podía notar como el labial  había desaparecido y estos se encontraban hinchados por la presión que causaban los suyos.

— No creo que sea lo correcto— Zayn susurró, mientras no paraba de besarla. Sus manos cosquillaban a sus costados y su piel ardía sobre la de ella. Escuchó un gemido salir de los labios de Sacarlett en cuanto se gritó a sí mismo que debía parar. Esto no estaba bien…, ella no era Jo.

— Es mi cuerpo, yo opino y decido que haré con él— ella dijo necesitada, pero para entonces, Zayn ya se había separado de su cuerpo. Los ojos celestes de Scarlett lo miraron acusatoriamente, como si en vez de salvarla de arruinar su vida, le estuviera arrebatando lo que más anhelaba su virgen cuerpo.

En ese preciso momento, Zayn pensó en ella, en Jo, y mentalmente se insultó a sí mismo por lo estúpido que estaba siendo. Ella estaba sufriendo, su mamá estaba quizás a punto de morir, ¿Y que hacía él?, besar a la chica que no paraba de acosarlo.

Zayn pensó que debía salir de esa casa.

— Tengo que irme— encaminó su ruta hasta la puerta, dejando a Sacarlett con la boca abierta, ella le gritó e insultó como otras veces, pero como siempre, decidió ignorarla. Ella no era la solución de sus problemas, ella no borraría ni haría desaperecer lo que él sentía por ella.

Al igual que él, ella no era nadie para él, y por un simple beso no haría hacerle cambiar de parecer.

— Gracias— dijo mucho antes de cruzar la puerta— gracias a tí, al menos ya se como besarla.

Y bajo el llamado de aquella chica, Zayn había abandonado la fiesta .







— ¿Qué piensas hacer hoy?— Fareth habló con emoción, como si salir de las cuatro paredes de la comodidad de su dormitorio, fuese algo que él quisiese hacer. Hace menos de una hora que hablaban por teléfono, y el energético de su mejor amigo no había parado de hablar de la noche anterior. Los detalles ya Zayn se los sabía, pero aún así no impidió que con entusiasmo la voz de Fareth le hablará de cada uno de ellos.

A pesar de estar feliz por él, algo le hacía desear lo qué él tenía. Puede que su amigo pudiera ser muchísimas cosas, pero está vez le había ganado, ya que a diferencia de él, al menos si pudo decirle lo que sentía a Anabelle, mientras que su conciencia no paraba de repetirle lo cobarde que era.

Ojalá todo fuera diferente…

— Aún no lo sé, quizás dormir un poco, tengo días que no lo hago— Zayn soltó un suspiro y centró su mirada frente a los bocetos que tenía sobre las manos. Muchos de ellos estaban sin terminar, mientras que otros, resaltaban sobre el pálido papel gracias el color de los colores. Eran sencillos, pero hermosos frente a sus ojos.

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