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Capítulo 1159

En este punto, HongKi no dijo nada. Simplemente sacó su teléfono y marcó el 110, que era el número de emergencia para llamar a la policía. Iba a hacer justo lo que había amenazado con hacer: llamar a la policía.

No pensó en KyuJong, que estaba cerca, ya que él era un soldado y su primera obligación era proteger al país. No podía llamarlo cada vez que se metía en un aprieto, porque simplemente ese no era su trabajo.

"¡Oye! ¿Qué estás haciendo? ¿Llamando a la policía?"
Uno de ellos, un tipo bastante peludo, dio un paso adelante y de un manotazo tiró el teléfono de la mano de HongKi al suelo.

Afortunadamente, parecía que no le había pasado nada al caer con semejante fuerza. HongKi agradeció a su suerte, ya que era lo suficientemente inteligente como para comprar un OtterBox, uno de los protectores celulares más resistentes.

"Increíble. ¡Ahora me debes un teléfono nuevo, hijo de puta!"
HongKi estaba ahora muy enojado. Incluso soltó palabrotas, lo que era muy inusual en él. Se puso las manos en las caderas y les miró. Estaba temblando, pero no del susto, sino porque hacía frío, y llevaba un pantalón delgado.

"¡Jaja! ¡Hermanos! ¿Lo han oído eso? ¡Ahora le debemos un teléfono nuevo a este perro! ¡Jaja! Tal vez tengamos que darle una lección".
Todos los muchachos escupieron su chicle, que aterrizaron en el suelo como bolas rosadas.

HongKi frunció el ceño, ya que esto le resultaba muy repugnante. Mientras tanto, repasó varios escenarios en su mente. Con suerte, ninguno de ellos era bueno peleando. Había aprendido algunas técnicas básicas de defensa personal, pero llevaba un short corto y definitivamente era inapropiado cuando pateara a alguien.

"Ahora lo entiendo. Ustedes piensan que pueden hacer lo que les entre en gana porque sus familias los protegerán. Déjenme adivinar, sus papás son algunos altos funcionarios del gobierno. ¿Qué pasa? No es la primera vez que se meten en líos y sus papis les solucionan el problema. ¿Estoy en lo cierto?"
HongKi miró el BMW de los muchachos. Ese no era un automóvil barato. De hecho, era demasiado caro para jóvenes comunes. Estos no eran típicos gamberros de la calle, siendo tan arrogantes debían ser hijos mimados de clase muy pudiente. Los muchachos comenzaron a hablar entre ellos.

"¡Oye! Estoy impresionado. Eres un chico inteligente, después de todo".
Dijo el de la chaqueta de cuero. El de pelo amarillo intervino.

"Ya que lo adivinaste, ahora paga. Así todos nos podemos ir a casa".
Todos sus rostros tenían las sonrisas de los verdaderamente malvados.

"No he hecho nada malo. ¿Por qué debería darles dinero?"
Dijo HongKi mientras se inclinaba para agarrar su teléfono del suelo. Pero cuando estuvo a punto de alcanzarlo, uno de los hombres lo pisó.

"Entonces deja tu teléfono. Nos quedaremos con él".
Dijo el hombre, pisando el teléfono con más fuerza contra el pavimento. Miró a HongKi, retándolo a hacer algo.

"Devuélvemelo, o esto podría ponerse feo".
Dijo HongKi enojado. Por un momento pensó en dejar el teléfono, pero inmediatamente cambió de parecer porque los datos que contenía eran muy importantes para él.

Había muchos números e información importantes en ese teléfono, si lo dejaba él no podía simplemente después comprarse otro igual.

"Oigan, ¿lo han oído? Dice que esto se va a poner feo. Ohhh, es tan lindo que no veo lo feo que se pondrá. ¿Me atarás a la cama? ¿O simplemente quieres tener sexo feo en el auto?"
Dijo el hombre y se echó a reir. Su risa era un sonido odioso, y sus palabras mucho más.

"Un chico con clase como esta, preferiría la cama. Apuesto a que es absolutamente salvaje entre las sábanas. ¡Qué suerte, hombre!"
Se rieron de nuevo. La lujuria era evidente en sus ojos. Lo peor era que HongKi seguía tratando de alcanzar su teléfono, y podían ver a través del delgado pantalón. No podían ver mucho, pero lo suficiente para inflamar su imaginación. Y comenzaron a silbar. HongKi apretó los dientes, tratando de controlar su ira que ansiaba liberarse.

'Si empiezo una confrontación, ¿cuánta posibilidad de ganar tengo...?', pensó.

De repente, sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de una melodía. ¡Su tono de llamada! ¡Alguien lo estaba llamando! ¡Tenía que recuperar su teléfono!

KyuJong frunció el ceño y esperó pacientemente a que contestara, pero esta vez no fue su dulce voz lo que lo recibió en el otro extremo.

KyuJong no sabía por qué se había retrasado tanto. Siempre le seguía, pero ahora no había ni rastro de su auto.

"KyuJin, creo que tenemos que regresar. Kikí no está detrás de nosotros y no contesta el teléfono. Podría estar en problemas".
KyuJong revisó la intersección frente a ellos. Decidió volverse y buscar a su esposo.

Al principio, pensó que tal vez se había retrasado por un semáforo, por lo que bajó la velocidad, esperando que lo alcanzara. Sin embargo, ya había pasado un tiempo más que razonable y todavía no lo veía. Y ahora no contestaba su teléfono. Definitivamente estaba preocupado.

"¿Habrá tomado un atajo?"
KyuJin no se había dado cuenta de que ya no estaba detrás de ellos. Cuando escuchó lo que dijo KyuJong, comenzó a buscarlo a través del espejo retrovisor.

"De ninguna manera, tomamos el camino más rápido de regreso al apartamento, así que no puede haber tomado un atajo porque no lo hay. Y sabía que estaba delante, por lo que no creo que haya ninguna razón para apartarse".
Dijo KyuJong mientras giraba el volante. El auto se desvió hacia el siguiente carril.

"¿Le habrá pasado algo malo?"
Después de darse cuenta de lo que había dicho, KyuJin rápidamente se cubrió la boca. Ojalá no fuera verdad.

"Todo estará bien"
Dijo KyuJong. En realidad lo decía para consolarse, porque estaba verdaderamente preocupado por su esposo. Echó un vistazo a los otros autos mientras regresaban, por si lo veía tratando de alcanzarlo.

Un verdadero amor 6a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora