Un verdadero amor 6a parte.

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Capítulo 1164

"Tiene toda la razón, Mayor General. ¡Gracias por recordármelo! Haré lo que usted me indique".
Dijo el señor Yi de inmediato, cuando entendió lo que KyuJong quería que hiciera. Al mismo tiempo, sus preocupaciones se habían disipado pues sabía que podría castigar a esos tipos sin temor de ser reprendido por sus superiores, ya que el Mayor General se lo había ordenado.

Eso era todo lo que necesitaba para salvar su pellejo. El señor Yi era un hombre sumamente inteligente y sofisticado, de lo contrario nunca hubiera llegado a un cargo tan alto.

"¡Excelente! ¿Señor Wang, podría echar un vistazo a la escena del accidente y deslindar responsabilidades?"
Ordenó KyuJong, quien se había percatado de que el señor Yi estaba dispuesto a aceptar las consecuencias derivadas de darles a esos jóvenes una buena lección.

"No podría ser más obvio; todo fue culpa del BMW. No se preocupe, Mayor General, repararemos su Ferrari lo antes posible y le garantizamos que quedará satisfecho con el resultado".
Respondió el señor Wang con una gran sonrisa, pues estaba consciente de lo poderoso que era KyuJong como Mayor General. Incluso tomando en cuenta su prestigioso trasfondo familiar, era mucho más poderoso que él, en cuestiones de jerarquía.

El poder del Mayor General era de jurisdicción militar, mientras que su poder se limitaba a la jurisdicción administrativa, de tal forma que era muy probable que el alcalde tratara a los militares con humilde respeto, si algún día existiera una discrepancia. Así pues, era normal que un pelagatos como él no se atreviera a comportarse de manera arrogante frente a él.

"¡Claro que sí, Mayor General! Además puede estar seguro de que somos hombres sensatos y sabemos distinguir lo correcto de lo incorrecto".
Añadió el señor Yi, mientras inclinaba la cabeza. Después se mordió el labio ya que estaba muy molesto y decepcionado por lo que había hecho su hijo, sin embargo como padre, no tenía el corazón para verlo sufrir cuando alguien más lo castigaba. Esa era la razón por la que estaba haciendo todo lo posible para tranquilizar a KyuJong; y lo único que esperaba era que no fuera demasiado duro con esos jóvenes.

"Me alegra escuchar eso. Parece que no tengo que decirle qué es lo que debe hacer a continuación. Por cierto, ¿ese muchacho es su hijo, señor Wang?"
Preguntó KyuJong mientras miraba a uno de los chicos. Y después añadió: ʺCreo que accidentalmente le rompí el brazo. ¿Podría por favor llevarlo a que lo atiendan antes de arrestarlo? Lo siento por todos los problemas causadosʺ.
Había mencionado lo del brazo roto solo como excusa, ya que lo que realmente quería enfatizar era que esos chicos debían ser detenidos. Y estaba seguro de que el señor Yi y el señor Wang eran lo suficientemente inteligentes como para entenderlo. Sabía que no se atreverían a proceder con favoritismo llevando a sus hijos a casa después de que él se retirara, a menos que no les interesara conservar sus cargos como servidores públicos.

Honestamente, la detención ni siquiera le parecía suficiente castigo si tomaban en cuenta todas sus malas acciones. Creía que debían ser puestos tras las rejas durante uno o dos años para asegurarse de que hubieran aprendido la lección.

"Gracias por disciplinar a mi hijo por mí, Mayor General. Me aseguraré de que reflexione sobre sus errores".
Dijo el señor Wang, mientras se limpiaba el sudor frío de la frente. 'Gracias a Dios que solo se rompió el brazo', pensó.

Sabía que incluso si KyuJong hubiera dejado lisiado a su hijo, hubiera tenido que derramar lágrimas de gratitud.

"No me lo agradezca. Se atrevió a tocar a alguien que no podía defenderse. Llámeme cuando el auto esté listo. En cuanto al celular roto..., olvídelo. Tendrá que pagar mucho por las reparaciones del auto".
Dijo KyuJong con una pequeña sonrisa. Sabía que esos funcionarios solo estaban comportándose humildemente ante él, debido a su alto estatus; y que no habrían actuado de la misma manera si el incidente se hubiera suscitado con civiles. Ese tipo de injusticias era muy común en todo el país y se sentía extremadamente triste porque sabía que no podía acabar con ese hecho él solo. Lo más que podía hacer era cambiar las circunstancias a su alrededor, ya que la situación en otros lugares estaba fuera de su alcance.

"¡Seguro que sí! Eso haremos. Le aseguramos que su auto quedará como nuevo en muy poco tiempo. Gracias por su comprensión".
Rspondió el señor Wang, con la cabeza agachada, pues temía encontrarse con la mirada de KyuJong.

"Señor Yi, por favor dígale al alcalde que se dirija a mí si tiene alguna queja. No creo que se pueda dar el lujo de malcriar a este chico y desaprobar su merecido castigo".
Dijo KyuJong mientras miraba al hijo del alcalde. Después sacudió la cabeza decepcionado y suspiró.

El joven había nacido en una familia prominente, y era muy probable que tuviera un futuro prometedor si estudiaba mucho y se dedicara a hacer el bien. Era una pena que eligiera violar la ley.

'Sin duda su familia se equivocó con la educación que le ha dado. Si mi hijo se comportara de esta manera, le daría un castigo ejemplar', pensó.

Así era cómo KyuJong creía que debía ser la educación y crianza de los hijos, y lo pondría en práctica cuando tuviera uno. Indudablemente su futuro hijo le temería y lo admiraría al mismo tiempo. Sin embargo, ese modelo de educación también le permitiría a su vástago superar sus logros a una edad muy temprana.

"Estoy totalmente de acuerdo con usted, Mayor General. Y así se lo haré saber al alcalde".
Dijo el señor Yi, asintiendo con la cabeza. Sin embargo, por dentro moría de miedo, ya que aunque tenía planeado informarle al alcalde del incidente, no tenía las agallas para contarle toda la historia, exactamente como había sucedido. Tendría que tener mucho tacto para asegurarse de que el alcalde no tomara las cosas a mal.