Un verdadero amor 6a parte.

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Capítulo 1167

"¡Está bien! Pero con una condición; que me permitas elegir el hospital".
Dijo HongKi mientras observaba la expresión en el rostro de su esposo. Pudo darse cuenta de que estaba tratando de contener su ira, sin embargo, no sabía por qué se había enojado.

"De acuerdo, pero tienes que hacerte ese chequeo".
Respondió KyuJong exhalando bruscamente, mientras trataba de tranquilizarse. Evidentemente estaba furioso y no tenía ganas de jugar a buscar culpables. Todo lo que quería era saber qué tan lastimado estaba su esposo.

"Préstame tu teléfono, por favor. Necesito hacer una llamada".
Dijo HongKi frunciendo el ceño, al ver cómo habían dejado el suyo los patanes con los que había tenido el altercado. Suspiró solo de pensar que tendría que echarlo a la basura después de rescatar la mayor información posible.

KyuJong volteó a verlo con una expresión de confusión, pues no sabía a quién quería llamar. De cualquier manera se lo entregó; inmediatamente después volvió la vista hacia la carretera y se concentró en conducir.

"Hola, soy PolPruk. ¿Quién habla?"
Contestó su amigo, quien se encontraba en el hospital, examinando una radiografía. Cuando terminó de hablar, bebió un sorbo de su café.

"¡Hola, Pol! Soy yo, Kikí. ¿Estás en tu consultorio?"
Dijo, después sacó la lengua e hizo un gesto tierno. Aunque Pol no podía verlo a través del teléfono, KyuJong sí, y al notar esa mirada traviesa en sus ojos, no pudo evitar preguntarse qué se traía entre manos.

"¡Hola, Kikí! ¿Te sucedió algo? Espero que no haya sido nada serio".
Contestó PolPruk mientras ponía su taza de café sobre el escritorio y apartaba la vista de la radiografía.

Cuando recibió la llamada, no sabía de quién se trataba ya que no conocía el número del que le estaban hablando, pero cuando escuchó que era HongKi, dejó a un lado su trabajo y le prestó toda la atención.

"No. ¿Acaso necesito tener un motivo para llamarte? Hace mucho tiempo que no te veo y te extraño. ¿Cómo has estado?"
Preguntó HongKi, quien sabía perfectamente cómo convertirse en una inocente y dulce niño, para que sus hermanos cayeran rendidos a sus pies.

"¡Deja de decir tonterías, chiquillo! ¿Para qué me llamaste?"
Preguntó PolPruk, pues lo conocía muy bien y sabía que no lo llamaría tan tarde si no tuviera una buena razón. No se creyó el cuento de que lo extrañaba; y estaba seguro de que se trataba de algo más que una simple llamada amistosa.

"¿Estás en el hospital? Si es así, voy para allá".
Dijo HongKi vacilante, ya que no quería que PolPruk se preocupara demasiado.

"¿Te lastimaste?"
Preguntó él, nervioso. Al principio estaba tranquilo, pero después de escuchar que iría a su trabajo, no pudo evitar preocuparse, pues sabía que nadie acudía a un hospital a menos que estuviera lastimado o enfermo.

"No. Solo dime si estás allí".
Respondió HongKi en un tono evasivo, ya que no quería decirle por teléfono lo que le había sucedido, para no asustarlo. Lo último que necesitaba era que todos estuvieran preocupados por él.

"Sí, aquí estoy. Acabo de terminar una cirugía. Te estaré esperando en mi consultorio".
Dijo PolPruk, después bebió otro sorbo de su café. Bajo las luces de las lámparas su rostro lucía exhausto; todo indicaba que necesitaba un descanso urgentemente.

"¡Ah! ¿Ya cenaste?"
Preguntó HongKi, mientras se preguntaba si había sido una buena idea recurrir a su amigo por una lesión menor, puesto que siempre estaba muy ocupado.

"Cenaré en un rato. No tengo hambre en este momento".
Contestó PolPruk, quien siempre después de una operación necesitaba relajarse, ya que el esfuerzo que hacía era agotador y le tomaba algún tiempo poder recuperar el apetito.

"Bueno, entonces te llevaré tu comida favorita".
Dijo mientras miraba por la ventanilla. Según podía recordar, había un restaurante que servía comida de Seúl, cerca de donde se encontraban, de tal forma que podrían detenerse a comprar el platillo favorito de PolPruk; pato picante, desmenuzado a la plancha.

"¿De verdad? ¡Eso es muy amable de tu parte! Cuando me llamaste justo estaba pensando en dónde iría a cenar".
Dijo PolPruk, con un brillo de emoción en la mirada, pues ya se le estaba haciendo agua la boca.

"Sí, espérame allí. Te veré en un rato".
Respondió HongKi y colgó rápidamente el teléfono sin esperar a que su amigo dijera algo más. Su plan había salido perfecto, de tal forma que ya no se sentiría tan avergonzado de molestarlo.

Mientras tanto, PolPruk miró su teléfono, sacudiendo la cabeza impotente y sonriendo con ternura, pues a pesar de que HongKi ya era un niño casado, seguía siendo un chiquillo travieso.

"Cariño, pasemos primero al restaurante Seúl Cuisine".
Dijo HongKi, pues ya había visto el letrero a lo lejos, y por eso había colgado el teléfono tan rápido.

"Está bien".
Respondió KyuJong, quien había escuchado la conversación de su esposo y sabía que harían esa parada. Se maldijo por ser tan despistado y haberse olvidado por completo de PolPruk, quien era un genio en el mundo de la medicina. Si alguien sabía cómo curar a HongKi, ese era él.

"¿Nos vamos a detener aquí? ¿Tienen hambre?"
Preguntó KyuJin sorprendido, ya que durante todo el camino había estado absorto en sus pensamientos y de repente volvió a la realidad.

"No, solo le voy a comprar a Pol algo de cenar. No tardaré mucho".
Respondió HongKi con una sonrisa, mientras tomaba su billetera y salía del auto. El frío viento sopló y él se estremeció, pero de repente sintió un cálido abrazo.

"Iré contigo".
Dijo KyuJong, mientras lo ayudaba a ponerse su abrigo. Después lo abrazó de los hombros y caminaron hacia el restaurante. HongKi mientras tanto lo miró sorprendido; lucía indiferente, pero todas las atenciones que tenía con él hacían que su corazón se sintiera cálido. Incluso pensó que el más frío invierno sería tan abrasador como el verano, siempre y cuando estuviera al lado de su esposo.

Media hora después llegaron al hospital; a pesar del clima tan frío, la cena de PolPruk se conservaba caliente.