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1984 - Indiana, Hawkins.
-¿Que hacemos aquí?-
Freya pregunto eso por quinta vez en el día mientras miraba a Dustin y Lucas. El par le pidieron -casi rogaron- que los llevara al Arcade, y no pudo decir no. Pero no pensó que seria para espiar a esa niña de cabello pelirrojo por lo que parecieron horas. La adolescente comenzaba a cansarse de estar agachada tanto tiempo detrás de un auto desconocido solo para eso.
-No se si podemos quedarnos por mucho tiempo mas- ella miro la hora en el reloj de Dustin -Sus madres van a asesinarme si se enteran que los deje salir tan tarde-
-Estamos esperando por Max- Sinclair le informo para tranquilizarla -Creemos que es Mad Max. La única persona que tiene ese nombre en esta ciudad es ella.
-Entonces... ¿Dicen que una chica rompió sus récords? -la adolescente se emociono ante eso -¡Genial! Ya comienza a agradarme-
-¡Freya!-
Hunter elevo sus manos en señal de rendición cuando los dos le gritaron al mismo tiempo. La verdad era que se le hacia muy divertido hacerlos enojar de esa forma a cada minuto del día. Pero en ese momento tuvo que concentrarse en la entrada del arcade, obviando la tonta pelea de los niños sobre quien seria el próximo en tener novia.
Al paso que iban, ella ganaría.
-Tu quieres quedarte para hacer el próximo movimiento- Henderson le dijo a su amigo con irritación -Buen intento, pero no funcionara-
-Oh, porque tu eres una gran amenaza- Lucas rodo los ojos.
-Ella no podrá resistirse a estas perlas-
En cuanto Dustin hizo su característico sonido, la adolescente rodo los ojos sin ser capaz de evitarlo. Le parecía tierno pero al mismo tiempo un poco raro que lo haga en cada oportunidad que tenia. Por esa razón hizo lo que hizo, con la intención de al fin silenciarlos.
-Ya cierren la boca-
Freya golpeo sus nucas sin darles tiempo a protestar, escuchando sus quejas cuando ella no les presto atención. Al parecer su mirada estaba muy concentrada en es auto color azul que frenaba de golpe para dejar a una niña pelirroja bajar.
Y ella termino por ponerse de pie de golpe en busca de acercarse y comprobar si era él o no. Algo difícil puesto que Hargrove acelero a todo lo que daba, desapareciendo por las calles repletas de gente sin darle la oportunidad.
-Encontramos a alguien que maneja peor que tu Frey-
Dustin recibió otro golpe ante lo que dijo, pero internamente los tres concordaron con sus palabras. Si ella manejaba como una loca, el rubio ciertamente era un demente. Porque no había otra manera de explicarlo.
