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-Oh mierda-
Freya murmuro una vez dentro del tráiler de Munson, observando con curiosidad la gran luz roja en el techo. Steve y ella compartieron una mueca, recordando el gran portal en el centro del agua. Parecia que los niños tenían razón. Cada vez que Vecna atacaba, se abría paso al mundo de los mortales de una forma u otra.
-Aquí es donde Chrissy murió- Eddie murmuro -Exactamente donde murió-
-Creo que hay algo ahi-
Robin tenia razón. Algo comenzaba a bajar por el portal. Algo que los hizo gritar como niñas asustadas. Harrington tomo el brazo de su novia, enviándola detrás suyo con la intención de protegerla. Todo, mientras veía como lo que parecia ser un bastón de madera atravesaba esa cosa.
-¿Que diablos?-
Freya no le reprocho, tomando su bicep con fuerza, y revoleando sus ojos en busca de una posible ruta de escape. Claro que, eso no fue necesario. En cuanto el portal termino de abrirse, o mas bien romperse, cuatros conocidos rostros los recibieron del otro lado. Un par de hermanos, una cabellera pelirroja, y un sonriente niño.
-¡Tienen que dejar de asustarme así!- se quejo Hunter -O al paso que vamos, me matara un paro cardiaco y no Vecna-
-Hola Freya, es lindo verte de nuevo- Henderson soltó una risa -No sabia cuanto extrañaba tus gritos hasta ahora-
-Estoy tan feliz de verlos que eso ni siquiera me insulto-
La chica soltó un suspiro aliviado, viendo como los niños acomodaban todo el lugar para su llegada. Si las suposiciones de Dustin eran correctas, la soga que estaba a punto de lanzarles, caería perfectamente de su lado también.
-¿Es normal que todavía me siga sorprendiendo por esto?-
-Nop-
La pareja le respondió a Robin.
-Tu primero Rob-
Freya le indico, dando un paso hacia atrás para darle espacio. Su mente se disperso de eso en cuestión de segundos, tocando su cuello en el momento que sintió todo su cuerpo erizarse. Se sentía exactamente como cuando podía ver a Billy en sus sueños -o pesadillas- un años atrás. Y eso, ciertamente no era bueno.
-Te veré en el otro lado-
-Del otro lado-
La chica le respondió a su novio con una sonrisa, tomando las sabanas y escalando con mucha facilidad. El problema fue que cuando cayo, no lo hizo sobre el colchón en Hawkins. Si estaba en su pueblo. Pero no exactamente en los tráileres.
Soltando un quejido, se giro para apoyar sus manos contra el suelo. Algo frio, un poco seco y de consistencia suave. Parecia ser arena. O bueno, una de color oscuro, casi tirando a negro. Sabia exactamente donde se encontraba.
La playa de Hawkins.
-Era hora de que vinieras a mi-
Sus ojos se cerraron por unos segundos, tragando el nudo en su garganta, para finalmente voltearse a mirar al desconocido. A esa persona que creyó no poder volver a ver nuevamente nunca mas en su vida. Pero ahi estaba, con la misma ropa que el día de su muerte, mechones rubios alborotados, y una mirada calculadora.
-Billy-
-¿Por que no hiciste nada?- se acerco a ella -A veces me hace pensar que una parte de ustedes deseaba que muriera-
-Sabes que eso no es cierto- dijo agitada -Eras muy importante para mi. ¡Diablos! ¡Todavía lo eres!-
-¿Entonces porque te quedaste mirando muñeca?-
En el momento que Hargrove acaricio su mejilla las lagrimas comenzaron a caer en abundancia. La chica soltó un sollozo, reviviendo lo culpable que se sentía. No. Mas bien, toda ella era capaz de recordar ese horrible sentimiento que perderlo le provoco. Siempre creyó que se perdono el hecho de no moverse. De no hacer nada para salvarlo. De ignorar las visiones que tenia con él en sus sueños.
Solo fue una ilusión.
De otra manera, podría dejar de soñar con él.
De otra manera, podría manejar sin culpa el camaro que dejo en su posesión.
De otra manera, podría ignorar ese malestar que la carcomía.
-Siempre creí que eran pesadillas- finalmente lo vio a los ojos -Que tu presencia en mis sueños solo se trataba de mi mente intentando olvidar mis sentimientos por ti-
Jamás creyó que fueran gritos de auxilio.
-Por eso quieres cambiar de lugar ahora ¿Verdad?- quito una lagrima -Por esa misma razón le diste a Max esa cinta. Porque no querías seguir escuchando nuestros recuerdos-
-Lo siento Billy-
-Esta bien muñeca, puedes compensarlo ahora -su voz se torno oscura -Solo sígueme. Sígueme y veras como todas tus pesadillas finalmente terminaran-
Steve ya no sabia que mas hacer.
El muchacho se encontraba gritando el nombre de su novia con total desesperación. Moviendo su cuerpo de un lado a otro con la intención de despertarla. De lograr que su alma volviera a ella de una forma u otra. De que su voz sonara como algo mas que un simple eco en su mente.
De que Freya volviera a él.
-¡Vamos Frey!- la movió con fuerza -¡Por dios Frey solo regresa a mi! ¡No dejes que te controle! ¡No te atrevas a irte!-
Porque si lo hacia, no se lo perdonaría jamás.
-¿¡Steve!?-
Robin dijo desde arriba, reteniendo -a duras penas- a Max de saltar por el portal. La pelirroja se veía igual de lista para hacer lo que fuera. Tanto como el resto del grupo, quienes también se encontraban observándolo perder la cabeza sin poder hacer mucho por él.
O por ellos mas bien.
-¡Frey!- Steve los ignoro -¡Vamos cielo! Solo... solo vuelve a mi. Por favor Frey. Por favor-
Harrington estaba dispuesto a todo.
A gritar tanto como fuera necesario. A perder su tiempo y mente. A caer en la desgracia absoluta. A enfrentarse a Vecna con solo sus manos. A cruzar cada maldita linea por ella. A ir en contra del mundo entero si eso significaba que la salvaría. A arrodillarse frente a esa criatura en busca de una salvación.
Estaba dispuesto a todo.
Incluso a intercambiar lugares.
Steve Harrington estaba listo para cambiar de lugar con Freya Hunter.
