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-Para ti-
Freya acepto la carta que Max le extendió con un poco de confusión. Una mueca que al final, se convirtió en algo parecido al horror. Era una forma de despedirse de todos ellos. Y no solo se la entrego a ella, sino que también a Dustin, Lucas e incluso Steve. Dejo guardadas un par para aquellos que no estuvieran ahi, y se quedo con dos final.
Y ella sabia exactamente para quienes eran.
-Max, no es necesario- Hunter la miro -Las cosas van a salir bien.
-No necesito que me tranquilices y me digas que todo saldrá bien- se altero la menor -Porque la gente me lo dijo toda la vida, y casi nunca es cierto-
-¿Y tu crees que voy a dejar que algo te pase?- ella se agito de igual forma- Perdiste la cabeza completamente si piensas de esa forma Maxine Mayfield-
-Frey...-
-¡No!- esa era la primera vez que le gritaba -¡He aguantado que me mientas sobre la manera en la que te encontrabas estas ultimas semanas, y también que pretendas como que nada de esto sucede! ¡Pero no voy a dejar, ni siquiera por un segundo, que pienses que alguno de nosotros va a rendirse!-
Hunter pareció entender que se exaspero demasiado, saliendo de la casa para dirigirse al patio delantero. A ella le molestaba de igual manera esa situación. Todo la sobrepasaba. No sabia lo que debía hacer para salvarla, tampoco como olvidar sus propios demonios, y la vida de todos aquellos a quienes consideraba su familia ahora estaban en la cuerda floja.
Era mucho mas de lo que podía soportar.
Steve fue quien salió por ella, abrazándola por detrás en un intento de calmarla. Así fue como entendió lo mal que se encontraba. Porque no solo podía sentir su respiración irregular, sino que además, su brazo comenzaba a mojarse. Freya estaba llorando de una manera realmente desgarradora. Liberando todo aquello que guardo en su interior por meses. Se desahogaba por lo de Max, por no hacer nada por Billy, por el estrés que ser un adulto le ocasionaba.
Por todo eso y mas.
-Tranquila cielo- susurro en su oído -Estoy aquí, solo debes seguir mi voz. Si debes gritar, golpear o simplemente seguir llorando, hazlo. Deja que todo salga-
De todas maneras, él estaría ahi para ella.
-Ya no quiero esto Steve-
-Lo se, lo se- él tampoco lo quería -Pero veras que lo resolveremos. Te prometo que no voy a dejar que nada pase contigo, y tampoco con ellos-
-¿Y que hay de ti?- ella se giro -No quiero perderte. No a ti-
-No lo harás, te lo prometo-
Esperaba poder cumplir esa promesa.
Freya asintio, intentando recomponerse, mientras se escondía en su novio. Harrington la apretó contra él, acariciando su cabello y dejando pequeños besos en la parte de su cuello. Todo con el propósito de tranquilizarla. El chico sabia que de todas maneras, aunque lo lograra en ese momento, el estrés acumulado en ella no desaparecería en un dos por tres.
