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1985 - Indiana, Hawkins
Freya había tenido mucha suerte ese día.
Al otro lado de la ciudad, Hunter se encontraba en busca de unos vinilos. Su mano se posiciono en su cuello un par de veces en lo que iba del día, sintiendo los vellos erizarse. Era como si algo le estuviera avisando lo que venia. Tal vez sobre los Rusos, o tal vez porque por un momento se asusto al sentir a alguien a su lado. Estaba muy paranoica últimamente. Pero esa mañana cruzo todos y cada uno de los limites. Por esa razón decidió dar una vuelta en el centro comercial y si tenia suerte, distraerse de todo lo que sucedía.
-¿Freya Hunter?-
La chica no tenia idea quien era ese chico que la saludaba tan alegremente. Pero intentando no sonar muy grosera, solo le sonrió devolviendo el gesto. Sus ojos vagaron por su figura en busca de una pista, hasta que dieron con la pulsera del equipo de básquet del instituto Hawkins. Tenia que ser uno de los ex compañeros de Steve, de quien nunca se aprendió el nombre.
-Nick ¿Cierto?- Hunter se aplaudió a si misma cuando el muchacho asintió -Es bueno verte, creo que desde que deje la secundaria no cruce a nadie mas-
-Si bueno...- él se acerco a su figura -No es como si realmente te gustara estar con nadie mas que tu grupo-
-Tal vez-
Hunter hizo una mueca ante eso, intentando salir de esa conversación como pudiera. Esperaba que el chico no hiciera ningún movimiento en esos momentos. Pero Nick no era nada tonto, él recordaba a la pareja it. La que todos sabían dudarían mucho tiempo, incluso fuera del instituto. Y cuando Steve Harrington se posiciono a un lado de ella con su brazo en sus hombros en forma de protección, lo supo.
-Supongo que lo que decían en la escuela era cierto- el nuevo hizo una mueca mientras se alejaba -Ustedes si iba a durar mucho tiempo-
-¿Y que esperabas?- Harrington elevo una ceja -¿Acaso creíste que iba a dejarla sola para que personas como tu se acercaran a ella?
Freya curvo sus labios ligeramente, dándose cuenta que su personalidad de niño rico salió a la luz por unos segundos. Era normal que respondiera de mala manera en la secundaria, incluso a veces creía que algunos de sus compañeros salieron llorando gracias a ellos. Sus personalidades no eran buenas, y sus palabras lastimaban a mas de uno.
Pero todo eso cambio.
Las cosas que habían atravesado a lo largo de esos años los hicieron ver que no podían seguir de esa manera. De otra forma los consumiría. Por lo que le sorprendió que Steve volviera a hablarle a alguien mas así. Eso solo le indicaba que ese muchacho no traía consigo buenas intenciones. Y que probablemente no iba dejarla en paz si ella mostraba la mínima gota de amabilidad.
