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1984 - Indiana, Hawkins.
-¿De verdad pelearon contra algo así antes?-
La voz de Max hizo que tanto Harrington como Hunter se giraran a verla. La verdad que era entendible que le costara tanto trabajo creer que a lo que se enfrentaban, era un demogorgon. Después de todo, la gente no va por ahí diciendo que asesinaron a una criatura de dos metros de alto el año anterior.
Pero los niños decían la verdad.
-Sip- Freya asintió -Aun cuando suena raro.
-¿Y están completamente seguros que no era un oso?- Maxine pregunto.
-No seas ridícula- Henderson le dijo enojado -¿Por que estas aquí con nosotros si no nos crees?-
-¡Dustin!- Hunter se sorprendió -No le hables así-
-¿Alguien esta irritado? ¿Paso tu hora de dormir acaso?-
Freya se lamento cuando Mayfield subió las escaleras en busca de Lucas luego de decir algo como eso. Si antes tenia pocas oportunidades, ahora se redujeron a cero. También se reprendió a si misma al saber que la palabra ridícula se le había pegado de ella. Y Steve, que recordó esa frase salir de sus labios, la miro divertido. Pero ella se encogió de hombros y estiro su cuerpo hacia atrás, dando en contra del suyo con suavidad.
Esos últimos meses no fueron los mejores para ellos. Pelearon por todo lo que jamás lo habían hecho, se celaron de una manera casi toxica e incluso dejaron de hablar tan seguido. Pero aun así, ese vinculo que tenían no estaba roto. Mas bien pareció fortalecerse gracias a todo lo que pasaron y comprendieron. Y Steve supo que ella también pensaba de esa manera cuando la mejilla de Freya se recostó en su hombro.
-Sabes...- él le susurro divertido -Empiezo a ver por que te cae bien Max.
-¿De verdad?-
-Si. Es porque es igual que tu- el muchacho se burlo de ella sin mas -Escucharla hablar así fue como ver a una mini Frey-
Hunter no rechisto. Era cierto y le enorgullecía que Max supiera defenderse sola. Incluso si era en contra de alguno de sus pequeños. Porque esta vez ella sabia que se lo merecían. La dejaron de lado demasiado tiempo y además le hablaron de esa manera. De ser ella en su lugar, ya estarían con un golpe cada uno.
-Gracias-
Steve sonrió divertido ante esa contestación, pasando su brazo por la cintura de la chica y así poder atraerla hacia él. De esa manera, ella termino por esconderse entre su agarre sin poder evitarlo. Solo necesitaban quedarse en silencio y tranquilidad por un rato mas. Pero Harrington no podía desaprovechar la oportunidad de ayudar al mocoso que ahora era como su pequeño discípulo.
