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1984 - Indiana, Hawkins.
-Es muy temprano para esto-
Freya masajeo su sien con fuerza mientras murmuraba no solo esa frase sino que además un par de maldiciones para los niños que cuidaba. Y ninguno de ellos dijo nada al respecto porque sabían que si era mucha locura para esa hora del día. Aun mas cuando su niñera tenia una reseca como para veinte.
La noche anterior, ella junto a Steve continuaron bebiendo y comiendo chocolates -cortesía de Dustin- hasta altas horas de la madrugada. Pero ahora, a pesar de que no estaban en la misma sala, ambos se encontraban pagando las consecuencias.
Harrington se escabullo con un par de lentes negros hasta las gradas del gimnasio, queriendo dormir hasta que alguien lo descubra. Mientras que ella no tuvo tanta suerte si era sincera. Ya que tuvo que ir con los niños que cuidaba luego de que le dieran un susto de muerte al gritar su nombre en el estacionamiento.
Los dos presentían que ese iba a ser un largo día.
-Entonces...- la adolescente los miro -¿Que fue lo que sucedió?-
Con su cuerpo inclinado hacia delante apoyo sus codos contra sus rodillas a la vez que sentía una mano pasar tímidamente por su espalda. Eso la llevo a girar leve su rostro y notar que Max intentaba hacerla sentirse mejor luego de ese agitado día. Y ella se lo agradeció con una sonrisa, pensando que lo que esos chicos iban a decir, definitivamente no seria nada simple.
-Al fin alguien mas coherente en este grupo-
Freya murmuro con burla hacia el resto mientras se sentaba correctamente junto a Max, quien rio por lo bajo al saber que ella era la coherente. Sus labios se curvaron de igual forma, no solo ante sus palabras sino por la forma en la que la de mechas fulminaba a cada uno de sus compañeros cuando sus voces se elevaban de mas.
Ella tampoco sabia porque estaban ahi. Pero si Freya fue con ellos, entonces fue al instante cuando la invitaron. No quería decirlo en voz alta porque sonaría un poco tonto de su parte. Pero con los días que paso a su lado en el arcade o incluso en el parque de skate, se dio cuenta de algo muy importante sobre ella.
Hunter la hacia sentir querida. Le demostraba que valía la pena decir lo que quería o pensaba. También que estaba bien que no le gustara lo mismo que al resto. Y por mas impactante que sonara, era quien lograba que se sintiera protegida de la loca vida que llevaba puertas adentro de su casa.
-Vamos Dustin- Lucas dijo para apresurarlo -¿Que es lo que quieres decirnos?-
Encerrados en la sala de audio y video, Henderson revelo su caja de protones con una emoción enorme entre su rostro. Normalmente no les hubiera parecido nada interesante. Pero esa vez se estaba moviendo de una manera no muy normal y las palabras super hiper mega genial comenzaron a quedar cortas cuando vieron que habia dentro.
