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-Antes de matarte, quiero que mires-
En el momento que Vecna pronuncio esas palabras, las tres terminaron volando por los aires una vez mas. Freya aguanto el dolor de su cuerpo, abriendo los ojos cuando sintió algo subir por su pierna. Una de las enredaderas la tomo por el tobillo, arrastrándola por por varios metros, y logrando que gritara aterrada e intentara tomarse de lo primero que viera.
Lo único que logro fue lastimar sus manos.
Porque no importo que hizo, al final, termino pegada a lo que parecia ser un árbol del otro lado, con esas enredaderas aprisionándola. No solo en sus piernas, sino también brazos, cintura, y alrededor de su cuello. Sus ojos se revolearon por el lugar en completo terror, encontrándose con Once y Max en la misma posición a unos pasos de ella.
-Nadie puede controlarnos- Vecna le hablo a Jane -No pueden modelarnos o cambiarnos. ¿No lo vez? Papá no fue quien me convirtió en esto, fuiste tu- Freya tenia razón al decir que no podía ser controlado -Al principio creí que me habías enviado a mi muerte. Pero me equivoque, porque yo solo estaba en un lugar nuevo-
Hunter escucho con atención sus palabras. Todo lo que 001 decía, le daba a entender que no se encontraban solos. Los demogorgons no venían de la nada. Y esa premonición que le hizo ver un par de horas antes sobre el fin del mundo, ahora se veía cada vez mas real. Vecna podía lograr lo que se propusiera. No solo gracias a su poder, sino también al ejercito que lo respaldaba.
-Mierda-
Freya maldijo, moviendo su cuerpo con desesperación. Eso solo logro que las lianas apretaran su agarre, marcando su piel, y sacándole otro quejido. Eso no le importo. No le importo estar quedándose casi sin aire, tampoco el dolor, ni siquiera si esos eran sus últimos momentos. Lo único que tenia en mente, era liberarse y llegar a esas niñas. Un pensamiento inocente, visto y considerando que no tenia poder alguno.
Pero lo haría.
Tenia que.
-No importa cuanto te muevas Freya Hunter- Vecna se giro a ella -Tus amigos han perdido de la misma manera que tú-
-¡No me importa lo que tenga que hacer!- grito como pudo -¡No hay manera de que ganes esto!-
-Creo que ya lo hice-
Con un simple movimiento de muñeca, su cuerpo comenzó a sentir el dolor extenderse por cada parte de su anatomía. Era como si todo -tanto dentro como fuera de ella- comenzara a romperse lenta y dolorosamente. Pero lo curioso era, que ninguna de sus extremidades realmente termino lastimada.
Vecna solo la estaba haciendo sufrir.
Quería que gritara en agonía.
Pero no que muriera.
No todavía.
-No voy a matarte si eso es lo que piensas- 001 se alejo -Primero quiero que mires. Que veas como perderás a uno de ellos por segunda vez-
-¡No!- Hunter grito desesperada -¡No, por favor no! ¡No te atrevas a tocarla! ¡Solo déjala y llévame a mi! ¡Llévame en su lugar! ¡Por favor!-
-¿Donde estaría lo interesante en eso?-
-¡No!-
Freya dijo desconsolada, moviéndose desesperadamente entre las lianas. No importaba lo que hiciera, cuanto gritara, o cuanto llorara por misericordia. Vecna ya estaba delante de Max, listo para acabar con su vida. La criatura la miro por ultima vez, antes de elevar su mano -si es que podía llamarse de esa manera- y colocarla sobre el rostro de la niña.
Ella estaba mirando todo.
Y no habia nada que pudiera hacer.
-¡No, no, no! ¡Max! ¡No!-
Los gritos de Mike Wheeler en su mente, y el llanto de Freya Hunter a su lado, lograron que Once encontrara la fuerza necesaria para pelear. Todos estaban listo para dar lo que tenían y así poder salvar a las personas que mas querían.
Y tal vez no acabaría con Vecna ella sola.
Pero eso no era razón para rendirse.
El grito de Once fue lo ultimo que Freya escucho, antes de consumirse en un abismo negro. La oscuridad a su alrededor no duro tanto. Al menos no como ella creyó. El problema fue que en el momento que abrió sus ojos para enfrentarse a la realidad, su mente pensó firmemente que tal vez era mejor no volver.
No a eso.
-Frey-
Steve, desde el otro lado, murmuro el nombre de su novia. Quemar a esa criatura hasta las cenizas no habia sido suficiente. Las cuatro campanadas sonando por toda la casa Creel se lo confirmaron. Sus manos fueron a parar a su cabello, sin importarle que los mechones terminen desordenados, y soltando un quejido de frustración.
Todo lo que tenia en mente, era Freya.
-¡Steve espera!-
Nancy y Robin intentaron detenerlo. Pero él no las escucho. Y si lo hizo, no detuvo el paso. Solo continuo corriendo por todo el bosque como un maldito loco, soltando sus pertenencias a cada paso que daba. Ni ella, ni Dustin -quien lloraba a un par de metros del tráiler- pudieron si quiera pensar en detenerlo. Buckley fue quien se acerco a Henderson, cayendo de rodillas a su lado al entender que sus suposiciones anteriores, eran correctas.
No todos lo lograron.
Wheeler, por otro lado, logro alcanzar a Harrington a mitad de camino. Mas no dijo nada ante su locura, dejando que manejara como un maldito desquiciado por las calles de Hawkins. Todo, en busca de llegar a la casa Creel. Esa en donde ambos se encontraron a Freya Hunter llorar y gritar completamente desconsolada, mientras sostenía entre sus brazos a una muy lastimada Maxine Mayfield.
Su plan habia fallado miserablemente.
-No se que hacer- su novia dijo cuando él se arrodillo a su lado -Yo no... Steve, no pude hacer nada para salvarla. Ella estaba ahi y yo... ¿Qué hago? Dime que hacer.. yo...-
-Frey...-
En el momento que su mano se apoyo en la espalda de su novia, Freya comenzó a sollozar con mas fuerza. Ese simple gesto le habia dado a entender que no habia manera de salvarla. O por lo menos, no por completo. Steve trago saliva, compartiendo una mirada con Nancy, quien se veía igual de destrozada que él. Wheeler obligo a Lucas a girar su vista, antes de correr con Erica en busca de los paramédicos.
Harrington, por otro lado, se quedo arrodillado a un lado de el par de chicas que consideraba su familia. Abrazando por detrás a Hunter, y dejando que se refugiara en el, mientras acariciaba los cabellos pelirrojos de Mayfield. Eso era lo único que podía hacer hasta que alguien por fin fuera a ayudarlos. Pero su mente no podía solamente olvidar lo que veía.
Era como si la historia se repitiera por segunda vez.
Era lo mismo que paso en el centro comercial.
Así fue como Steve encontró a Freya el año anterior.
Llorando desconsoladamente mientras abrazada a Billy.
Solo que en esta ocasión, la perdida dolió aun mas.
