Capitulo 34

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- Necesito que lo hagas, por favor - le rogaba a Raúl, en el pasillo de la habitación, con todo el mundo en la sala de juntas, mientras yo supuestamente me encontraba con dolor de barriga y fiebre intensa -
- Es que es súper arriesgado, me estas pidiendo algo muy arriesgado - me seguía repitiendo una y otra vez con su postura tranquila, las manos oculta en sus bolsillos de su pantalón y su expresión seria, mientras miraba en suelo blanco del pasillo-
- Por favor, solo necesito que desactives esta noche las cámaras de seguridad por 10 minutos
- Pero para que si de todos modos se darán cuenta de que te fuiste - desde que empezó esta conversación el miraba el suelo, como si mirarme fuera malo -
- Si pero desactivar las cámaras nos dará tiempo, no se darán cuenta cuando nos fuguemos y recién se enteraran al día siguiente cuando estemos lejos - insistí-
- Y por fin me vio, me miro directamente a los ojos, sus ojos se mantenían opacos sin aquella chispa con la que lo conocí- está bien, lo intentare
- ¿Enserio? - mi sonrisa destello en mi rostro abundándome de felicidad, por fin saldría de aquí, por fin me iré lejos y después de cumpliré mi venganza-
- Lo hare porque me gusta verte feliz - lo dijo en un tono de resignación, pero no importo, la cosa es que había conseguido lo que Iris me pidió-
- Gracias, enserio, muchas gracias - y me impulse a abrazarlo, el reacciono casi de inmediato tomándome entre sus brazos y apoyando su mentón en mi hombro al igual que yo - ¿nos volveremos a ver?
- Si , claro que si - sentí dejar salir la tención de sus músculos, los músculos de su espalda -
- A qué hora quieres que desactive las cámaras - se fue separando de mi poco a poco-
- A las 8, donde todas están en sus habitaciones y las directoras tienen la reunión matutina de los miércoles a esa hora - hable clara para que todo saliera bien-
- Está bien a esa hora desactivare las cámaras
- Bien - fue lo único que pude decir antes de escuchar los tacones en punta, resonar contra el suelo, alguien se acercaba, jale de la camisa de Raúl y le di un fugaz beso en los labios, antes de salir corriendo dentro de la habitación y tumbarme en las sabanas -

me tape hasta la mitad del rostro y cerré los ojos, mientras me mantenía rígida. Escuche como los tacones se detuvieron y seguido de aquello se escucharon unos susurros.

- ¿como esta? - aquel asentó refinado de la subdirectora tenia un toque de sequedad - sigue dormida?
- Si, señora - respondió Raúl-
- Puedes ir a hacer tu trabajo - ordeno como si fuera superior y volvió a su camino a la habitación-

El cuarto de encontraba desierto, con las camas firmemente tendidas, las cortinas levemente cerradas, el sol era intenso y agonizante. Los tacones de aguja se detuvieron justo al frente de mi cama y las ganas de abrir los ojos para observarla o ver si me está observando, era tentador pero me trague las ganas. Una eternidad tuve que esperar antes de que ella hablara.

- _______ - hablo firme pero no le hice caso alguno, debe de ser una trampa, para comprobar que estaba mintiendo- _______ despierta - su vos sonaba como comandante de una ejercito militar- ______ - repitió nuevamente esta vez moviéndome un poco para despertarme y abrí lentamente los ojos, viéndola con el pelo recogido, los labios rojos bien pintados y su ropa lisa-
- ¿Qué...que hora es? - fue lo único que se me ocurrió preguntar -
- Como las 3 de la tarde - respondió poniendo las manos a las espaldas - ¿Cómo te sientes?
- Algo mareada y con nauseas - hice que mi vos sonara débil y moribunda-
- Me eh puesto a pensar y más vale que no estés embarazada porque si no... - interrumpí -
- Créame - hable clara, no quería que hayan mal entendidos - no estoy embarazada - me miro fijamente sin decir nada, ni una palabra salió de su boca, solo me miro, buscando entre mis ojos alguna pisca de mentira, pero yo sabía bien que no estaba embarazada, solamente por el hecho de que estaba fingiendo-

No existe ni una minúscula posibilidad de que lo este, mi última relación sexual fue hace 5 meses. Esa noche cuando la pase con Justin, el es único que me poseyó, al único al que le entregue lo más valioso que puede tener una mujer pero... él no lo supo valorar con sus estúpidos celos y su vendita adicción con las mujeres, por mi, se puede quedar con todas ellas. Pero jamás le perdonare el haberme traicionado de esa manera, el no haberse hecho caso de lo que habíamos hecho juntos, de no haberse confortado a mis padres. Me vengare de el y de todos los que me hayan hecho daño incluso de mis padres.

- Descansa le diré a alguna de tus compañeras que te traiga la cena - empezó su camino hacia la salida antes de que pudiera protestar al respecto de mi cena -

Me quede allí, en silencio, en completa serenidad y eso era lo que más me molestaba, estar sola sin la compañía de nadie , con solo mis pensamientos gobernando mi cabeza, la molesta presencia de Justin en cada uno de mis pensamientos, con cada tiempo sin distraerme volvía y se apoderaba de mi. Tenía que tener mi mente en otra cosa para que el no venga a gobernarme. Salte de mi cama, en dirección a buscarme que hacer, total, si me ven me inventare lo que sea. La misión era hacerles creer que estaba enferma para ocuparme de las cámaras y eso ya lo había hecho al decirle a Raúl.


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¿Quien dijo que los primos no pueden tener sexo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora