capitulo 43

12.6K 427 23
                                    

  Me volví loca desde las 8 hasta las 9 buscando mi maldito traje de baño. Y hasta ahora no lo encuentro. Busque y rebusque en el cajón de mi cómoda. Puede decirse que destroce mi habitación en busca de ese bikini. Se me ocurrió pregúntale a mi madre pero ella y mi padre salieron al hospital. Al parecer mi padre tiene problemas cardíticos, algo que no me importa, el jamás se preocupo de mi salud, ni nada que no sea estudiar, ¿Por qué yo me voy a preocupar por él o su salud? Tome en cuenta que tal vez lo deje en patio trasero, ahí suelo poner mi bikini para que seque, ya que es mejor que seque al sol, que en una secadora. Sali de mi habitación, bajando las escaleras a toda prisa, me quedaba poco tiempo. No olvido que Luck es muy puntual. Con mis pies tocando el mármol frio, me dirigí a la puerta trasera. Saliendo de la cocina me encontré a Justin con un vaso de jugo de naranja en la mano y galletas en la otra. Iba vestido igual que anoche pero ahora con el pelo desecho, sin hacerlo ver poco atractivo.

- Buenos días pequeña – sonrió abiertamente, con sus dientes tan blancos y perfectos –
- Hola Justin – hice mi mayor intento por sonar dulce y animada –
- ¿Qué haces despierta a esta hora? – pause – usualmente duermes hasta las 10, no me digas que en el instituto te levantaban a las 9
- No – reí por lo bajo, pero con una mirada brutalmente seria – me levantaban a las 7 – Justin que justamente estaba tomando un sorbo de jugo se atraganto-
- Dios _______
- Si, bueno me acostumbre pero estoy despierta porque voy a salir – hice a un lado a justin y pase hacia la puerta trasera, la abrí de una tirón –
- ¿Salir? ¿A dónde? ¿con quién? – sonó furioso, no vi su cara pues estuve ocupada rastreando el patio con mi visión pero apostaría a que tiene el ceño fruncido y su mandíbula marcada –
- Saldré con Luck, un día de pura tranquilidad
- ¿de nuevo con ese? ______ pero .... – pauso un largo rato, lo suficiente como para darme cuenta de que mi bolso con mi Bikini no estaba allí, me di la vuelta ahora viéndolo – no iras
- ¿perdón? – me hice la estúpida esperando no haber oído eso-
- Que no iras
- ¿ y tu quien eres para decirme que hacer o no? por si no lo recuerdas tu solo eres mi primo, no puedes prohibirme nada
- Pero tus padres...
- ¿mis padres? Puedo hacer lo que yo quiero, soy mayor de edad
- Pensé que ahora que arreglamos las cosas estarías conmigo – las ganas de reír eran insoportables, pero era cierto, ya lo habíamos arreglado, supuestamente-
- Lo sé pero acordamos salir el y yo hoy, juntos, no puedo cancelarle – acaricie su mejilla, calmando aquella furia que había acumulado –
- Si puedes
- No quiero cancelar, es mi mejor amigo
- No dirás novio – tenía razón, cuando me fui el y yo seguíamos siendo novios –
- Ya no es mi novio
- Simplemente no quiero que vayas
- Justin....
- Está bien - me robo un beso fugazmente – pero mañana eres mía – ahogue un chillido, de la sorpresa. Justin me tomo de la cintura mientras besaba mi cuello, rei , por el cosquilleo causado –
- Basta – reí aun más- Justin! – me moví como un gusano, tratando de librarme de sus brazos
- Solo quería jugar un poco pequeña - me soltó ligeramente –
- Bueno iré a cambiarme, ya me tengo que ir


Me coloque una camisa, celeste con botones blancos. Unos shorts blancos y unas sandalias cafés. Aliste mi bolso con bloqueador solar, unas gafas de sol, mi teléfono. Y un sombrero de paja que lleve en mano. Me amarre el pelo en una cola de caballo y lista, Sali de mi habitación de camino a la nueva casa de Luck. Algo confundida baje las escaleras, sin señal de Justin por ninguna parte. Tal vez estará en su dormitorio, durmiendo de nuevo o tal vez tomando un baño pero no escuche la regadera cuando Sali de mi habitación. Cruce el vestíbulo en camino a la puerta. Quizás salió ¿pero en tan poco tiempo? A donde iría? Abrí la puerta sorprendida de ver su auto afuera, allí estacionado. Entonces no salió. Pero no es lo único que me sorprendió, allí también estaba Luck, estacionado afuera esperándome. Y aun que me enojo que Luck haga lo que no quiero, sentí un alivio al ver el auto de Justin fuera.

- ¿Por qué viniste? – entre al descapotable, dejando mis cosas atrás –
- Quería sorprenderte – sonrió decorando su rostro con unos lentes de sol –
- Pues lo lograste
- Me alegro
- Tenemos que hacer una parada antes de ir a la playa – encendió el motor –
- Mande
- Vamos al Cosco
- ¿al cosco? ¿para que?
- Necesito un bikini nuevo

Narra Justin


- No lo se, hoy no tengo ganas de salir
- Por favor Justincito
- Podríamos vernos el martes, ya que empiezo mi nuevo empleo
- Quiero verte hoy – insistió la vos chinchi de Merry-
- No es tan sencillo - pase mi mano por mi cabello relajando la tención que había reunido-
- Justin soy tu prometida debes de complacerme
- Merry...
- Le diré a mi padre que no te contrate en su compañía – me harta tanto chantaje de parte de ella, si me voy a casar, pero es que necesito tanto el dinero-
- Está bien – resople hartado –¿a dónde quieres ir?
- Es un día soleado, la brisa es refrescante y de seguro la playa del norte debe de estar cundida de gente asi que, que tal si vamos a la del sur
- Pero es zona de surfistas
- ¿Y? yo quiero un bronceado y si no me equivoco los surfistas están en el agua
- Pero está repleto de hombres con tablas
- Mejor así presumirás a tu hermosa prometida y a su magnífico cuerpo – rio suavemente – recógeme dentro de media hora

¿Presumirla? Digna de presumir seria _______ pero si la tendría, no quisiera presumirla a nadie. Quisiera tenerla solo para mi y mis ojos, los de nadie más. No me gusta que me recuerden mi compromiso y mucho menos la novia. Suspire. Lo que se hace por dinero. Saque mi teléfono con el único motivo de enviarle un mensaje a ______


Narras tu


- Espérame aquí no tardo – abrí la puerta, sacando mis piernas-
- Podría darte mi opinión sobre los bikinis – sonrió –
- No seas pervertido Jus... - aclare la garganta y corregí rápidamente – Luck
- ¿Qué dijiste? – cerre la puerta antes de que me descubran-

Mierda. ¿Por qué tenía que decir aquello? No tenía derecho a decir aquello. Camine por el estacionamiento, llegando a las grandes puertas del supermercado. El aire acondicionado del establecimiento, pusieron mi piel de gallina y el fuerte timbre de mi teléfono fue sobre saltante. Deje pendiente aquel mensaje, primero lo primero. Buscar un bikini bonito. Me acerque la sección de playa. Pelotas, toallas, bloqueador solar, salvavidas inflables y por fin trajes de baño. Me encontré con cualquier cantidad de bikinis, de muchos colores y tallas. Era difícil encontrar uno bonito en un supermercado o uno que no sea vulgar. Gracias a mi gran visión pude encontrar el bikini perfecto. Uno verde azulado, perfecto para mi tono de piel. Ya estaba lista para pagar y salir. Me acerque a las cajas pero muchas de ellas estaban llenas, trate de buscar una vacía o una no tan llena, se lo mucho que odian los hombres esperar. Encontré una caja vacía, al final de todas las cajas. Me acerque viendo a una mujer de edad media con pelo negro y ojos del mismo color, piel blanca y con algo de sobre peso pero una sonrisa muy acogedora. Puse el bikini encima de la caja y ella lo tomo pasando el bikini por el código de barra. Lo paso repetidas veces sin obtener ningún sonido como respuesta

- La etiqueta esta rota y no se puede pasar el código – pauso – si va y busca otro igual con el código...
- Es el único –hice una mueca – es el único que me gusta
- Bueno, espérame, veré que puedo hacer

Vi como se alejo con rapidez. Entro por una puerta cerrándola detrás de ella. Me apoye en la caja esperando que regrese. Volvió a sobresaltarme el tintineo de un mensaje. De seguro era Luck el del mensaje. Saque mi teléfono viendo en la pantalla dos mensajes de Justin. Abrí el primer mensaje sorprendiéndome con un párrafo.

Mensaje:

Tengo algo planeado para mañana, un día solo para nosotros. Tus padres saldrán y tendremos paz y tranquilidad. No sabes lo celoso que estoy en este momento. Y los celos por aquel chico que tiene tanto tiempo contigo. Te amo demasiado como para compartirte con alguien. Solo quieras que seas mía, pequeña.

Mensaje 2:

Te extraño, respóndeme o me volveré

. No me lo esperaba por nada del mundo. Eran detalles de Justin que había olvidado, o quizás los segué por la venganza que tengo contra él. Aun miraba el mensaje, examinaba cada palabra de aquel párrafo. Era algo que aun no podía creer. Estaba tan centrada en aquel mensaje que no sentí a la señora de frente hasta que me sobresalto hablando.

- Es el verdad?
- Disculpe ¿que? – no había atendido a sus palabras-
- Estabas sonriendo – toque mis labios, no lo sabía – de seguro es el, tu novio
- Si, bueno...
- Es casi obvio, una mujer solo sonríe viendo un mensaje, solo si es de el, el chico indicado
- ¿enserio?
- Dime lo a mi – sonrió – encontré el amor de mi vida a tu edad
- ¿y qué paso?
- Llevo 35 años casada
- Que tierno
- Lo es – pauso un largo rato, tecleando algo en la computadora de la caja- son 10 dólares
- Creo que llevare esto mas – saque de una caja de chicles –
- Son 3 dólares más – saque un billete de 20 dólares para después ella me entregara el cambio –
- Gracias – tome la bolsa de plástico con las cosas que había comprado-


Camine por el estacionamiento aun pensando en el mensaje. Es que enserio me encanto el mensaje. Es algo que no puedo ocultar. Lo sigo amando. No puedo seguir negándolo. Tal vez necesita una segunda oportunidad. Tal vez merezca mi perdón. Podremos superar a nuestros padres. Confesarles nuestro amor. Aun escapar si es que no lo aprueban. Lo amo. Siempre lo ame.

Estaba ahora frente del auto de Luck, se encontraba con la cabeza hacia atrás, los brazos cruzados y los ojos cerrados. Sonreí al verlo hacia. Era tan típico de Luck. Odia esperar y aseguro que en cuanto entre exagerara las cosas. Me acerque a la puerta abriéndola y entrando en el auto. Cerré la puerta, despertando a Luck de su supuesta siesta. Se aturdió un minuto lo cual me causo gracia y después me miro sin esas gafas de sol.

- Te tardaste años
- No seas exagerado
- Bueno creo que horas
- No pasaron ni 20 minutos
- Yo lo sentí como horas
- Que pena – pause – ten, toma un chicle – le extendí uno – para que te alegre el dia
- Tú me alegras el día – y se lo metió a la boca arrancando, saliendo fuera del estacionamiento-  

¿Quien dijo que los primos no pueden tener sexo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora