Aun seguía molesta por el mucho maquillaje que me habían puesto en la peluquería. Merry me obligo a que me peinaran y me maquillaran en la peluquería. Me había puesto demasiada base y demasiado brillo labial. El peinado aun que estaba bonito, no era nada de mi gusto. Parecía de esos peinados, super peinados con demasiado fijador. Por suerte había ido muy temprano a la peluquería por lo que me bañe y saque toda esa pintura y fijador de mi cuerpo. Con el poco maquillaje que tenia, me pinte. Un poco de base, sombra en los ojos, rímel y delineador. Me hice un peinado sencillo. Y estaba lista, con el vestido y las sandalias que Merry había escogido.
Llame un taxi, para que me lleve a la iglesia. Cuando el móvil, llego, me subí en el dándole la dirección. Eran las 5 dentro de poco, comenzaría la ceremonia. Faltaba mucho para que lleguemos al lugar y la verdad es que con cada minuto me iba arrepintiendo de lo que iba a hacer. Nunca debí acceder a ser la dama de honor. En primer lugar, ni quería ir. Me conocía lo suficiente para saber que, sufriría. Me lamentaba profundamente. Jamás debí buscarlo, solo tenía que haberme ido y rehacer mi vida. Transcurrí todo el trayecto, lamentándome. Decidiendo no asistir. No queria asistir. Estaba lista para decirle al conductor que se de media vuelta, hasta que me di cuenta que ya estaba allí. Merry venia corriendo a abrirme la puerta. No había vuelta atrás.
- Apúrate – ordeno ella, mientras terminaba de pagar al conductor- ¿Qué te paso? Y le peinado y el maquillaje?
- No me gusto – susurre contenta como estaba – decidí maquillarme y peinarme yo misma
- Esta horrible, todas las damas tiene que estar igual
- Yo no quería el peinado que elegiste
- ¿de quién es la boda, tuya o mía?
- Desgraciadamente tuya
- Créeme que si no fuera porque se que esto te lastima, ni siquiera te hubiera invitado
- ¿Cómo dices?
- Se muy bien, que te gusta Justin, es obvio – pauso y cruzo los brazos – no sabes disimular –
- ¿por eso quisiste que sea la dama de honor?
- Lloraras cuando él diga acepto y me bese, como siempre lo hace?
- Oye que te...
- El novio, llego, el novio llego – gritaron todas sus amigas –
- Pero llega antes – grito igualmente Merry – tengo que irme a alistar y tu – me miro seriamente – te vienes conmigo
- Creía que solo la novia se tenía que esconder del novio
- ¿y piensas que me voy a esconder sola? – tomo mi muñeca y jalo de mi-
Los 45 minutos más largos de mi vida. No había visto a ninguna novia acomodando su velo por tanto tiempo. Se me adormeció el culo, de tanto estar sentada en la silla poco cómoda. Empecé a cerrar los ojos, apoyada en mi mano. Dieron repetidos golpes en la puerta. Una, dos, tres, cuatro, cinto, seis, siete veces. A aquella persona le urgía entrar. Corrí a la puerta, para que no la tiraran si no la abríamos pronto. Antes de darme cuenta ya me estaban atropellando. Sus amigas no paraban de entrar con un agudo murmuro. Ya comenzaba la ceremonia.
Entramos por las puertas, Merry acompañada por su padre y nosotras veníamos detrás. En el altar estaba Justin viendo en suelo. Fuera de la tierra, navegando en sus pensamientos. Mediante nos fuimos acercando, el elevo la vista, viendo a Merry primero. La miro por unos largos minutos antes de recorrer su mirada hacia mi, la cual lo mantuvo firme a la tierra. Dejo de mirarme, con esa tristeza que deslumbro su cara desde que elevo la vista.
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¿Quien dijo que los primos no pueden tener sexo?
Fanfiction- No podemos hacer esto, esta mal -¿mal? - si ¿que no lo ves? Somos primos -¿y ? - sonrió maliciosamente, volviendo a llevar el control de todo - Dime - deslizo nuevamente sus manos por debajo del sujetador - ¿quien dijo que los primos no pueden...