¿Quien dijo que los primos no pueden tener sexo?

Capitulo 38

Este capítulo se lo dedico a @ContanzaJosefinaRodr .Gracias a todas las lectoras de la novela. Disfruten

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- No lo puedo creer - su cara había sido igual de sorprendida como la mía cuando escuche la noticia -

- Por fin saldré de aquí - emocionada cogía cada una de mis prendas y las acomodaba en mi maleta-

- Describe una vez más la cara que puso la directora - comenzó a reír levemente - por favor

- Ok - reí al igual que ella - primero se quedo pálida como un fantasma, luego sus ojos comenzaron a abrirse poco a poco, se sentía nerviosa y incomoda. Y cuando le nombre las pruebas por poco se cae al correr hacia su escritorio.

- Te juro que hubiera pagado por ver aquello

- Fue divertido aun que tenía que mantener una expresión seria y profesional

- ¿Profesional?

- Claro - metí otra bollo de ropa en la maleta - si quiero ser detective tengo que ser seria

- ¿tu, detective? - y mas fuerte no pudo sonar su risa -

- Cállate, claro que puedo ser detective - sonreí causándome gracia lo fuerte que reía-

- Eres muy irresponsable para tener ese cargo

- Puede ser - me concentre mas en mi maleta -

La campana sonó, indicando la hora de la cena

- ¿Vendrás? - pregunto Nina, poniéndose de pie -

- No, ya sabes que no cómo ni una miga de pan en este instituto

- Sigo sin creer que hayas sobrevivido estos años

- Tengo mis métodos - le sonreí mientras ella se daba la vuelta saliendo por las puertas de la habitación-

Me quede sola, guardando las últimas prendas de ropa que me quedaban. Aun no podía creer que ya volvería a casa, después de 2 años, después de tantas noches tristes y momentos de rabia. sonreí de lado y me encamine al baño. Entre en aquel tan ordinario ambiente mientras me miraba la cara en el vidrio sucio, mal limpiado. Había cambiado tanto. Con unos 4 cm más alta, el pelo mucho más largo, las puntas rozaban mis cinturas y se tambaleaban en el final de mi espalda. Mis pechos crecieron como 2 tallas más de brazier. Mi cuerpo mas formado, aun que la verdad me sentía demasiado delgada. Había perdido tantos kilos gracias a la poca alimentación. Esa cara de niña pequeña ya no decoraba mi rostro. Ahora veía a una chica más madura en el espejo, una mujer bien formada.

Salí del cuarto de baño, en dirección a mi maleta, acomodando en ella mi toalla de baño.

- Te vas - me había sobresaltado la vos de Raúl a mis espaldas-

- Si, por fin me voy - volteé viéndolo allí parado en el marco de la puerta, con aquella bolsa negra de comida, habitual que traía-

- ¿Cuándo te vas? - me sorprendió no ver su gran sonrisa con la que siempre aparecía-

- Mañana en la mañana - cerré mi maleta a mis espaldas y camine lentamente hacia el-

- No quiero que te vayas - susurro agachando la cabeza, cuando yo ya estaba enfrente suyo-

- Yo quiero irme, no soporto estar aquí

- Lo se pero...

- No hagas difícil este asunto - hable cortante, mucho más de lo que tenía que sonar-

- Tu bien sabes, como comencé a amarte - acaricio mi mejilla-

- Lo se - hable con desdén, no quería darle falsas esperanzas a Raúl, no quería que se encariñe mas conmigo de lo que ya esta-