Comenzó a sonar m i teléfono que había perdido en el departamento. El sonido provenía de lo más profundo del apartamento. Me pare de gol pe siguiendo el sonido dejando solos a Iris con Luck. Camine por el pasillo pensando que el sonido llegaba de mi habitación pero cuando pase de largo la de Luck el sonido disminuyo. Regrese y entre al dormitorio de Luck. ¿Qué hacia mi teléfono allá? Recordé que había estado hablando y comiendo helado con Luck en la cama como hasta las tres de la mañana. Luck era tan desordenado que no hizo la cama ni levanto sus calzoncillos del piso. Regresando al teléfono, no lo encontraba, sabía que en cualquier momento dejaría de sonar y no tengo crédito como para devolver la llamada. Levante la almohada tirada a un costado. Debajo se encontraba mi pobre teléfono aun sonando. Conteste de inmediato antes de perder la llamada.
- Hola – mi vos sono mucho mas chillona de lo que esperaba-
- _______, pensé que estabas molesta conmigo – respondió con el tono que solo puede ser respondido alguien que esta sonriendo al otro lado-
- ¿Por qué iba a estar molesta Justin?
- Por lo de Merry, por habernos visto besarnos y ver como ella deslizaba sus manos por mi pierna y por mis labios – eso no lo sabía ¿mientras que veía a Iris pasar ellos dos estaban tocándose en público? Ni me había inmutado-
- ¿y por qué crees que eso me molesto?
- Porque saliste corriendo, tratando de suicidarte cruzando esa avenida
- En realidad estaba yendo detrás de una amiga
- Eso ni tú te la crees, pequeña
- ¿pequeña? Hace mucho tiempo que no me llamas así – y sin querer sentirlo, hubo una pequeña felicidad abarcar mi corazón-
- Soy el único que puedo llamarte de esa manera – por más que quería, no podía ver su evidente sonrisa alegre en sus labios que sabía que tenía en el rostro –
- Pequeña – se escucho el grito de Luck desde el pasillo- ya va a llegar la comida China, sal de la cama de una vez que no te basta la noche entera - cubrí un poco el teléfono para poder responderle a Luck-
- No, no me basto, estuvimos hasta las tres de la mañana
- Fue divertido, sobre todo tu...
- Cállate eso fue vergonzoso
- Lo que sea, me gusto tienes que repetirlo – y salió del cuarto riendo pero solo hasta el pasillo donde se escucho el timbre y el volvió a gritar - saca tu pequeño culo de la cama y ven – me incorpore y volvi a posar el auricular en mi oído-
- Justin?
- Sigo aquí – pauso – por lo menos ten la decencia de cubrir el teléfono cuando hables de tus noches de sexo con Luck-
- No sabía que tenias oídos supersónicos ya que cubrí el teléfono
- Pues lo tengo y oí todo, pensaba que eras de las mujeres que no se meten con todos
- Y yo pensaba que tu eres del tipo de chicos que no escucha todo con doble sentido
- ¿estás diciendo que escuche mal?
- No pero que si interpretaste mal
- Entonces explícame porque por lo que yo entendí te quedaste hasta las 3 de la noche revolcándote en la cama y hiciste algo vergonzoso de seguro pusiste esa cara típica tuya cuando te corres y le pareció gracioso. Y por lo que escuche lo quiere repetir esta noche
- En realidad están equivocado – pause- nos quedamos despiertos hasta esa hora porque desde pequeños hacíamos eso, nos quedábamos a hablar con alguna comida y la cosa vergonzosa fue que... hice mi coreografía de ballet de la primaria
- No me convence
- No sabía que tenía una cara cuando me corría – pause – eso sí que es vergonzoso
- No, no lo es
- No la pienso volver a hacer
- A mí me encanta, te ves tan tierna y tan hermosa. Por eso te beso hasta quedarnos dormidos, porque quisiera comerte a beso. Porque eres mi gran debilidad, porque te amo mas que ah nada en el mundo, porque...
- Para – susurre conmovida pero con mi conciencia en contra –
- Porque no aceptas que te amo?
- Porque te vas a casar con esa perra maldita, porque si me amaras no estarías comprometido con una persona que no soy yo
- Ya te dije él porque – era evidente la molestia que le daba repetirlo- no pienso darte una vida miserable en donde tengamos que ser pobres
- Es que Justin así no se hacen las cosas. Me darás una vida miserable si te casas con ella
- No estás equivocada
- No, no lo estoy porque si te casas con ella, tu y yo ya no nos podremos casar en la iglesia, porque siempre recordare cuando digas que aceptas, porque sufriré cuando pasen los días de luna de miel, porque no estoy dispuesta a quedarme a ver como pasas los años casado con ella
- Solo será unos cuantos – susurro-
- Entonces en ese periodo puedo salir con quien yo quiera
- No , no puedes, no te dejare, eres mía
- Es que es eso lo que me enoja mas – me mantuve tranquila para no gritar y hacer un escándalo llamando la atención de Lucke e Iris, impotente hablaba apretando los dientes- imagínate la situación al revés y ponte en mi lugar. Es injusto de tu parte sabes, pensar que yo soy tuya y tú no eres mío – colgué antes de que mi hormonas se alboroten y comience con lo sentimental y melancólico-
Deje el teléfono en la cama y apoye mi cabeza entre mis manos, y deje cerrar mis ojos. No puedo, no puedo con esto, es muy duro, muy difícil. Solo quiero tener un poco de felicidad en mi vida. Necesito tener claras mis ideas. Estoy con la inseguridad de no saber si lo que estoy asiendo con mi vida está bien. Deje salir aire que retenía por más de un minuto. Me levante de la cama caminando de un lado a otro tratando de calmar mi ira y mi tristeza. Pose mi cabello detrás de mis orejas y con una respiración regular salí de la habitación oliendo la salsa de soya que le ponen a la comida china. Cuando regrese Luck seguía al lado de Iris con los palillos a media boca mientras él, la seguía mirando. Por otro lado ella comía concentrada en su plato sin ningún interés en la visión de Luck puesta en ella. Me senté frente a ellos percibiendo su atención.
- No comerás _______? - pregunto Iris con media boca abierta-
- No, no pudo tragar la comida china
- Si quieres podemos pedir otra cosa – comento Luck terminando su porción de comida-
- No, esta bien – me encamine a la cocina sacando de los estantes dos paquetes de macarrones con queso- me preparare dos
- Pero uno es para una persona – protesto Luck –
- Tengo hambre – abrí los paquetes-
- Bueno, bueno, luego no te quejes de que estas gorda
- ¿de qué hablas? – algo alarmada hablo Iris – por poco esta anoréxica yo diría que se coma unos 5 paquetes
- No estoy anoréxica – fundí mis cejas en una expresión molesta-
- Si lo estas y te diré que los huesos no son nada sexys
- Si, no son nada sexys – se puso de su lado –
- ¿perdón? No fue anoche cuando me dijiste que no te atraían las mujeres gordas
- Si pero no dije que me atraían las mujeres anoréxicas
- No soy anoréxica – repetí furiosa –
- Me gustan las mujeres con curvas – prosiguió Luck – así como Iris – la primera ves que iris volvió a ver a Luck después de que el entrara y esta vez lo miraba como pervertido violador –
- Creo que tengo que irme –ñ se paro abruptamente de la silla – gracias por la comida
- De nada – dije cruzada de brazos apoyada en el mesón
- ¿ya te vas? Tan rápido? – susurro Luck-
- Si, ¿Cuándo nos vemos ______?
- Mañana a las 4 de la tarde en mismo lugar donde tomamos el taxi – llene de agua los pequeños recipientes con macarrones y los puse en el microondas –
- Nos vemos – Sali casi corriendo por la puerta, quedándonos en silencio escuchando sus zapatos por las escaleras hasta que sonó el timbre del microondas –
- La asustaste – saque los dos pequeños recipientes –
- Es que no sabía cómo llamar su atención – me serví un vaso de soda –
- ¿y para eso tenias que llamarme anoréxica y parecer pervertido?
- Por lo menos logre que me mirara de nuevo
- Y que escapara – reí y lleve mis dos pequeños recipientes con mi soda al sofá –
- Creo que le guste – me sigo Luck sentándose al lado mío-
- ¿eso crees? – me acomode y prendí la televisión – no le gustaste y será mejor que busques a otra chica
- Pero...
- Te lo digo porque no quiero que te esfuerces mucho en conquistarla
- Está bien – resoplo vencido y cambio los canales quitándome el control-
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¿Quien dijo que los primos no pueden tener sexo?
Hayran Kurgu- No podemos hacer esto, esta mal -¿mal? - si ¿que no lo ves? Somos primos -¿y ? - sonrió maliciosamente, volviendo a llevar el control de todo - Dime - deslizo nuevamente sus manos por debajo del sujetador - ¿quien dijo que los primos no pueden...