- ¿Por qué le dijiste que fuimos novios? – cruce los brazos enojada mientras lo miraba de perfil, estaba un poco más guapo de la última vez que lo vi –
- Porque si lo fuimos – su tono era obvio-
- No, no lo fuimos – las puertas del elevador se abrieron y Sali de allí-
- ¿ y qué fue lo nuestro en el instituto?
- Solo fue una aventura
- Pero tu dijiste... - me di al vuelta mirándolo –
- Se lo que dije, y perdón pero yo solo te quiero como amigos
- Es que yo te amo
- No, no me amas, solo piensas eso porque no has encontrado el verdadero amor aun
- ¿Eso quiere decir que ya no tenemos que vernos?
- Claro que podemos vernos, pero ya no podemos hacer lo que hacíamos, solo era un juego y perdón por herir tus sentimientos – agache la cabeza me sentía la peor persona en la historia –
- Me diste los mejores dos años de mi vida – me levanto el mentón- me conformare con tu amistad, aun que siga enamorado de ti – sonrió de lado –
- ¿y me dirás que haces aquí?
- Me intercambiaron
- ¿intercambiaron?
- Si, me cambiaron de posición, me pidieron que me venga aquí mientras otro se iba al instituto
- ¿ósea que la compañía Warner y el instituto es lo mismo?
- No exactamente, el señor Warner es propietario de las dos cosas, por lo que puede cambiar de oficiales de seguridad si quiere
- ¿quiere decir que aquí guardan la información del instituto también?
- Si eso creo
- Perfecto, necesito que me hagas un favor
- Ok lo que sea
- Necesito que me metas a los registros del instituto
- ¿para que?
- Necesito hacer algo por una amiga
- Pero no podemos entrar, es información privada
- Lo se, necesito que me metas sin que nadie nos vea
- Pero si nos descubren podemos ir a la cárcel
- ¿crees que no lo se?
- Supongo que de todos modos quieres que te meta y no dejaras de insistir hasta que acepta, así que hagamos esto rápido. El viernes ven a las 6 am, nos encontramos en la esquina de la tienda de donas.
- Sabía que podía contar contigo - le sonreí abiertamente – nos vemos el viernes – me alce de puntilla y le deposite un beso en la mejilla, antes de irme con paso firme hasta la salida-
Llegue tarde al apartamento ya que me había detenido varios minutos comprando donas, en la esquina donde Raúl me había indicado. En ese momento me había dado hambre y con el pensamiento fresco, se me antojaron las deliciosas donas. Compre una caja de 6 donas, me pareció eterna la fina de la pequeña tienda, pero solo fue 30 minutos. Sali con la caja caliente y el olor a glaseado de venilla, chocolate, menta y frutilla brotaba. Me dieron tantas ganas de comerme la caja entera, pero fui fuerte y tome un taxi, después de tantos rechazos, todo el mundo toma taxi aquí en el centro de la ciudad, es muy difícil encontrar unos disponible. Con el tráfico en hora pico, fue como 30 minutos más, mi trasero ya se había entumecido por estar sentada en la misma posición por tanto tiempo. Y esa es la razón por la cual llegue tan tarde. Introduje las llaves, encontrándome a Luck con una expresión enojada. Furioso. Entre con la caja en las manos y mirándolo, esperando que me diga que es lo que pasa.
- ¿Por qué llegas tan tarde?- Porque el trafico me agarro y la cola para estas donas era realmente... - me interrumpió-
- ¿con quién estabas? ¿Por qué no me llamas o mandas un mensaje diciendo que vas a llegar tarde?
- Luck, ¿qué te pasa? – deje las donas en la mesa, mirándolo con las brazos cruzados –tú no eres así
- Lo se pero no porque no me importes, si no porque pienso que estas lo bastante grande como para cuidarte sola, pero resulta que no
- ¿Qué?
- Tu primo me llamo, llamo hace como 1 hora y media. Estaba furioso, dijo que lo habías ido a visitar a su oficina y luego saliste con un chico, dijo que era tu ex novio, pregunto si ya habías llegado, pero aun no lo hacías. Me grito, dijo que el era un mal tipo
- ¿QUE? – cada día, Justin inventaba otra mentira –
- Explícalo – reclamo Luck, hace mucho que no lo veo así de enojado-
- Okay – pause – si, si fui a ver a mi primo, quería hablar sobre el asunto de su boda, pero resulta que no puedo entrar sin una cita antes, de todos modos entre. La estúpida secretaria salió histérica llamando a seguridad. Después de unos minutos el chico de seguridad apareció. Era un amigo. Lo conozco hace dos años y el está enamorado de mi, cuando Justin noto que nos conocíamos, pregunto y el chico dijo que fuimos novios, pero no fue así. Sali de la oficina de regreso, pero mi apetito capto el olor de las donas. Y compre unas cuantas – apunte a la caja- la fila me demoro una media hora y el trafico otra media hora
- Está bien – se rasco la nuca, algo incomodo- perdón pero es que tu primo me altero – se sentó en la silla junto a la mesa, abriendo la caja- de que sabores trajiste?
- Dos de glaseado de vainilla, una de frutilla otra de chocolate y dos de menta
- Yo quiero las de menta y la de frutilla – tomo una dona de menta colocándosela en la boca, provocándome asco-
- No entiendo cómo te gusta el glaseado de menta – yo tome primero la de chocolate –
- Yo no entiendo cómo te gusta el glaseado de chocolate – hizo una mueca de asco-
- Esta pelea no nos llevara a nada – termine con mi primera dona para empezar con la segunda de glaseado de vainilla-
- Me encanta que te acuerdes de mis gustos – sonrió-
- No pienso olvidarme de esa ves que te compre un helado de chocolate y lo tiraste al suelo, me sentí mal todo el día
- No exageres solo fue un helado
- Si pero tenía 9 años, y los había comprado con mis ahorros y tu lo tiras sin tener algo de pena
- Estoy seguro de que te dije que quería de menta
- Creo que esa vez no había
- Cualquier sabor menos chocolate – iba acabando su dona de glaseado de frutilla, la ultima que le quedaba-
- Oye esa dona es mía! – me sobresalte cuando tomo la ultima dona de vainilla que quedaba, el se había acabado las suyas-
- Pensé que no te la ibas a comer – mordisqueaba, acabándosela-
- Si me la iba a comer – estaba furiosa, si se trata de comida, soy una leona-
- Bueno perdóname, la próxima ves comételas mas rápido
- Oh no te preocupes no habrá próxima ves
- ¿Qué? ¿ya no vas a comprar donas? – sonrió abiertamente, mientras yo le arrebataba en ultimo pedazo de su mano y me llevaba a la boca –
- Si comprare, solo que todas serán de chocolate – y sonreí viendo su cara ofendida pero burlona a la ves-
Después de un gran silencio el hablo
- Creo que deberías llamar a tu primo- ¿y como para que, lo tendría que llamar?
- Estaba tan furioso, sigo sin entender el carácter de tu primo
- Si, tampoco lo entiendo
Me levante de la silla tomando el teléfono electrónico y me encerré en mi habitación. Marcando el número de mi antigua casa.
ESTÁS LEYENDO
¿Quien dijo que los primos no pueden tener sexo?
Fanfiction- No podemos hacer esto, esta mal -¿mal? - si ¿que no lo ves? Somos primos -¿y ? - sonrió maliciosamente, volviendo a llevar el control de todo - Dime - deslizo nuevamente sus manos por debajo del sujetador - ¿quien dijo que los primos no pueden...