capitulo 42

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- ahora cuéntame, ¿en que trabajas? – ya iba por el segundo pedazo de pizza y mi tercer vaso de soda, no había comido así desde... desde que fui a la casa de Luck cuando gano el campeonato de beisbol pocas semanas antes de que Justin trasformara mi vida –
- bueno estoy trabajando en un compañía, una tienda de ropa
- ¿así que eres modelo?
- Solo los lunes – sonrió - soy empresario económico en Macy's
- ¿y qué es lo que haces en concreto?
- Superviso el dinero que entra en la tienda y administro las ganancias y perdidas
- Nunca imagine a mi mejor amigo dirigiendo Macy's
- Yo tampoco me imagine como modelo
- ¿Qué pasaría si aparezco por tu trabajo el lunes en la tarde?
- Pues... seria un buena forma de alegrarme el día
- Pensaba que tal vez podría conseguir una pasarela privada con diseños de primavera
- Esa también es una posibilidad – se limpio los dedos con una servilleta y tomo mi mano - ________ ven a vivir conmigo
- ¿Qué? – abrí mis ojos algo impresionada –
- Hay una habitación para ti no te pido que duermas en la misma cama ni que esto sea permanente, solo quiero vivir contigo, no estar completamente solo
- Recién llegue – pause enderezándome en el sofá , dejando de lado la caja de pizza- no puedo tomar decisiones tan a la ligera
- Lo entiendo – pauso – pero ya sabes, si quieres venirte a vivir conmigo, no dudes en hacerlo
- Lo tomare en cuenta – tome mi chaqueta y me pare mientras me la colocaba encima- tengo que irme son las... - me fije en mi reloj de mano – 12 es algo tarde y no eh dormido bien estos últimos dos años
- De acuerdo te llevare
Luck tomo las llaves de su jeep y dejando la luz prendida abandonamos el apartamento. Nos encaminamos escaleras abajo. Entre en el coche mientras Luck abría el portón del garaje, donde se encontraban 4 autos allí estacionados en distintos espacios. Saque el auto por el pequeño portón, encontrándome con la angosta calle oscura, di una vuelta a la izquierda, deteniendo el auto. Mire por el retrovisor a Luck cerrando el portón. Me estresaba la idea de que cuando vuelva tenga que hacer lo mismo el solo. Me pase al lado del copiloto mientras se abría la puerta del piloto y entraba Luck con una ráfaga de viento detrás de él.

- No te hubieras molestado en ofrecerte en llevarme
- No es molestia, es un placer volver a ese tiempo en el que iba a tu casa dejarte o simplemente a pasar un rato
- Es que , cuando vuelvas nadie te va a ayudar a meter el auto y...
- ______ eh estado viviendo aquí algunas semanas un par de meses, estoy acostumbrado a abrir y cerrar la puerta si ayuda , muchas veces al dia
- Es que...
- No sientas pena por mí, me gusta llevarte a casa
- Está bien
- ¿quieres escuchar música? – poso sus dedos en los botones del tablero-
- Claro, sabes que adoro la música


Antes, cuando Luck comenzó a tener pasión por la música, no me gustaban las canciones que el escuchaba. No iban con el tipo que a mi me gustaba, pero de todos modos las tenía que aguantar si quería ir a su casa. Con el tiempo me llegue a tolerarlas, hasta el punto que a veces pedía que ponga música. Habíamos vuelto por las mismas calles por donde vinimos. Los semáforos estaban a nuestro favor, todos marcaban verde y no había mucho tráfico. Tal vez porque deben de ser las 12 y a esa hora todos están en sus casa. Ya estábamos cerca a su casa, doblo a la derecha, calle opuesta a donde se encuentra su casa.

- Quiero que me dejes una cuadra antes de llegar a mi casa – advertí unas tres cuadras antes-
- Pero es de noche es peligroso
- Mis padres, prefiero que no te vean, o que sepan que estuve contigo
- Perdí toda la confianza de tus padres - siguió de recto la ultima cuadra, recorriendo casa por casa, llegando a la mía-
- Eso no importa, detente – le ordene – te dije que no quería que se den cuenta que...
- Lo sé pero, no podía dejarte allí atrás – estábamos parados justo bajo un gran árbol de hojas verdes -
- Esta bien, aquí no nos verán – tome la palanca de la puerta para abrirla – Luck, no importa lo que pienses mi padres de ti, lo que importa es lo que yo piense de ti – me acerque a él dejando un fugaz beso en la frente y sali casi instantáneamente-

Camine de prisa por la acera, mientras Luck daba media vuelta y volvía por donde había venido. Las calles estaban desiertas, sin luz y con una ráfaga de viento enfriar mi piel. Mis zapatos rompían el silencio de las frías calles. Me acerque a la puerta y gire la perilla. Cerrada. Tenía que haberlo de imaginado, aparte mi bolso de mi hombro, me molestaba mientras trataba de pensar. Pero... claro, mi bolso, en este contenía cosas que utilice la última vez que sali. Estoy más que segura que se encuentran mis llaves. Metí mis manos buscando en cada bolsillo y en cada rincón pero no estaban. Maldije una y otra vez, lo estúpida que fui en no pensar en esto. Y la puerta se abrió. Justin estaba con su pantalón de tela y sin polera que cubra su pecho. Había cambiado, sus hombros eran más anchos y su pecho más marcado, ambos habíamos madurado.

- ¿Qué harían tus padres si se enteran que estuviste hasta las 12 con ese amigo tuyo?
- No lo se, podrías decírselos para averiguarlo – lo hice a un lado y pase por vestíbulo oscuro-
- Enserio que ya no te reconozco – su vos se escuchaba a mis espaldas –
- Es una pena – subí las escaleras de salto en salto algo apresurada-
- La _______ que conocía, haría todo con tal de no hacer enojar a sus padres – sentía el roce de su aliento en mi nuca-
- Pero la _______ que conocías se fue- me di la vuelta en medio mirándolo de mi habitación y el pasillo – ya no existe
- Sé que dentro tuyo sigue algo imposible de dejar atrás – sonrió de lado, con su mirada desafiante y seductora, una combinación que solo él puede hacer-
- ¿y eso es.....? –
- La debilidad – fue avanzando, mientras yo retrocedía-
- ¿debilidad? ¿debilidad a que?
- A... - sin que pudiera prevenirlo, me tomo de la cintura apretándome a su firme cuerpo, como solía hacerlo hace un par de años – ... mis encantos
- Creo que...

Tanto tiempo lejos de él. Pensando que era inmune a sus encantos, tratando de pensar que podía ser inmune. Pero es inevitable. Mi venganza aun tiene que ser fresca y ponerla en marcha pero... tanto tiempo pensando que Justin tenia que recibir su merecido, me había olvidado planear cual seria. ¿de qué modo haría pagar a Justin lo que me hizo? ¿hacerlo pensar que puede seducirme?
Enamorarlo, para después darle muy bajo, tal vez engañarlo y después marcharme o seguirle el juego volverlo loco del deseo y después dejarlo con las ganas. Si, esa será mi venganza.

- Tienes razón Justin – deslice delicadamente mis manos por su pecho – no puedo seguir fingiendo que soy inmune a tus encantos
- ¿lo dices enserio? – sonrió de lado y sus ojos se iluminaron en plena oscuridad-
- ¿Es que no lo entiendes? Extraño tus labios – me mordí mi labio inferior –
- Oh ______, te extrañe tanto – poso sus manos en mi rostro, enredando sus dedos en mi cabellera. Rozando mis labios con su vos – sabía que no había perdido a mi pequeña
- Solo bésame – y jale de su cuello, formando el beso que desde mis sueños había anhelado.

Sus labios impactaron los míos, encajando perfectamente. No habían perdido esa textura suave y deliciosa, ni esa manera tan especial besar. Mi cuerpo se aferro al suyo como si nuestros cuerpos fueran uno solo. Su lengua rozo la mía, sintiendo esa chispa destellante que recorre tu sangre, bombeando descargas de adrenalina. Mi espalda se arqueo y me puse de puntillas con el único propósito que estar más apegados. Sentí flaquear mis piernas, si no me detenía pronto iba a caer yo en mi propia trampa. Sus manos ahora se encontraban apretando mi cintura. La lujuria dentro de el ya se había encendido. Momento perfecto para detenerme.

- No pudo Justin – lo parte ligeramente con las manos-
- ¿Qué ocurre?
- Es que, recién llegue y eh estado tanto tiempo fuera encerrada – pause – necesito tiempo – mordí mi labios, provocándolo-
- Es que... - cerro los ojos con fuerza – está bien, esperare
- Gracias – lo mire coqueta, en verdad parecía un ramera haciendo esto-
- Pero déjame besarte un poco mas - me tomo abruptamente y beso mis labios con extrema pasión –
- Espera - esta vez lo empuje con más fuerza- necesito tiempo
- Perdón – se alejo de mi – duerme bien pequeña – y salió de mi habitación mientras yo cerraba la puerta detrás suyo -

Me tumbe en la cama en la cama, con mi teléfono en la mano. Escribiendo un mensaje a Luck. A medio escribir la pantalla se ennegreció con la entrada de una llamada de parte suya. Sin pensarlo mas, conteste la llamada.

- Luck
- ¿llegaste bien?
- Si – rei – y tu ¿ya estás en tu casa?
- Estoy a punto de dormir
- Yo igual
- ¿tus padres se dieron cuenta?
- No, por suerte ellos estaban dormidos
- ¿y cómo entraste?
- Con mi llave
- No sabía que eras una mujer precavida
- Pues lo soy , tu ignorancia me ofende – reí bajamente-
- Disculpe mi ignorancia y mis chistes sin gracia
- Perdonado
- ¿y bueno, que harás mañana?
- Tendré que ver mi agenda – lo escuche reír al otro lado de la línea-
- Oh había olvidado lo ocupada que era su vida
- Creo que si tengo el día libre
- Qué suerte debo de tener - era increíble lo bien que nos entendíamos, era imperdonable de mi parte, haberlo dejado de lado todo ese tiempo que la pase con Justin-
- Si mucha suerte – pause - ¿y qué haremos?
- No lo sé, que te parecer ir a surfear
- Perfecto
- Bien la recogeré a las 10
- No te molestes, yo ire a tu casa a esa misma hora
- Pero...
- Nada de peros, quiero llegar a tu casa por mi cuenta
- Ok , no discutiré contigo
- Duerme bien Luck
- Duerme bien, pequeña

Colgó dejándome algo inquieta. Era increíble lo mucho que se parecían pero lo poco que podían ser iguales. Los dos me hacen sentir queridas, los dos usan casi las mismas frases, y a los dos los quiero mas que ah nada. Pero son tan diferentes, Luck es un caballero a comparación con Justin y ambos no podrían estar en una misma habitación sin que Justin lo mate.

¿Quien dijo que los primos no pueden tener sexo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora