BLACK MOON

𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐌𝐨𝐨𝐧 - 42

Aldo se sentó en la silla del escritorio y Steve se recargó, lo miró fijamente.

Hace tiempo, en el año 1948 yo vivía en uno de los condados de Canadá junto con mis padres biológicos, tenía 19 años cuando estaba pasando una etapa muy difícil en mi vida. Descubrí que era diferente y que tenía gustos diferentes a los demás, en ese tiempo todo era como que anormal. Tenía mucho miedo, vivía con temor a que mis padres se enteraran que me gustaban los chicos y no las chicas. Mi padre un hombre machista que todo lo anormal le molestaba, él era mi más grande temor.

Pasaron varios días, varios meses, para tomar aquella decisión, tenía que enfrentar a mis padres y decirles la verdad. Que tenía gustos y preferencias diferentes. Fue un 7 de octubre que me arme de valor y espere a mis padres a que llegaran a la casa para poder contarles todo lo que pasaba por mi cabeza, era mucha la presión que sentía y necesitaba contárselos para poderme sentir libre.

Mis padres llegaron de trabajar, yo estaba cuidando de mis hermanos pequeños, ellos entraron a la casa y se sentaron en la mesa. Yo me puse de pie y caminé hacia donde estaban ellos. Con mucho miedo y nervios me paré en medio de la cocina y les dije que tenía que hablar con ellos. Mi madre me miró y se acercó a mi, me preguntó que era eso tan importante que tenía que decirles y el miedo comenzó a invadir mi cuerpo. Mis lágrimas comenzaron a salir, no podía ni siquiera hablar, mamá me tomó la mano y me preguntó.

¿Qué pasa cariño? Dinos qué es eso lo que nos tienes que contar.

Levante la mirada y tome aire.

Para mi es difícil todo esto, no se que me pasa, no sé ni lo que siento, pero si de algo estoy muy seguro es de quien soy. Para mi o para ustedes todo esto es raro y diferente. Tengo miedo, mucho miedo como tomen esto, pero aquí estoy con los pantalones bien puestos para decirles esto que he guardado mucho tiempo. Papá, mamá, tal vez no sea el hijo Perfecto que ustedes esperaban o a partir de hoy me verán como algo raro.

Mamá, papá... me gustan los chicos.

Cuando les dije eso, mamá apretó fuerte mi mano, sabía que nuca me dejaría solo, pero papá se paró de la mesa y me tomó de la playera, me estrujo y me dijo mil veces que él no quería un hijo maricon. Que me largara de la casa porque para él era una vergüenza, mi mamá lo jalaba de la playera para que me dejara de golpear. Con la boca rota, la nariz sangrando me salí de mi casa y corrí llorando aquella noche. Sabía que mi padre nuca entendería mis preferencias. Llegue a uno de los puentes del parque, llore tanto que sentí que no tenía ya lágrimas. Mi vida estaba hecha una mierda. No tenía esperanzas para seguir viviendo. Mire hacia el cielo y cerré los ojos. Me puse de pie y me trepé al puente. Mire hacia abajo y pude ver que no tenía agua, solamente piedras. Tendría una muerte rápida. Cerré mis ojos y me aventé del puente. Sentí que algo me jalo antes de caer y una mordida en mi brazo.

Caí en el pasto, me mire el brazo y tenía una mordida. Sentía como me quemaba, como si por mis venas corría fuego. Me retorcía de dolor. Sentía tantas cosas, como mi corazón se aceleraba. Hasta que me desmaye.

No se cuánto tiempo pasó, pero abrí los ojos y me mire vivo. Todo era diferente. Podía escuchar muchas cosas que no podía antes. Miraba a tantos kilómetros lejos de mi. Mis sentidos estaban súper desarrollados.  Mire mi brazo y la mordida había cicatrizado dejando una marca. Me puse de pie y mire hacia el cielo. Ese día había una luna llena, pero la luna se había vuelto negra. Como dándome a entender que mi vida cambió.

Al poco tiempo llego hacia mi, Carl, mi padre. El me había morido para convertirme en uno de ellos. Me explico que era un vampiro y que ahora yo también lo era. Que escuchó todo lo que había dicho y todo lo que había llorado. Por eso me transformo en uno de ellos para ser más fuerte y nuca permitiera que alguien más me lastimara.

Carl, me llevo a su casa donde él vivía junto con Lia quien es mi madre hoy. Ellos me acogieron como su primer hijo. Me ayudaron a controlar mis ganas de beber sangre humana. Me enseñaron todo lo que ahora se. Estoy muy agradecido con ellos por haberme hecho alguien fuerte. Ahora soy libre y no tengo miedo a ser quien soy. Porque ellos me aman tal como soy.

Por eso esa luna negra, es muy importante para mi, porque ella fue testigo de mi gran transformación.  Por eso la pinté y la puse en un cuadro. Cada 10 años la vuelvo a ver. Black Moon. Así la llame, aquella amiga que fue testigo de mi dolor y me vio convertirme en alguien más fuerte.

Entonces por eso mi pulsera trae esa luna. — dijo Aldo

Así es, porque quiero que ella también cuide de ti. Nuca te la quites. — dijo Steve.

Y de tus padres biológicos, ya no volviste a saber nada? — preguntó Aldo.

No, de mis padres nos volví a saber nada. No se que haya pasado con ellos, lo único que me enteré fue que mi padre tenía cancer. Pero ya no volví a saber nada de ellos. — respondió Steve.

Pero Giselle y Danny, también los convirtieron en vampiros? — preguntó Aldo.

No, ellos sí nacieron del vientre de Lia. Después de unos años de mi transformación ellos nacieron. Primero Giselle y después Danny.  — respondió Steve.

Y de seguro ella pudo ver que yo llegaría a tu vida. — preguntó Aldo.

Steve camino hacia el, lo tomó de las manos y lo miró fijamente.

Una vez fuimos a México a visitar a unos familiares de Carl. Y ellos tienes una amiga que es hechicera y desde que entre ella me dijo que había sentido una energía pura, buena y amorosa que llegaría a mi.

Yo no le quería creer hasta que me empezó a describir quien era la persona que llegaría a poner mi mundo de cabeza.  Aún recuerdo sus palabras.

Alto, de piel blanca, ojos miel y cabello castaño. Su nombre empieza con A.

Cuando te conocí a mi mente llegó ese flashback. Sabía que eras tú la persona que llegaría a poner de cabeza mi mundo. Espere tanto  tiempo para que llegaras a mi vida y me hicieras sentir completo.

Y ahora que te tengo, no te dejare ir nuca. — dijo Steve.