𝔻𝕚𝕠𝕤𝕖𝕤 𝕕𝕖 𝕝𝕒 𝕄𝕦𝕖𝕣𝕥𝕖 [Hanma Shuji x T/N]

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– Hanma-kun, ¿No anotarás? –El rubio le preguntó con un poco de envidia.

– Le tomaré foto. –Sacó su teléfono y lo dejó a un lado del escritorio.

– Anota lo que están poniendo. –Dijiste escribiendo en tu cuaderno.

– Ya voy♡ –Tomó su mochila y la revisó sacando un cuaderno de color negro con unas letras en blanco en la portada principal.

–... ¿Death note? ¿De verdad? –El chico asintió–. Creo que Chifu tenía uno así.

– Era el de Chifuyu, se lo quité. –Lo miraste exasperada–. Nadie lo manda a dejar su mochila sola.

– Pero, agh, déjalo así. –Reíste leve y siguieron anotando la clase.

Terminaron de escribir lo que el profesor había colocado, éste al terminar, miró nuevamente a la clase y aclaró la garganta para volver a hablar, al tener todas las miradas en él; inició su breve discurso.

– A cada grupo les daré una hoja con ejercicios según el tema ya mostrado, son cuatro ejercicios, uno para cada integrante del grupo. –Sacó de su maletín un par de hojas y las fue repartiendo, al llegar a nuestro grupo, nos miró a Hanma y a mí–. Si se llegan a sentir mal, me dicen, no quiero accidentes en mi clase. –Dijo y me entregó la hoja.

– Está bien. –Ojeé los ejercicios y coloqué la hoja en el centro de las mesas–. ¿Qué ejercicio quieren?

– Ummm. –El rubio miró detenidamente la hoja y señaló el último–. Éste.

– Yo quiero el segundo. –La peliverde dijo mirando también la hoja.

– Shuji, ¿Cuál quieres? –Le mostraste los dos ejercicios restantes.

– El tercero. –Mordió su lápiz.

– Entonces me queda el primero, cada uno anote su ejercicio en el cuaderno, al tenerlo listo la pasamos a la hoja, ¿De acuerdo? –Todos asintieron y le tomaron foto a sus respectivos ejercicios para hacerlos, mientras yo me quedé con la hoja.

Tratabas de realizar tu ejercicio pero las miradas de cierto par te desconcentraban.

– Shuji, ¿Podrías dejar de verme? No me molesta, pero Aoi me está matando con la mirada y eso sí es estresante. –Le murmuraste sin despegar la vista de tu cuaderno.

– ¿Te molesta? Hagamos algo. –Se levantó de su puesto e hizo lo mismo contigo, intercambió sus asientos. Ahora estaba en la línea de visión de la peliazul y con su gran espalda le impedía la vista a la chica–. Listo♡

– Gracias, pero ahora te mirará a ti. –Sonreíste y distes pequeñas palmaditas en su cabeza, como si de un perro se tratara.

– No importa, mientras te sientas cómoda♡

– Esto es tan adorable. –Lagrimó Haruki.

– Cállate. –Le dijeron ambos.

– Ay, el odio. –Se quejó el rubio.

Hayashi fue la única que rió, los otros tres estaban distraídos discutiendo. Luego de pasar un rato distraídos, finalmente habían logrado terminar sus ejercicios, ahora la peliverde estaba pasándolos a la hoja que les entregó el profesor. Haruki estaba jugando con el lápiz entre sus dedos, y tú tenías tu rostro escondido entre tus brazos que estaban recostados en el escritorio, Hanma te miró y se acercó a ti.

– ¿Te sientes mal? –Dijo poniéndose en la misma posición que tú, apartó varios mechones de cabello que le impedían la vista de tu cara, subiste la mirada encontrándote con los orbes de color ámbar del alto.